¿Puede la menopausia temprana dar lugar a una peor función física?
Saionara Maria Aires da Câmara, Federal University of Rio Grande do Norte (Brazil) y Javier Jerez-Roig, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Con el envejecimiento progresivo de la población, aumenta el interés por investigar los factores que pudiesen afectar la función física de las personas a medida que se hacen mayores.
Pero, ¿qué es exactamente la función física? Esta está considerada una de las señas de identidad del envejecimiento saludable. Se sabe que, a medida que cumple años, una persona con mala función física tiene más probabilidad de necesitar ayuda o apoyo para realizar las actividades básicas de su vida diaria. La consecuencia de ello es que su calidad de vida empeora.
Pero si hay un sector poblacional en el que los cambios en la función física suponen una especial preocupación es el compuesto por las mujeres mayores.
Las mujeres suelen vivir más que los hombres, pero tienden a mostrar deficiencias físicas más acentuadas en edades avanzadas. Además, la disminución de la función física parece comenzar entre las mujeres a edades más tempranas que entre los hombres. Generalmente durante los períodos del climaterio y de la menopausia.
La menopausia y los cambios hormonales que la caracterizan parecen estar involucrados en esta aceleración del declive funcional que se observa en las mujeres alrededor de la quinta década de la vida.
El papel de la menopausia en el declive de la función física de las mujeres
La menopausia se caracteriza por suponer el final de la fase reproductiva de una mujer. Se define como la ausencia de ciclos menstruales durante, al menos, un año. La edad promedio en la que ocurre varía según las diferentes poblaciones. Además, se ve afectada por las condiciones sociales y la historia de vida.
En España, la edad media a la que una mujer comienza la etapa de la menopausia se sitúa en torno a los 52 años, mientras que en países de América Latina, como Brasil o Colombia, la edad media desciende hasta los 48 años.
En algunas situaciones, la menopausia se produce de forma antinatural. Uno de los ejemplos más habituales se da tras una extracción de útero (cirugía de histerectomía) y/o los ovarios (ooforectomía) por diversos problemas de salud. Sin embargo, ya sea de forma natural o quirúrgica, la menopausia se acompaña de cambios hormonales repentinos y significativos. Estos afectan o pueden llegar a afectar a varios aspectos de la vida de la mujer.
Uno de los muchos cambios de los que hablamos es la caída de los niveles de estrógenos, que son particularmente importantes para la función física. Los músculos esqueléticos contienen receptores de estrógeno, por lo que la reducción de esta hormona contribuye a la reducción de la fuerza y el volumen muscular. Estas condiciones se dan a menudo en las mujeres posmenopáusicas.
Por lo tanto, en caso de aparición de la menopausia a una edad más temprana, puede tener un efecto importante en su función física durante el resto de su vida.
La menopausia precoz y prematura
Cuando la menopausia ocurre antes de los 45 años de edad, se define como menopausia precoz. Por su parte, cuando ocurre antes de los 40 años, nos referimos a ella como menopausia prematura.
Una menopausia precoz o prematura, ya sea natural o quirúrgica, hace que estas mujeres pasen más años de su vida en una situación de hipoestrogenismo. Tal condición puede contribuir de forma acumulativa a peores resultados de función física en los años posteriores de vida.
Algunos estudios han encontrado que dos medidas importantes de la función física, como la fuerza muscular y la velocidad de marcha, se ven reducidas entre las mujeres mayores con menopausia temprana en comparación con las mujeres que tuvieron la menopausia alrededor de los 50 años.
Además, las mujeres mayores que tuvieron menopausia quirúrgica antes de los 40 años o menopausia natural antes de los 45 también tienen mayor dificultad para realizar actividades básicas de la vida diaria. Ejemplos de ello pueden ser subir escaleras, levantarse de una silla o cargar objetos pesados.
Aún existen pocos estudios sobre los mecanismos que interfieren entre la menopausia temprana y el envejecimiento prematuro. En cualquier caso, la aparición de la menopausia a una edad más temprana debe servir como advertencia para que las mujeres se involucren en estrategias de promoción de la salud lo antes posible.
Este grupo puede considerarse prioritario para iniciativas de envejecimiento saludable que consiguen resultados favorables para la función física. Por ejemplo, las intervenciones con ejercicios físicos y la suplementación nutricional adecuada.
Saionara Maria Aires da Câmara, Profesor de Fisioterapia y Salud Colectiva, Federal University of Rio Grande do Norte (Brazil) y Javier Jerez-Roig, Professor of Physiotherapy; Research Delegate of the Faculty of Health Sciences and Welfare; Head of the Research Group on Methodology, Methods, Models and Outcomes of Health and Social Sciences (M3O), Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.