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Tenemos un chiste de alcalde

Hace unos días nuestro alcalde dijo en declaración pública “…va a comenzar la gente a caer muerta como moscas”, con su tono burlón y ordinario. Muchos lo aplaudieron, leí y escuché cosas como “tiene razón, es que la gente no respeta y pasa en la calle”.

Es verdad, hay personas que no comprenden la situación, no son responsables y sin ninguna justificación salen a la calle. Pero también es verdad que mucha gente está en la calle porque tiene hambre y problemas, que no pueden solucionar porque no pueden salir a trabajar. De acuerdo al DANE, trimestre móvil 19 de diciembre de 2019 – febrero 20 de 2020, Cartagena tiene 251 mil personas en la informalidad.

Pero el vaticinio de que “los cartageneros comenzaran a caer muertos como moscas” se podría cumplir no solamente porque la gente no se está quedando en sus casas, sino porque Cartagena NO CUENTA con los recursos médicos necesarios para atender un pico de enfermos de esta pandemia.

Mientras a fecha de hoy, la alcaldesa de Bogotá Claudia López, tiene operativo y listo a Corferias como centro hospitalario transitorio para atención de media y baja complejidad a pacientes no contagiados con Covid-19, para evitar el contagio de más personas y así dejar libres las clínicas y hospitales para que en estos sean atendidos los enfermos por Coronavirus en el momento del pico de la pandemia. En este momento tiene habilitadas 500 camas de las 2000 que están en proceso de entregar listas.

Aquí al lado, en Barranquilla, el alcalde Jaime Pumarejo compró y está habilitando en dos centros hospitalarios, 130 camas de cuidados intensivos nuevas. Ya instaló un hospital de campaña en el Centro de Eventos Puerta de Oro, con 600 camas con todos los equipos para atención de complejidad media y alta para pacientes contagiados con Covid-19.

¿Y Cartagena? Nuestra realidad es aterradora. La ciudad tiene 217 camas de cuidados intensivos, distribuidas en todas las clínicas y hospitales de la ciudad. De estas, 207 pertenecen a clínicas privadas y 10 a centros hospitalarios públicos.

Pero de estas 217 Unidades de Cuidados Intensivos, 174 (el 80%) están ocupadas por enfermos con otras patologías. Lo que quiere decir que, sí hoy se contagian 60 personas de Covid-19 que necesiten Unidades de Cuidados Intensivos, se mueren 17 porque sólo hay disponibles 43 camas de cuidados intensivos. Y estas 17 no se morirían simplemente a causa de la enfermedad sino porque, literalmente no hay equipos médicos para salvarles la vida.

Y si en cinco días nos ocurre como en Italia o en Nueva York (Dios no lo quiera) y se nos enferman en Cartagena 500 personas, que requieran cuidados intensivos, caerán muertas como moscas 457 personas, porque NO HAY en Cartagena camas, equipos y Unidades de Cuidados Intensivos para atenderlas.

Es verdad, la ciudadanía cartagenera podría caer muertas como moscas, gracias a la pésima gestión de nuestro alcalde y su gabinete.

Y no me vayan a salir con el cuento de la corrupción. Sí, Cartagena estuvo y está plagada de corrupción, no tenemos hospitales ni centros médicos en los barrios, debido a que administraciones anteriores se robaron la plata. Eso lo sabemos todos, en este momento no necesitamos un alcalde que lo diga en un vídeo, desde hace mucho tiempo Cartagena y el resto del país lo sabe. Es evidente.

Esta crisis requiere la habilitación de un gran número de camas nuevas, la compra de respiradores, la adquisición de Unidades de Cuidados Intensivos. Eso es lo que están haciendo frente a esta pandemia en todos los países y ciudades, China, Italia, Estados Unidos, Nueva York, París, Medellín, Barranquilla… ¿Y Cartagena? NADA.

Aquí nuestro alcalde sale a dar declaraciones absurdas, vulgares, carentes del profesionalismo y seriedad que DEBE tener un mandatario y principalmente, la actitud seria y coherente que tendría que asumir hoy ante esta pandemia mundial.

