Mejor no tragar el agua de la piscina para evitar la diarrea
Cuando los niños chapotean en la piscina, los padres deberían recordarles que no traguen agua y que se duchen antes y después. De lo contrario, podrían tener diarrea.
La razón es que existen gérmenes que sobreviven al cloro y a otros químicos en la pileta. Los niños corren un riesgo especial porque tragan cuatro veces más agua en la piscina que los adultos, explica Monika Niehaus, de la Asociación alemana de Pediatras.
Infecciones por parásitos
Las posibles consecuencias de una infección por parásitos como el criptosporidio (criptosporidiosis) y el giardia lamblia (giardiasis) son diarrea acuosa, calambres abdominales y vómitos, que aparecen aproximadamente una semana después del baño y duran hasta dos semanas.
Incluso los más pequeños rastros de heces infectadas en las nalgas son suficientes para contaminar el agua de la piscina, advierte el pediatra. Esta es otra razón por la que es importante ducharse antes del chapuzón. Y cuando los niños pequeños están chapoteando, los padres también tienen que enviarlos al baño cada hora.
Si los pequeños se infectan con patógenos, tienen que beber mucho. Si además su sistema inmunitario está debilitado, los padres deberían llevarlos a un médico, aconseja Niehaus.
Después, no deben ir a la piscina durante dos semanas para evitar que sus patógenos se sigan propagando. Esto también se aplica cuando los niños ya no presentan síntomas de la enfermedad, ya que los gérmenes siguen por más tiempo.
dpa