Peligros en el agua: Nunca nadar contra la corriente
Los bañistas nunca deben olvidar que tanto el mar como los ríos tienen corrientes peligrosas que no se detectan a simple vista.
¿Qué debemos hacer si nos arrastra una corriente?
El servicio de salvamento y socorrismo de la Cruz Roja alemana recomienda no nadar hacia la orilla contra la corriente. Rara vez se consigue llegar a tierra firme y además se pierde mucha fuerza.
Dejarse llevar flotando de espaldas
Lo más aconsejable es dejar llevarse de espaldas por la corriente y luego alejarse del remolino nadando paralelamente a las olas. Sobre todo en las llamadas corrientes de resaca, que son las que provocan las mayorías de los accidentes de baño, este es prácticamente el único modo posible.
Estas corrientes se forman cuando las olas rompen en la costa pero el agua no puede volver al mar abierto porque lo impiden formaciones rocosas o bancos de arena. Si un banco de arena se rompe, se abre un espacio por donde el agua retorna al mar con mucha fuerza y arrastra consigo al bañista.
Los bañistas arrastrados por la corriente deben hacer todo lo posible por llamar la atención de los socorristas gritando y agitando los brazos. Y en todo momento, aunque parezca difícil, es importante conservar la calma.
Nadar en diagonal a la corriente
En los ríos hay que nadar en diagonal a la corriente en dirección a la orilla. Este es el método más fácil para alejarse del centro del río donde la corriente es más fuerte. Sobre todo hay que prestarle atención a obstáculos como piedras y troncos que pueden cambiar la dirección de la corriente.