La poca seriedad, el folclor y las cortinas de humo que arma para ocultar y evitar hablar de este tema. Para evadir las respuestas de por qué Cartagena hoy no cuenta con los equipos médicos que se necesitan. Y eso es preocupante.

Es indignante que haya salido primero un contrato por una APP para celular y no un contrato por la compra de camas de cuidados intensivos.

Es cierto, el Concejo de Cartagena ha tenido corrupción, concejales presos, conductas poco correctas, eso también lo sabemos todos, pero en esta ocasión el Concejo de Cartagena tiene razón. Los concejales le han preguntado una y mil veces a Dau:

¿Para cuándo las camas nuevas que se requieren?

¿Cuántas Unidades de Cuidados Intensivos planea comprar?

¿Dónde las van a instalar?

¿Cuándo las van a instalar?

¿Será que van a hacer centros hospitalarios transitorios para atender los momentos de crisis de la pandemia?

Las respuestas de Dau son: “malandrines corruptos”, “no me dejan trabajar”, “me están persiguiendo” ¿No lo dejan trabajar? ¿Acaso alguien le impide hacer los contratos? La emergencia pública le permite hacer los contratos prácticamente a dedo. La respuesta, como un líder sensato debería ser: “son tantas camas, será habilitadas en tal parte, se piensan comprar con estos recursos, el contrato el número…”. Y evidenciar su gestión. El trabajo habla solo. Cartagena ya debería tener instalado un hospital de campaña igual que en Barranquilla y el resto de ciudades del país… ¿Aquí ya salió el contrato?

Por eso, arma una cortina de humo mediática y en redes sociales, con insultos y acusaciones de persecución. Por eso le tiene miedo y evita el control político, porque no tiene respuestas ni acciones ante las soluciones que se necesitan para salvar vidas.

Mientras los alcaldes de las principales ciudades del país trabajan sin descanso y su trabajo es real, visible y tangible, William Dau sale a dar declaraciones apocalípticas sin tener soluciones. El alcalde en esta pandemia NO ESTÁ HACIENDO SU TRABAJO.

Desafortunadamente los cartageneros no le están exigiendo a Dau que haga su trabajo. El pueblo cartagenero está igual que el vídeo de los negros y el ataúd. En nuestro caso, quienes llevan el ataúd bailando son Dau y su equipo, mientras Cartagena va dentro del féretro bailando y aplaudiendo todos los discursos ordinarios y vulgares que dice nuestro alcalde. Y para rematar, hacen ¡Hurra! Cuando Dau grita “corrupto malandrín”.

William Dau es un chiste de mandatario delante del alcalde de Medellín, Daniel Quintero. Hace cuatro días, el burgomaestre de Medellín sacó las medidas que regirán a partir de hoy en su ciudad. Anticipándose a las disposiciones nacionales. Hoy amaneció Medellín conociendo exactamente cuantas obras de construcción se van a reanudar en Medellín y su área metropolitana. 80 públicas y 378 privadas. Asimismo, el sector manufacturero.

Hoy todas tienen permiso para funcionar, fueron inspeccionadas físicamente para constatar si es verdad que cuentan con los requisitos de ley, bioseguridad y desinfección que se exige. No se limitaron a que las empresas envíen un formulario y entreguen documentación, desde hace cuatro días hicieron la verificación física de todo esto.

No contentos con la inspección inicial que hicieron hace aproximadamente cuatro días, tienen establecido un protocolo operativo de seguimiento y revisión del cumplimiento de las medidas. También un seguimiento a los contagios dentro de estas empresas.

También tienen una plataforma web y aplicación móvil “Medellín me cuida”, en la que las empresas para que pudieran comenzar a trabajar hoy tenían que registrar a todos los empleados que reanudaran labores. Mientras aquí, Dau en su declaración de prensa le pide el favorcito a las empresas que les digan a sus empleados que bajen y se registren en la aplicación para tenerlos ubicados ¿Notan la diferencia? En Medellín es requisito que las empresas entreguen, diligencien y digiten sus bases de datos de empleados que comienzan a trabajar, para tener permiso e iniciar labores. Aquí en Cartagena, es una solicitud amable que el Distrito le hace a los empresarios.

