Ayer globalizamos (USA), hoy… deslocalizamos (CHINA)
Hace un poco más de un año, al asumir el Presidente de Estados Unidos, las declaraciones iniciales del mismo dudaban sobre las ventajas que pudiera surgir, de concretar estructuras de los “Tratados” (globalizadores), Pero en el transcurrir de este año, las señales sobre el tema no parecen estar estrictamente en la misma línea.
La globalización reconoce, durante gran parte del siglo XX, ciertas propiedades y con dimensiones correlacionadas en: la economía, la política, lo cultural y la tecnología. (Ejemplo USA)
Las propiedades tienen que ver con su capacidad de actuar como fenómeno de integración económica, por su supuesta contribución a hacer a los países más interdependientes, Eso como resultante de la libre circulación de: bienes y servicios capitales, personas, ideas y tecnología.
La dimensión económica la da: un cierto desarrollo del flujo comercial, basado en la disponibilidad de materias prima y especialmente servicios, para finalmente impulsar la localización de la producción y comercialización (propia y ajena).
La dimensión política se traduce en el aumento de organizaciones supranacionales, que en el afán de participar en la elaboración de propuestas políticas y en la formulación de instrumentos reglamentarios, terminan, además, estableciendo limitaciones institucionales. Los temas de estudio que entran en la consideración son: manejo del agua, cambio climático, usos energéticos, etc. Aunque no se cambia la dimensión local.
La globalización, allá por los 2000, sorprendió con el inicio de una presencia de CHINA y otros emergentes gigantes. Arrancan con un estudio de la cadena de provisiones, mediante división en etapas y para ellas la búsqueda de productores en el mundo, según la mejor eficiencia y costo. Para atender el consumo local, se desarrollan partes de cadenas de valor y se busca impulsos por costos más bajos. Copiando los aspectos que otros países manejan mejor: buena gestión y tecnología y diseño. Está naciendo la deslocalización.
El salto de la globalización hacia la “deslocalización” tiene que ver con algunos factores que a continuación se examinan, pero que nacen por el desarrollo de la denominada “4ta. Revolución Industrial”
La “deslocalización”, según algunos diccionarios, es un término empleado hoy por muchos economistas para explicar en forma sencilla el traslado de actividades productivas desde países industrializados a países en desarrollo, caracterizados -estos últimos- por poseer trabajadores.. Por ejemplo: el trabajador desarrollará su tarea desde la distancia con la ayuda de un robot. Siendo claves la telerobótica y la telepresencia Alta velocidad en los cambios que se desarrollan. Los costos de transporte y de comunicación, caen. El precio final del comercio bajará, lo que estimulará el crecimiento económico y una mayor participación como usuario del consumidor social.