Tumaco, vulnerable ante un tsunami
Los materiales de construcción y la ubicación inadecuada de algunas viviendas del municipio evidencian una alta fragilidad en caso de presentarse este tipo de desastre natural.
1906 y 1979 ocurrieron cuatro tsunamis en Tumaco, época en la que la población de la zona era menor. Pero hoy el municipio tiene cerca de 200.000 habitantes urbanos y rurales, además de una alta población flotante.
Pese a esto, el profesor Gil agrega que las autoridades no tienen estrategias establecidas para atender ese tipo de amenaza.
Una parte del estudio consistió en determinar la vulnerabilidad física mediante un muestreo de 500 edificaciones. Se encontró que muchas de las viviendas evaluadas cuentan con apoyos palafíticos, es decir que están apoyadas en pilares o estacas construidas sobre los cuerpos de agua; también hay construcciones con mampostería simple, y las más tecnificadas cuentan con pórticos de concreto.
“Las edificaciones son muy frágiles, en especial las que están asentadas en el mar, porque tienen una construcción artesanal que no cumple ninguna norma constructiva y no tiene una mayor resistencia a cargas horizontales como sismos y tsunamis”, puntualiza el docente.
A esto se suma que el puente El Pindo –que conecta las islas de El Morro y San Andrés de Tumaco con el continente– es la única ruta de evacuación posible ante este tipo de eventos, pero solo tiene un ancho útil de nueve metros, por lo que es insuficiente para garantizar una adecuada movilidad ante una evacuación masiva.
Además de conocer las condiciones físicas reales de las edificaciones del municipio, el estudio adelantado por la U.N. hará recomendaciones técnicas a nivel de refuerzo estructural que sirvan como insumo para un manejo integral del riesgo que contemple sistemas de evacuación adecuados.
Por ejemplo se podrían ampliar los puentes de comunicación con el continente y crear más rutas de evacuación, incluyendo rutas verticales, que son torres con plataforma y rampas a las que las personas puedan subirse rápidamente para escapar de las olas que lleguen en un eventual tsunami.