Hoy el alcalde de Medellín hace uso de la Big Data e inteligencia artificial para hacer cercos epidemiológicos. Daniel Quintero sabe en este momento los nombres, cédula y ubicación de todos los empleados que hoy iniciaron labores en las empresas permitidas.

Con esto puede controlar si son personas en riesgo, con cercanía a contagiados o focos de contagio. Esta base de datos la tiene la policía en la aplicación móvil y pueden verificar si una persona que se encuentre en la calle tiene permiso para ir a trabajar.

Al metro solo pueden ingresar quienes tengan una tarjeta cívica especial. La tienen los empleados que hoy tienen permiso de trabajo, empleados del sector salud, gubernamentales, ciudadanos que no estén dentro del cerco epidemiológico y otros.

El alcalde de Medellín hace esta restricción porque es consciente que el transporte público es un gran foco de contagio. Con esta medida puede controlar completamente quien se sube al metro y minimizar los contagios ¿Transcaribe tiene una tarjeta cívica especial que permita que sólo usen el servicio personas que no hagan parte de un cerco epidemiológico?

Mis preguntas son:

¿Dau sabe exactamente cuántas empresas comienzan a trabajar hoy?

¿Nuestro alcalde tiene el listado de todos los empleados autorizados por las empresas para trabajar?

¿Ya el Dadis y entes competentes hicieron las revisiones y supervisiones necesarias para evidenciar que las empresas cumplen con los requisitos de bioseguridad?

Desde hace más de tres días el alcalde de Medellín tiene toda esa información. Hizo las supervisiones necesarias y tiene su ciudad controlada ¿Será que hoy William Dau tiene Cartagena igual de organizada? La rotunda respuesta es NO. El Decreto 0551 que va a regular el funcionamiento de las empresas que se supone comienzan a trabajar hoy, apenas salió ayer ¡AYER!

Y fue a partir de hoy ¡HOY! Que la alcaldía habilitó una página web para que las empresas se registren y le envíen al Dadis los documentos en los que consten que tienen inscritos sus protocolos de seguridad ante el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.

Eso quiere decir que, a fecha de hoy, 27 de abril, el Dadis no ha ido a las empresas a revisar los protocolos de bioseguridad porque el decreto salió ayer y las empresas apenas se están registrando en la página web.

Mientras Medellín hace tres días ya tienen las empresas y empleados registrados, tarjetas de metro habilitadas y ya les hicieron la visita a las empresas ¿Será que en Cartagena están improvisando?

Daniel Quintero es un alcalde serio y profesional, que sabe lo que hace, que cuida sus ciudadanos; respetuoso y que no arma escándalos vulgares en redes sociales para ganar popularidad. Quintero simplemente trabaja por su ciudad con absoluta responsabilidad y su trabajo habla solo. Es importante señalar que Medellín tiene aproximadamente 2.500.000 habitantes, más del doble que Cartagena.

William Dau y su equipo de incapaces sólo están improvisando mediocremente, muy mediocremente. Cada medida que implementan en esta crisis es deficiente y desacertada. Parece que todo esto para ellos fuera un juego o puro folclor.

Ni siquiera son capaces de hacer un simple cronograma de pico, cédula y género ¿No les da vergüenza? Hoy debería estar implementado correctamente el cronograma de salida de la ciudadanía. Pero tenemos uno “temporal” porque se han equivocado DOS VECES. Se supone que hoy mismo Dau hará personalmente el nuevo cronograma porque su equipo de trabajo no fue capaz, les quedó grande el pico, cédula y género.

Somos un triste chiste de ciudad. Y como decía la abuela de mi amiga Carmen Luz, “el que falla en lo pequeño, falla en lo grande”. Sino pueden con un cronograma de pico, género y cédula, imagínense como les va a ir con un contagio masivo y una crisis hospitalaria por la pandemia.

