Las sesgadas estimaciones de los órganos multilaterales a favor del gobierno y la curva del Beveridge
La economía de Colombia y de Suramérica va a entrar en la recesión más grande que ha tenido en el último siglo, según proyecciones la Cepal estima que Latinoamérica puede tener un decrecimiento de -9.4%, pese a que son unas estimaciones más realistas que las del FMI y del Banco mundial, todavía tienen demasiado sesgo por los intereses que tienen los organismos multilaterales con los países de la región. Colombia es cliente de estos organismos multilaterales y tiene una estrecha relación, por eso no muestran en sus estimaciones la verdadera realidad que pasa en las economías, presentado una información asimétrica que hace tomar decisiones erróneas a los agentes económicos (familias, organizaciones y estado). Incentivado un comportamiento irracional en sus tomas de decisiones y el Estado con esta información hace una mala formulación de la política económica, afectando el bienestar de la población, generando aún más un mercado de competencia imperfecta y esto se da como lo voy explicar a continuación:
Como se expliqué en mi anterior columna por este medio (enlace), los modelos de estimación de las agencias multilaterales y los centros de pensamiento cercanos al gobierno siempre se están corrigiendo y revisado para una tendencia hacia la baja.
Estos errores de las proyecciones se salen de las normas de probabilidad. Las proyecciones se aumentan para justificar diagnósticos y decisiones del gobierno colombiano, para crear un ambiente artificial de las economías latinoamericanas y en especial la colombina, creando un falso optimismo, vendiendo la idea de que las acciones que se están tomando son las correctas, que shock transitorio y que pasará rápido.
Estas estimaciones tienen base en un modelo de variables agregadas universales que se desarrollan en forma parecida en todos los países, toman las mismas variables para todos los países, como el déficit fiscal y la inversión. Desconociendo las condiciones estructurales socioeconómicas de los países, en el caso colombiano, como se explicó en la columna anterior (enlace), el déficit sector externo (cuenta corriente) y la histéresis del mercado laboral de Colombia que se venía dando ya hace unos años y que se profundizó por el shock económico generalizado (oferta, demanda y financiero) que produjo el Sar-Cov-2 en el mundo y en los países hispanoamericanos, fuertemente en Colombia.
Estas situaciones económicas precarias, las presentan casi todos los países hispanoamericanos antes de la pandemia, con excepción de Chile que tenía un superávit en cuenta corriente de 0,03% con respecto al PIB del año 2019 y Perú que prácticamente no tenía déficit fiscal y su porcentaje de deuda en promedio era menor al 23% con respecto al PIB de 2019.
Supuestamente Perú es uno de los países que, según las estimaciones de los diferentes organismos, es al que peor le va ir en su economía, cuando es uno de los países que ha tenido una política monetaria y fiscal más expansiva en Sudamérica, para suavizar el impacto de la pandemia en su economía, gastando alrededor del 11% de su PIB para esto. Por lo cual, es incongruente estas estimaciones sobre la economía de Perú, que hacen las agencias multilaterales y calificadoras de riesgo, que dan estimaciones catastróficas para la economía peruana y para Colombia, que apenas tiene previsto gastar 2,5% del PIB, es decir $25 billones de pesos, para suavizar el impacto y de esto ha gastado solamente el 0,5% del PIB, es decir $5 billones de pesos y antes de la pandemia tenía un déficit en cuenta corriente de 4,3% y un déficit fiscal de 4,5% para el 2019, obviado claro está, las fórmulas mágicas con que nuestro ministro Carrasquilla, alias “El Mago” consiguió el superávit primario, que nadie le creyó y con tasas de desempleo de más del 10% antes de pandemia.
A demás que el impacto sanitario del Sar-Cov-2 va a durar más de dos años y esto afectará gravemente la economía colombiana y de los países suramericanos, con múltiples cuarentenas de acordeón, que impedirán su recuperación hasta que no disminuya el efecto sanitario.
