Prevención escalonada baja el riesgo de consumo de SPA
Una prevención tipificada y escalonada, dentro de la que se encuentra la selectiva, indicada y ambiental o comunitaria, ha demostrado ser más efectiva que la convencional ante situaciones de consumo de sustancias psicoactivas (SPA).
Así lo revela el doctor Miguel Cote Méndez, especialista en Psiquiatría, docente titular del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien sostiene que la prevención universal, que se ha venido dando a lo largo de los años y en la que se interviene a toda la población sin segmentación alguna, ha demostrado que no es efectiva, y que incluso en algunos casos ha resultado contraproducente.
El docente se refirió al tema en la charla “Cuarentena y diagnósticos inesperados en consumo de sustancias psicoactivas en casa, una aproximación sistemática”, del programa #SaludUNALContigo, en la cual abordó, entre otros aspectos, los distintos tipos de prevención que promueven un estilo de vida saludable y una buena salud mental.
Sobre el tema, mencionó que durante este tiempo de confinamiento se ha registrado en los centros hospitalarios un aumento sorpresivo en el número de diagnósticos en pacientes con problema de consumo de SPA. Esto, debido a la preocupación de familiares al identificar conductas de síndromes de abstinencia en casa, irritabilidad o el estado alterado de la conciencia en algún otro miembro de la familia.
El experto de la UNAL recordó que estudios y análisis sobre la prevención de consumo de SPA han mostrado que las personas afectadas pueden ser tratadas por otras, no necesariamente especializadas, pero sí que demuestren interés genuino por trabajar con esta población.
Tres grupos de prevención
Según el especialista, la prevención se ha dividido en tres grandes grupos: la prevención selectiva, la indicada y la ambiental o comunitaria.
La primera de ellas se realiza sobre grupos vulnerables y se enfoca en casos detectados que presentan factores de riesgo, con el fin de volverlos protectores, lo que en psicología se conoce como “promoción de la salud”. Dentro de los factores más frecuentes en la juventud están los muchachos infractores de la ley, abandono del colegio, bajo rendimiento académico y familias disfuncionales.
Otra es la prevención indicada, que se hace sobre un grupo vulnerable, en el que el joven o la persona consumidora usa una sustancia específica, lo cual puede significar un abuso o una situación particular de consumo presentada frecuentemente al inicio.
Con esta prevención se evita que la persona evolucione a crear un cuadro de farmacodependencia, a la vez que se busca trabajar en el concepto de mitigación, desde la salud mental, que evita que los consumidores se desborden.
“Esto tiene que ver con los consumos controlados, la reducción del riesgo y del daño, en los que se debe hacer una valoración integral de la familia y ver qué situaciones lo llevan a consumir, puesto que en un caso común, en el que el consumidor es un joven, puede que el problema sea de la familia y no solo de él”, afirmó el especialista.
Un tipo de prevención adicional es el ambiental, el cual se trabaja desde la cultura inmediata del entorno cultural, social y físico. Parte de esto incluye tener presente las reglas o la legislación vigente, los mensajes de publicidad y el cine, y la baja de disponibilidad de las sustancias.
Antes de tocar fondo
“Antiguamente se esperaba a que el paciente ‘tocara fondo’, pero se ha demostrado que es algo poco efectivo ya que, para muchas personas tocar fondo es quedar con secuelas al poco tiempo de consumo, por eso hoy en día se habla en prevención basada en evidencia y en tratamiento escalonado”, señaló el doctor Cote.
Tal como lo explica el especialista, prevenir es tratar de mantener estilos de vida saludable en los niños y evitar que los que ya probaron SPA desarrollen dependencia. Ante esto, los expertos han identificado factores de prevención que se pueden aprovechar desde la temprana edad del niño.
Dentro de los factores protectores que se han encontrado destacan que el niño cuente con padres afectuosos, que sean compañeros de sus hijos, que jueguen y compartan con ellos; y el apego al colegio, donde el niño pueda socializar y le guste la interacción en ese entorno particular.
En la juventud, por su parte, se evidencia como factores protectores el buen manejo del tiempo libre de los jóvenes, la focalización de actividades sanas y que estos hagan entrenamiento en habilidades sociales.