Las tensiones entre China y Brasil amenazan el avance de la vacunación contra la COVID-19 en el país suramericano
Aunque China anunció que enviará los insumos necesarios para producir la vacuna CoronaVac, el Instituto Butantan y Fiocruz debieron suspender por unos días la producción de vacunas.
Por: Camila Moreno Camargo / Anadolu
Las tensiones diplomáticas entre China y Brasil amenazan con afectar el avance de la vacunación contra la COVID-19 en el país suramericano, ya que el Gobierno de Xi Jinping estaría reteniendo los insumos necesarios para que Brasil produzca la vacuna de la farmacéutica china Sinovac, debido a comentarios xenófobos hechos por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y algunos de sus funcionarios.
El 14 de mayo el Instituto Butantan, uno de los mayores productores de vacunas del hemisferio Sur del planeta, anunció que se veía obligado a suspender la producción de la vacuna de Sinovac contra el coronavirus, llamada CoronaVac, por falta de los insumos que la empresa envía desde China.
“Son los obstáculos burocráticos, políticos y diplomáticos, y no las “cuestiones contractuales con el Butantan”, los que han retrasado el envío del IFA (Ingrediente Farmacéutico Activo) de China a Brasil para la producción de CoronaVac. Los perdedores son los brasileños, que necesitan urgentemente la vacuna”, publicó el Instituto Butantan en su cuenta oficial de Twitter.
El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, aseguró a medios locales, ese mismo día, que China interrumpió el envío de los insumos debido a las tensiones diplomáticas que ha creado el Gobierno de Jair Bolsonaro.
“Todo el mundo sabe que tenemos un obstáculo diplomático, resultado de las desastrosas declaraciones del Gobierno federal contra China y esto generó un bloqueo por parte del Gobierno chino para liberar el envío de insumos. Las ofensas que fueron proferidas desastrosamente por el Gobierno Federal a los chinos representan no solo una ofensa al pueblo chino, sino a los brasileños que, sin vacuna, pueden perder la vida”, indicó el político durante una rueda de prensa.
A comienzos de mayo el presidente Bolsonaro afirmó, en una rueda de prensa, que China creó el coronavirus para iniciar una “guerra química” en todo el planeta.
“Es un virus nuevo, nadie sabe si nació en un laboratorio o si nació porque un ser humano ingirió un animal inadecuado. Pero está ahí. […] Los militares saben que es una guerra química, bacteriológica y radiológica. ¿No estaremos enfrentando una nueva guerra? ¿Qué país registró mayor crecimiento de su PIB? No se los voy a decir”, comentó el mandatario.
De inmediato, el embajador chino en Brasil, Yang Wanming, respondió a las polémicas declaraciones de Bolsonaro en su cuenta de Twitter: “La parte china repudia con vehemencia sus palabras y exige que las retire de inmediato y pida disculpas al pueblo chino”.
El malestar entre ambos países llegó a tal punto que la comisión parlamentaria de investigación (CPI) del Senado, la cual está adelantando una pesquisa sobre la gestión del Gobierno para atender la pandemia, preguntó al excanciller Ernesto Araújo si considera que desde el Gobierno brasileño se han hecho pronunciamientos xenófobos contra China, que hayan podido entorpecer el suministro de insumos para producir la vacuna de Sinovac.
Araújo negó la situación: “No considero que ninguna de las declaraciones que he hecho sea antichina. En las notas oficiales, nos quejamos del comportamiento de la embajada china, pero no hubo ninguna declaración que pudiera calificarse de antichina”.
Fueron el gobernador paulista y el director del Instituto Butantan, Dimas Covas, quienes lideraron las conversaciones directamente con el Gobierno chino para solucionar el impasse y enfatizar en la urgencia que tiene Brasil de producir millones de dosis de CoronaVac para avanzar en la lucha contra la COVID-19.
Lo anterior llama la atención, ya que fue un gobernador y no el presidente brasileño quien tomó la vocería de Brasil en los diálogos diplomáticos binacionales. De hecho, Joao Doria ha ganado protagonismo por ser quien ha liderado la campaña de vacunación nacional contra el coronavirus al entregar, desde el Instituto Butantan, millones de dosis de vacunas al Gobierno Federal para que distribuya por el resto del país.
“Nos sorprendió saber que hay 6.000 litros de suministros disponibles para el envío y que solo se enviarían 3.000 el día 25 [de mayo]. Necesitamos su ayuda para que estos otros 3.000 litros de IFA sean enviados inmediatamente a Brasil. Con 6 mil litros, podemos tener 17 millones de dosis de la vacuna”, explicó Doria al embajador chino durante su reunión en un evento virtual.
“En la conversación del Foro de Gobernadores informé de la liberación de nuevos lotes de IFA para producir un total de 16,6 millones de dosis de vacuna CoronaVac y AstraZeneca, que llegarán a Brasil en los próximos días. China, fraternal con el pueblo brasileño, está comprometida con la colaboración en materia de vacunas”, publicó Wamming el 20 de mayo en sus redes sociales, luego de conversar con Doria y Covas.
Además del Instituto Butantan, la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) también tuvo que suspender la producción de la vacuna contra la COVID-19: “Como se comunicó anteriormente, el Fiocruz interrumpe temporalmente a partir de hoy (20 de mayo) la producción. Con la llegada del nuevo cargamento de principios activos farmacéuticos (IFA), prevista para el sábado (22 de mayo), se espera que la producción se reanude el martes (25 de mayo)”.