Al cobro de valorización en Bogotá le falta seguimiento y control
Según un informe de la Contraloría de la ciudad, de 140 obras planteadas solo se realizaron 41, por lo que gran parte de los recursos recaudados por cobro de valorización tuvieron que ser devueltos o están en ese proceso.
En el Concejo de Bogotá se discute el Proyecto de Acuerdo 335 de 2017, mediante el cual la Administración Distrital pretende un nuevo cobro por valorización de obras de infraestructura, que fija una contribución de un billón 376 mil 692 millones de pesos para trabajos viales, ciclorrutas, conexiones peatonales, corredores ambientales y parques, agrupados en cuatro ejes.
El debate en el cabildo de la ciudad se ha centrado en la conveniencia o no de este instrumento de recaudación, teniendo en cuenta la baja ejecución de las obras planteadas: 41 de 140. Además, los concejales hablaron de un sobrecosto de las obras que oscila entre el 50 % y el 150 %.
Al respecto, la contadora pública Edna Bonilla, profesora del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), resalta la importancia de la contribución por valorización para llevar a cabo los proyectos de ampliación y las nuevas obras que la ciudad necesita.
“Cuando se analiza lo que ha sucedido con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en los últimos 15 años, la valorización es el único instrumento que ha demostrado validez y efectividad; Bogotá no ha utilizado las demás herramientas”.
Para la profesora Bonilla lo que ha sucedido con el cobro de valorización es un “desgaste innecesario” porque en las últimas administraciones se han planificado las obras, se contabiliza cuánto sería el valor de valorización, se les cobra a los contribuyentes, pero finalmente no se realizan los proyectos.
En el debate de control político al estado de las obras realizadas en Bogotá por anteriores cobros de valorización y cupo de endeudamiento también se afirmó que el estatuto de valorización de la ciudad necesita una reforma de fondo, pues algunos consideran que este es un instrumento obsoleto.
Aunque la valorización es una contribución vieja, porque surgió en 1921, la profesora Bonilla señala que no es obsoleta: “todo lo contrario. Bogotá tiene que mirar su predial frente a ciudades grandes en el mundo y todavía sigue siendo bajo; los impuestos al suelo tienen mucho que dar; la plusvalía en la ciudad todavía tiene mucho terreno para crecer”.
Según esta situación, la académica manifiesta que el problema del cobro de valorización es la falta de mecanismos de seguimiento y control por parte de las autoridades: “si el Concejo aprueba la valorización debe también aprobar otros mecanismos de seguimiento que la ley contempla. Cuando se terminen las obras se debe presentar un informe de seguimiento a los proyectos”.
Los cuatro ejes que plantea el Proyecto de Acuerdo 335 de 2017, “por el cual se autoriza el cobro de una Contribución de Valorización por Beneficio Local para la construcción de un plan de obras” son:
1. El Eje Oriental El Cedro, con obras desde la calle 41 hasta la calle 134, entre la carrera séptima y la Autopista Norte, en el que se espera un recaudo de 673.408 millones de pesos.
2. El Eje Córdoba, con obras que van desde la calle 128 hasta la calle 170, entre la Autopista Norte y la Avenida Boyacá; en este eje se espera un recaudo de 312.323 millones de pesos.
3. El Eje San Francisco contempla obras entre la carrera 50 y la Avenida Boyacá, desde la AC 26 y la calle 22, con un recaudo estimado de 115.561 millones de pesos.
4. El Eje Zona Industrial, con obras de reconstrucción de vías en la Zona Industrial de Montevideo y Puente Aranda, para las cuales se espera un recaudo de 275.400 millones de pesos.