Residuos de llantas optimizarían desempeño de asfalto en zonas lluviosas
El grano de caucho reciclado reduciría el desgaste de los concretos asfálticos drenantes, los cuales evitan que el agua se apose sobre la vía en temporadas invernales.
“La investigación se concentró en utilizar una mezcla que mejorara el desempeño del asfalto ante el paso del agua, para emplearla en zonas lluviosas como Bogotá”, explica la profesora Gloria Inés Beltrán, del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola, Sección de Geotecnia, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
Una mezcla muy compacta, como la que se emplea en los pavimentos que recubren las vías del país, impide el drenaje del agua superficial, lo que forma una película sobre la carpeta de rodadura que interfiere en la interacción de la llanta con la superficie del pavimento. En esa medida, el desarrollo también reduciría la accidentalidad en las vías por cuenta de un fenómeno conocido como hidroplaneo, en el que se reduce la capacidad de frenar.
Aunque existen otras mezclas que cumplen con la misma función, se trata de asfaltos polimerizados costosos, de ahí que la tecnología desarrollada en la U.N. sería muy útil para llevar a cabo estos procesos, además de ayudar a disminuir los impactos sobre el medioambiente que generan las llantas desechadas.
Pese a que esta mezcla tiene una alta viscosidad que dificulta su elaboración y la hace poco fluida, a la hora de evaluar su desempeño resultó ser mucho más eficiente que otras similares.
Combinación efectiva
Cuando las llantas llegan a las plantas especializadas en la producción de grano de caucho se someten a un proceso en el que se les retiran los componentes metálicos, seguido de sucesivos ciclos de trituración. La adición del grano de caucho al asfalto, a su vez, se hace en otras plantas adaptadas para esos fines.
Cuando el asfalto modificado con el grano de caucho se calienta a unos 180 oC y los agregados a 140 oC, estos componentes se integran para que los granos de roca queden cubiertos por el bitumen (asfalto caliente).
El proceso incluye la elaboración de distintas muestras de concreto drenante, con el fin de evaluar su permeabilidad a partir de una técnica de impedancia electroquímica, en la que se permite el flujo de agua a través del concreto asfáltico, tras inducir corriente en una solución salina. También se hicieron análisis tomográficos para establecer los niveles de porosidad.
“La combinación de ambas técnicas permite establecer relaciones directas entre los niveles de porosidad y la conductividad hidráulica, con la ventaja de que permite conservar las muestras, dado que son técnicas no destructivas”, precisa la docente.
Como la tomografía computarizada permite tomar un registro visual de imágenes cada 2 mm, la caracterización de la muestra es muy completa, por lo que se identificaron con gran exactitud aquellas zonas con vacíos y las que estaban ocupadas por los agregados y por el asfalto.
A diferencia de las mezclas drenantes con asfalto convencional, el proceso que se llevó a cabo en la U.N. permitió obtener mezclas más estables, menos deformables y con mayor resistencia en presencia de agua.
Dado que instituciones como la Alcaldía Mayor de Bogotá y el IDU exigen que el grano de caucho se utilice en proporciones de hasta el 25 % de metro cuadrado en obras viales del Distrito, la mezcla desarrollada en la U.N. contribuiría a optimizar el desempeño de los concretos asfálticos en las áreas más lluviosas de la ciudad.