Presidenta de México afirma que no tiene previsto reunirse con su par estadounidense
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de octubre. /TASS/. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no tiene planes de reunirse con el jefe de Estado estadounidense, Joe Biden, declaró la mandataria durante su conferencia de prensa diaria.
“No tengo pensado reunirnos pronto [con el presidente Biden]”, declaró la mandataria mexicana. Agregó que en su conversación con el jefe de la Casa Blanca tras su toma de posesión sólo se habló de una reunión entre el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, y el canciller del país latinoamericano, Ramón de la Fuente.
“Hoy está la elección en EE.UU., entonces nosotros somos muy respetuosos de la elección. Por supuesto que la coordinación es con el presidente Biden, y va a seguir esta coordinación”, enfatizó Sheinbaum.
“De hecho, nunca se suspendió. Lo que se suspendió fue la visita del embajador [de EE.UU.] al presidente de la república por la acción [de EE.UU.] en Sinaloa, en donde nunca se consultó al Gobierno de México”, señaló la mandataria, en relación con el operativo especial realizado por los estadounidenses en julio para capturar al líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Zambada, en territorio mexicano y llevarlo a Estados Unidos, en el que el narcotraficante fue detenido. “Fue una acción que todavía hasta ahora no tenemos toda la información de cómo ocurrió esa detención”, destacó.
Las relaciones entre México y Estados Unidos se han tensado también a raíz de las críticas públicas del embajador estadounidense en Ciudad de México a las reformas judiciales emprendidas por las autoridades del país. En agosto, Salazar afirmó en una carta abierta que las reformas suponían un grave riesgo para la democracia en México y que las elecciones directas de jueces propuestas por la Administración mexicana “podrían hacer más fácil que los cárteles y otros actores malignos se aprovechen de jueces inexpertos con motivaciones políticas”.
En respuesta, la Cancillería de México envió una nota diplomática de inconformidad por las declaraciones del embajador de Estados Unidos, calificando las palabras de Salazar como una “acción inaceptable de injerencia, que contraviene la soberanía de los Estados Unidos Mexicanos”. En ese momento, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, declaró que las relaciones con EE.UU. se habían puesto en pausa.