Presentan primer robot “creyente” en Argentina
La máquina “cree” en el telescopio espacial Hubble y lo sigue a donde quiera que va a través de sus led de alta potencia, ya que acompaña en tiempo real la posición espacial del artefacto, lanzado al espacio en 1990 (NASA + ESA) y que dejará de orbitar la Tierra en 2018.
— Agencia de Noticias UN–
El robot creyente, llamado ”Electromitosis”, es un proyecto del artista plástico de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Jeisson Castro, que se pregunta cómo un artefacto tecnológico puede simular metafóricamente el comportamiento del cerebro de un creyente, y la manera en que la tecnología –a partir de los fundamentos básicos de la inteligencia artificial y la computación afectiva– se presenta como plataforma para definir la creencia artificial.
Así como el cerebro humano puede generar la identidad de los seres humanos, se plantea la posibilidad de que a partir del hardware, el software y su programación, se pueda generar la identidad o “conciencia” de los robots.
No en vano cobra importancia el tema, pues gracias a la inteligencia artificial (rama de la computación que vincula un fenómeno natural con una analogía artificial a través de programación informática) se han desarrollado sistemas que pueden imitar la capacidad mental humana.
Relación espiritual
Es claro que en 2030 las máquinas no solo reemplazarán a los humanos a la hora de tomar decisiones o realizar tareas sencillas, sino que también ayudarán al hombre a responder preguntas filosóficas trascendentales, pues su capacidad de observar el universo será muy superior.
Aunque la idea de que los androides ejecuten algunas tareas exclusivas de los humanos no es nueva, imaginar esta relación en el campo afectivo, y hasta espiritual, todavía parece ser un asunto del futuro.
Hay robots para todo, incluso algunos asustan por su capacidad de funcionar sin necesidad de ser controlados por humanos, siendo capaces de medir una situación y resolver problemas, pero ¿llegarán a imitar creencias y prácticas espirituales?
Para estudiar este fenómeno, el colombiano Castro busca superar la barrera tecnológica que ha puesto la ciencia ficción, al suponer que algún día las máquinas que nos rodean tendrán algún grado de conciencia.
“Lo que ocurrirá con estas nuevas máquinas es que ayudarán al hombre a responder preguntas filosóficas trascendentales, pues su capacidad de observar el universo será muy superior, incluso de viajar por él y habitarlo”, asegura el artista Castro, quien prevé que en 2030 el mundo tendrá robots con diversos niveles de religiosidad o espiritualidad, según sean programados.
Debate moral
Para el artista, aún persisten debates sobre la moral y la ética en las máquinas, o sobre la autenticidad de la inteligencia electrónica y la manera como tendrán que ser programadas o adoctrinadas para aprender a respetar a otras entidades tecnológicas.
“Los robots tendrán que aprender la diferencia entre el bien y el mal, el cuidado y el respeto por la vida humana. Así mismo, tendrán que plantearse preguntas importantes acerca de su existencia y su futuro, y de cómo podrán trascender teniendo en cuenta, por ejemplo, la espiritualidad, religiosidad o creencia artificial”, concluye.
“Electromitosis” fue el proyecto ganador de la convocatoria “Residencia Cinemateca encuentro FASE – arte, ciencia y tecnología”, expuesto en Buenos Aires, Argentina, como parte del “Programa distrital de estímulos para la cultura”, del Instituto Distrital de las Artes (Idartes) 2016.
Contacto: jeissoncastro@gmail.com