Al día sin carro le faltan pedagogía y obras viales
Al referirse al día sin carro, el profesor César Ruiz, del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) y experto en movilidad, sostuvo que la medida necesita complementarse con educación ciudadana, arreglo de vías e implementación y mejoramiento de accesos peatonales.
BOGOTÁ D. C., 04 de febrero de 2017 — Agencia de Noticias UN-
Cerca del mediodía de la jornada de día sin carro y moto en Bogotá, 472 conductores habían recibido comparendos por incumplir la medida. Algunos argumentaron que lo habían olvidado, otros que solo estaban a la vuelta de la esquina, entre otras excusas.
Para el profesor Ruiz, la medida –implementada desde el 2000– debería formar parte de una estrategia incorporada en los planes de desarrollo de los gobiernos de Bogotá, en la cual “exista una permanente comunicación con la ciudadanía; que la sociedad sepa que es una medida importante y le den la validez que se merece”.
En este sentido, aseguró que el éxito del día sin carro y sin moto depende del aumento de alternativas de movilidad como las bicicletas y el transporte público, entre otras.
“Es el día en el que se pone a prueba la capacidad operativa del transporte público; lo que se espera es que más usuarios lo usen, ya que éste se puede incrementarse hasta en un 50 %, lo que hace que los indicadores de uso sean más altos”, argumentó.
No obstante advirtió que un aspecto muy importante es que muchas veces las deficiencias del transporte público no solo están relacionadas con la capacidad del parque automotor, los conductores o la capacidad operativa administrativa de las empresas, sino con la interacción permanente con el transporte público, con el tránsito privado y de carga, que obviamente genera conflictos. “Esto hace que un día de restricción de circulación de carros y motos tienda a mejorar la velocidad en varios sectores”, añadió el docente.
Por otra parte, el día sin carro y sin moto es la oportunidad para que los bogotanos puedan hacer una reflexión de la capacidad viaria, de la calidad de las ciclorrutas y los corredores peatonales. Específicamente se esperan modificaciones en tres aspectos: movilidad, medioambiente e indicador económico.
Un día no es suficiente
El experto aseguró que un solo día no es suficiente para calcular el impacto que puede tener que los particulares no usen sus vehículos y motos. Otro factor que se debe observar es la calidad del aire, que si bien puede tender a mejorar en algunos indicadores, porque hay menos vehículos circulando, también en otros sectores o corredores de la ciudad se puede reducir por el aumento del transporte público que sigue siendo muy contaminante en emisiones, porque obviamente habrá mayor circulación de buses, observó.
Al respecto, consideró que los indicadores de calidad del aire son un poco relativos, dado que en un solo día no se podrá evaluar el impacto sobre la calidad del aire totalmente. “En realidad, el efecto de la contaminación atmosférica es mucho más compleja y no se debe ver reducida por unas horas en un día de bajo tránsito”, comentó.
Finalmente, frente a la propuesta de que se aumente a más días la medida, el docente recordó que la administración anterior intentó aumentar el número de días y repitió la jornada en el segundo semestre del año.
En su concepto, “la medida como reflexión sigue teniendo validez; obviamente empieza a tener un desgaste natural, porque ya no es novedoso como lo fue hace unos años, por lo que esas jornadas deberían estar acompañadas de una agenda pública mucho más amplia de pedagogía y de incentivos a otras formas de moverse en la ciudad”.