Un gabinete de gobierno inexperto en lo público, que les quedó grande el puesto, corruptos autonombrados verticales e impolutos, lobos disfrazados de ovejas aprovechando la crisis para robarse el presupuesto de la ciudad. Secretarios que se creen influencers de Instagram y Facebook, sólo buscan ganar likes y seguidores con publicaciones vacías, pantalleras y populistas.

Un Secretario de Hacienda que piensa que lo contrataron para dar clases de economía, que lo único que sabe hacer es dar las cifras de la pobreza en Cartagena, con voz, entonación y actitud de “Premio Nobel de Economía”.

Cifras que todos sabemos, antes que él fuera Secretario de Hacienda. Y el que no se sabe las cifras de memoria, las sufre, las vive en carne propia, en su día a día, el 59% de los ocupados de Cartagena son informales, los mismos que hoy no pueden salir a trabajar y que están pasando hambre.

Un Secretario de Hacienda que no aterriza al cargo que tiene y sobre todo a la realidad de la Cartagena de hoy, a raíz de una pandemia mundial. En vez de estar concentrándose solamente en cobrar los impuestos que los cartageneros no han pagado y que no van a pagar por ahora, con esta literal “mondadera” como dicen coloquialmente, con el actual desempleo y el hambre que vive la ciudad.

Este secretario debería estar trabajando en equipo con otras secretarias en cómo generar salvavidas para que no se quiebren las pequeñas empresas. Analizando como con los pocos recursos que cuenta el Distrito puede dinamizar la economía para que la ciudad no caiga en la literal miseria. Debería estar trabajando en las posibles estrategias para reactivar sectores de la economía en el post pandemia.

Pero no, el señor se dedica simplemente a cobrar impuestos y dar “cátedra” en redes sociales sobre la situación económica de Cartagena.

Una Secretaria General, que con muy poca modestia se autodefine como una mujer vertical y transparente, no me gusta meter la religión en esto, pero ni el mismo Jesucristo se autosantificaba en total rectitud, recordemos la enseñanza de la primera piedra y otras más.

Ella es tan vertical, que con el dedo bien recto ha adjudicado contratos demasiado cuestionados (que en unos años seguramente veremos con procesos en las ÍAS), igual de cuestionados a los de otros gobiernos malandrines, con sobrecostos en los productos y acusaciones de amiguismos en la otorgación de los contratos.

Con Manolo el PAE se lo adjudicaron a una ferretería, con Dau las ayudas alimentarias a una papelería ¿Cuál es la diferencia en el nivel de malandrinaje?

Una Secretaria General que es pura retorica y que tiene delirio de influencer de Instagram. Utilizando lo poquito que hace en su cargo público para ganar seguidores.

Y como he dicho varias veces, salió primero el contrato de la App Móvil que el de Unidades de Cuidados Intensivos ¿Qué necesita un enfermo de Covid-19 una app o un respirador? ¿Qué necesita el artesano que no ha podido salir a trabajar una App o una ayuda económica?

Si en Cartagena las personas empiezan a caer muertas como moscas, es su absoluta responsabilidad señor alcalde, porque hoy Cartagena no está preparada para enfrentar el pico de la enfermedad ni un colapso hospitalario. Deje de improvisar y haga las cosas bien. Pellízquese, deje de pendejear y aterrice, mire lo que hacen sus homólogos y trabaje.

0 comentarios en «Tenemos un chiste de alcalde»

  • Excelente articulo. 100% describe la realidad de la actual administración ??
    Muy triste pero estoy 100% de acuerdo con lo que escribe esta persona.

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  • En nada se puede comparar Cartagena con Medellín
    El alcalde de Medellín está trabajando en llave con gobernación, diputados, concejales y una ciudadanía con sentido de pertenencia
    Acá con concejales, gobernación y diputados contrarios y una ciudadanía sin sentido de pertenencia

    Respuesta
  • Es absurdo comparar a Medellín, ciudad ejemplo del país con una buena cultura ciudadana y bajo índice de desempleo , con lastimosamente nuestra ciudad falta de cultura y corroída por la corrupción de anteriores administraciónes , que fácil es juzgar ahora , por qué no lo hacías antes ?

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  • Pingback: Ya están cayendo como moscas - The Cartagena Post

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