Salud

Cómo erradicar los gérmenes

Los tres pilares básicos para acabar con los gérmenes es una limpieza a fondo, un correcto almacenamiento y una buena cocción.

Muchos gérmenes tienen menos posibilidades de prosperar si se almacenan en un lugar fresco. Sin embargo, la mayoría de ellos muere durante la cocción por el elevado calor.

Cualquiera que lleve platos de pescado, carne, salchichas o huevos a un picnic debe transportarlos en una nevera, señala la revista “Test” (número 8/2020).

Los alimentos perecederos, las ensaladas ya cortadas y las frutas en rodajas, especialmente el melón, también deberían conservarse y transportarse a baja temperatura.

En verano, la nevera debe estar puesta un poco más baja que los habituales 5 a 7 grados. Además, es mejor cubrir los alimentos abiertos y limpiar de vez en cuando el frigorífico con agua caliente y vinagre. Los alimentos congelados también deben descongelarse en el refrigerador, retirando el embalaje pero bien cubiertos.

La limpieza en la cocina es esencial. Si una tabla de cortar, un cuchillo o un plato ha entrado en contacto con alimentos crudos, debe lavarse con detergente y agua caliente.

El agua de descongelación se vierte en el fregadero y se enjuaga con agua caliente. Las tablas de madera deben secarse de forma ventilada y conviene disponer de tablas diferentes para la carne y la fruta y verdura crudas. Lavarse las manos antes y después de preparar los alimentos también es una medida importante.

El calor mata la mayoría de los gérmenes

El calor mata muchos gérmenes, por ejemplo, cuando la carne y el pescado se cocinan bien antes de comer. Para saber cuándo la carne está bien cocinada, basta observar que el jugo que suelta es claro. En el caso de las aves se vuelve blanquecino, en el del cerdo, un gris rosáceo y en el de la carne de vacuno, un gris amarronado.

El pescado cocinado deja de ser vidrioso y se puede cortar fácilmente.

Las bayas congeladas también conviene calentarlas antes de comer.

Al moho, sin embargo, no le importa el calor. Si aparece aunque sea tan sólo en una pequeña área de la comida, hay que tirarla toda a la basura. Las nueces o las especias, sin embargo, no necesariamente muestran moho. Si presentan un olor amargo o a humedad, deben ser desechadas.

Dado que algunos patógenos también se encuentran en los productos lácteos crudos, las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas mayores o las personas con un sistema inmunológico delicado deben evitarlos.

Asimismo cuando se toman alimentos que contengan huevo solo debe hacerse si este ha sido cocinado completamente.

Las personas sensibles también deben eliminar de su dieta el pescado ahumado o marinado y lavar y pelar los alimentos crudos que crecen en contacto con la tierra, como los pepinos o las zanahorias

dpa

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