Medio Ambiente

Una fuerte actividad volcánica enfrió la Tierra 13.000 años

Un enfriamiento drástico de la Tierra hace 13.000 años, que bajó las temperaturas en unos 3 grados centígrados, coincidió con una fuerte actividad volcánica.

Según publican en Science Advances investigadores de la Universidad de Houston, la Universidad de Baylor y la Universidad de Texas A&M, la evidencia de aquel evento está enterrada en una cueva en el centro de Texas, donde los sedimentos han preservado firmas geoquímicas únicas de antiguas erupciones volcánicas que habían sido confundidas con impactos extraterrestres.

“Este trabajo muestra que la firma geoquímica asociada con el evento de enfriamiento no es única, sino que ocurrió cuatro veces entre 9.000 y 15.000 años atrás –explica Alan Brandon, profesor de Geociencias de la Universidad de Houston–. Por lo tanto, el desencadenante de este evento de enfriamiento no vino del espacio. La evidencia geoquímica previa de un gran meteorito explotando en la atmósfera refleja un período de grandes erupciones volcánicas”.

Después de que un volcán hace erupción, la propagación global de aerosoles refleja la radiación solar entrante lejos de la Tierra y puede conducir a un enfriamiento global posterior a la erupción durante uno a cinco años, dependiendo del tamaño y los plazos de la erupción.

El estudio indica que el episodio de enfriamiento, conocido científicamente como ‘Dryas Reciente’, fue causado por numerosos procesos coincidentes basados en la Tierra, no por un impacto extraterrestre.

“El ‘Dryas Reciente’, que ocurrió hace unos 13.000 años, interrumpió el calentamiento distintivo al final de la última edad de hielo”, señala el coautor Steven Forman, profesor de Geociencias en la Universidad de Baylor.

El clima de la Tierra puede haber estado en un punto de inflexión en el ‘Dryas Reciente’, posiblemente debido a la descarga de la capa de hielo en el Océano Atlántico Norte, la cubierta de nieve mejorada y las poderosas erupciones volcánicas que pueden haber combinado un enfriamiento intenso del hemisferio norte, apunta Forman.

“Este período de enfriamiento rápido está asociado con la extinción de varias especies, incluidos los mamuts y los mastodontes, y coincide con la aparición de los primeros ocupantes humanos de la tradición Clovis”, recuerda el coautor Michael Waters, director del Centro para los primeros estadounidenses en la Universidad de Texas A&M.

Los científicos Brandon de la Universidad de Houston y el candidato a doctorado Nan Sun, autor principal, realizaron el análisis isotópico de los sedimentos recolectados de la Cueva de Hall en el Texas Hill Country.

El análisis se centró en mediciones difíciles en las partes por billón de osmio y niveles de elementos altamente siderófilos, que incluyen elementos raros como iridio, rutenio, platino, paladio y renio. Determinaron que los elementos en los sedimentos de Texas no estaban presentes en las proporciones relativas correctas que un meteorito o asteroide había agregado a la Tierra.

Eso significaba que el enfriamiento no pudo haber sido causado por un impacto extraterrestre, sino que tenía que haber sucedido algo en la Tierra. “La firma del análisis de isótopos de osmio y la proporción relativa de los elementos coincidieron con los reportados previamente en gases volcánicos”, señala Sun.

Kenneth Befus, vulcanólogo de la Universidad de Baylor, agrega que “estas firmas probablemente fueron el resultado de grandes erupciones en todo el hemisferio norte, incluidos volcanes en las Aleutianas, cascadas e incluso Europa”.

“Estaba escéptico. Tomamos todas las vías posibles para llegar a una explicación alternativa o incluso evitar esta conclusión –reconoce Brandon–. Una erupción volcánica se consideró una posible explicación, pero en general se descartó porque no había una huella geoquímica asociada”.

Una causa volcánica para el ‘Dryas Reciente’ es una idea nueva y emocionante, destaca. Sin embargo, si una sola erupción importante de un volcán podría impulsar el enfriamiento observado, sigue siendo una pregunta abierta, reconocen los investigadores.

Las erupciones volcánicas causan su enfriamiento más severo cerca de la fuente, generalmente en el año de la erupción, con un enfriamiento sustancialmente menor en los años posteriores a la erupción.

El enfriamiento de ‘Dryas Reciente’ duró aproximadamente 1.200 años, por lo que una causa eruptiva volcánica única es un factor iniciador importante, pero se necesitaron otros cambios en el sistema de la Tierra, como el enfriamiento de los océanos y más cobertura de nieve para mantener este período más frío, continúa Forman.

Esta investigación subraya que la variabilidad climática extrema desde la última edad de hielo se atribuye a controladores únicos con destino a la Tierra en lugar de mecanismos extraterrestres. Tales ideas son una guía importante para construir mejores modelos del cambio climático pasado y futuro, concluyen.

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