Protestas contra la retirada de Turquía de un convenio que previene la violencia de género
Mujeres de todo el mundo protestaron hoy contra la decisión del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, de retirarse del Convenio de Estambul, el primer instrumento vinculante en el mundo para prevenir y combatir la violencia de género.
Las acciones, que se desarrollaron principalmente de manera virtual, pero también presencialmente, coindicen con el décimo aniversario de la firma del convenio y fueron organizadas por grupos feministas y de derechos humanos.
Entre las actividades, hubo protestas y acciones frente a la embajada de Turquía organizadas por Amnistía Internacional en varios países como Reino Unido, Países Bajos, Austria, Italia y Bélgica.
“Exactamente diez años después de su firma, las mujeres hablan hoy con una sola voz para exigir que las autoridades turcas revoquen una decisión que pondrá en peligro la seguridad e incluso la vida de millones de mujeres y niñas”, declaró hoy Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“En las semanas transcurridas desde que el presidente Erdogan anunció su decisión de retirarse del Convenio de Estambul, se han estado uniendo las mujeres en Turquía y en todo el mundo. En lugar de sentirse amedrentadas, han salido a la calle. En lugar de sentirse desalentadas, se sienten estimuladas. Más que nunca, la gente está hablando del Convenio y comprendiendo su importancia”, agregó en un comunicado emitido por la ONG
El 20 de marzo último el mandatario turco firmó un decreto que entrará en vigor el 1 de julio para retirar al país del Convenio de Estambul, lo que suscitó críticas de sectores opositores de su país, Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y numerosas organizaciones por los derechos de las mujeres.
El Convenio de Estambul de 2011, promovido por el Consejo Europeo, es un instrumento jurídico común para todos los Estados miembros de la Unión Europea y otros países, que establece con claridad cuáles son los actos que deben ser penados y hace responsables a los Estados si no responden de manera adecuada.
En tanto, los sectores conservadores turcos alegan que el convenio perjudica la unidad familiar, fomenta el divorcio y que la comunidad LGTB utiliza sus referencias a la igualdad para ser más aceptada en la sociedad.
Amnistía denuncia que con el uso de un marco retrógrado y tergiversado de “valores familiares”, varios gobiernos intentan hacer retroceder los derechos de las mujeres y de las personas LGBTI en toda Europa.
“En la década transcurrida desde que se firmó, el Convenio de Estambul ha sido un instrumento crucial que ha contribuido a proteger a las mujeres de la violencia. La retirada significaría incertidumbre, temor y un peligro real para millones de mujeres y niñas en Turquía”, expresó Callamard.
Turquía fue el primer país que firmó y ratificó este tratado crucial que lleva el nombre de su mayor y más icónica ciudad y, si no revoca su decisión, será el primer país en abandonarlo.