América Latina, a liderar acciones contra el cambio climático
A partir de la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Latinoamérica es la región del continente que debe abanderar la lucha contra el cambio climático.
Por su ubicación en la región ecuatorial, América Latina es más vulnerable a riesgos naturales que otros continentes, situación que se hace aún más crítica por la falta de una cultura firme sobre prevención del riesgo.
Así lo expone Germán Poveda Jaramillo, profesor titular del Departamento de Geociencias de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín.
El docente reitera que el cambio climático es un hecho real probado por la comunidad científica. Es causado por el hombre, tanto por la quema de combustibles fósiles para energizar transporte e industrias, como por la deforestación, la agricultura, la ganadería y los diversos procesos industriales –como la fabricación de cemento– que generan CO2. Este, al acumularse en la atmósfera, hace aumentar la temperatura de la Tierra.
En este momento el planeta se ha calentado 1 °C por encima de las temperaturas que tenía antes de la Revolución Industrial (que surgió en Inglaterra hacia 1860, cuando comenzó la quema de combustibles fósiles), pero el problema es la velocidad a la que está aumentando la concentración de CO2 y la temperatura.
De seguir emitiendo gases de efecto invernadero, como el CO2 y el metano, la temperatura se podrá calentar 1 °C adicional, lo que implicaría atravesar un umbral del que no podríamos retroceder: sería una catástrofe ambiental generalizada, advierte el experto.
En charla con la Agencia de Noticias UN, el profesor Poveda dio a conocer sus opiniones al respecto.
Agencia de Noticias UN (A.N.): ¿la decisión de Trump significaría un aumento del riesgo de ocurrencia de estas secuelas?
Germán Poveda Jaramillo (G.P.J.): Estados Unidos va a seguir emitiendo gases efecto invernadero, incluso a tasas más elevadas, causando problemas en todo el planeta. Las emisiones son allá, pero los efectos son planetarios. Los que sienten los impactos con mayor dureza son los países tropicales que, en general, son los más vulnerables a afectaciones asociadas con el calentamiento global.
En tales condiciones, procesos atmosféricos como tormentas y huracanes se desarrollan con mayor fiereza, pero no solo estamos expuestos a mayores riesgos naturales, sino que somos más vulnerables; esto ya no se trata tanto del nivel del riesgo sino de qué tanto esté preparada la sociedad para reaccionar y prevenir desastres naturales.
A.N.: específicamente para Colombia, ¿cuáles son los principales riesgos?
G.P.J.: el país, por ejemplo, está perdiendo sus glaciares. Colombia hizo compromisos en el Acuerdo de París pero fue tímida: se comprometió a rebajar la deforestación en un 20 % para el 2030, una meta muy precaria y tardía.
Colombia debe frenar totalmente la deforestación, dado que esta, además de contribuir al calentamiento global, destruye la integridad del ciclo hidrológico de nuestras cuencas hidrográficas, exacerbando los impactos desastrosos de eventos hidrometeorológicos extremos, como los que detonaron las recientes tragedias de Mocoa y Manizales.
A.N.: ¿es urgente tomar decisiones más rápidas?
G.P.J.: el hecho de que Estados Unidos se salga del Acuerdo de París quiere decir que los problemas asociados con el cambio climático se van a agravar y a ocurrir mucho más rápido, por lo que las promesas que hicieron los gobiernos van a quedar cortas. Los planes de adaptación y mitigación deben ser mucho más urgentes.
La decisión de Trump es cobarde e inmoral, porque Estados Unidos ha sido el mayor contaminante de la atmósfera de la Tierra; es el causante de un tercio de los gases efecto invernadero que se han emitido, es el principal responsable de este problema, por lo que debería ser también el primer responsable en enfrentar la solución.
A.N.: ¿algún organismo internacional podría intervenir para revertir la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París?
G.P.J.: es difícil, porque el Acuerdo fue firmado en el contexto de las Naciones Unidas, y los principales líderes del mundo ya le han hecho saber a Estados Unidos que no se va a renegociar.
A.N.: ¿cómo hacer para que el presidente Trump entre en razón?
G.P.J.: veo cierta esperanza en algunos estados como California y Washington, así como en ciudades importantes y grandes empresas privadas que están tomando medidas para enfrentar el calentamiento global. Un alto porcentaje de la población estadounidense está en desacuerdo con la medida de Trump. Lo veo como la Guerra de Vietnam, que Estados Unidos no la perdió por falta de poderío militar sino por falta de apoyo interno. Ese descontento va a seguir creciendo.