Pero con las políticas erráticas del gobierno de Duque, este campo se ve poco probable, cuando contra todo pronóstico levantó la cuarentena, cuando los casos de contagio van en alza, haciendo lo contrario de Europa, generando que temprano que tarde tenga que hacer otra cuarentena mucho más fuerte y que será dos o tres veces más costosa que la primera cuarentena para economía. En vez de mantener un poco más de tiempo la primera y un poco más estricta como en los países europeos y China.
Pero Duque prefirió seguir el modelo de Estado Unidos, que es un modelo desastroso para la economía, como lo siguen confirmando los datos, como los arrojados la semana pasada, donde 1,4 millones de personas solicitaron subsidios de desempleo, cuando las estimaciones creían que iban a ser 1,2 millones de personas, todo esto porque los estados han tenido que volver con cuarentenas, por sus errores de flexibilizar antes de tiempo, costándole muy caro a la economía norteamericana.
Por eso las proyecciones han sido fallidas de forma sistemática en los organismos multilaterales. Cuando las instituciones y los individuos se equivocan en forma repetitiva en las previsiones, también se equivocan en las políticas y las consecuencias que esto trae para bienestar de los agentes económico, de la sociedad.
En las teorías de comportamiento se considera que los agentes económicos (familias, organizaciones y estado) son racionales, no incurren en equivocaciones constantes. En algún momento se dan cuenta de la causa del error y lo solucionan. De esta forma, la equivocación persistente de la estimación es una seguridad de que los elementos de análisis no corresponden a la realidad. Si las predicciones fueran correctas, en unos casos se equivocarían hacia arriba y en otros hacia abajo, y se podría hablar de errores aleatorios, pero cuando se presentan en la misma dirección habría que reconocer errores que son persistentes, con la certeza que se están equivocando para ayudar a un gobierno que es cliente de estos organizados multilaterales, para dar las percepciones que sus actuaciones en política económica son correctas. Y esto se ve en los siguientes cuadros, donde se ve como sistemáticamente el FMI, BM, OCDE y CEPAL corrigen sus estimaciones a la baja.
Estimaciones de OCDE de decrecimiento económico de Colombia por Sar-Cov-2 | ||||
Abril – primera Estimación de OCDE | Junio – segunda estimación con tendencia a la baja de la OCDE | Junio- estimación en caso que exista un segundo brote | ||
-4,9 | -6,9 | -7,9% |
Cuadro de elaboración propia con datos de la OCDE
Estimaciones del FMI para: Colombia, Chile, Perú y para toda Latinoamérica de -9,4% | ||
Estimación de junio del decrecimiento | ||
Colombia | -7,8% | |
Chile | -7,5% | |
Perú | -13,9% |
Cuadro de elaboración propia con datos del FMI
Estimaciones de la FMI para Colombia por Sar-Cov-2 | |||
Abril | Estimación de junio | ||
-2,4% | -7,8% |
Cuadro de elaboración propia con datos del FMI
Estimaciones de la Banco Mundial para Colombia por Sar-Cov-2 y para Latinoamérica -7,2% | |||
Abril | Estimación de junio | ||
-2% | -4,9% |
Cuadro de elaboración propia con datos del BM
Estimaciones de la CEPAL para Colombia por Sar-Cov-2 | |||
Abril | Estimación de junio | ||
-2,6% | -5,6% |
Cuadro de elaboración propia con datos de la CEPAL
Estimaciones de CEPAL para: Colombia, Chile, Perú y para toda Latinoamérica de -9,1% | ||
Estimación de junio de decrecimiento | ||
Colombia | -5,6% | |
Chile | -7,9% | |
Perú | -13,% | |
Y esto se observa si se leen los informes del FMI, BM y OCED que cuentan en sus análisis lo terrible que es Sar-Cov-2 para la economía hispanoamericana, mostrando que existe una discrepancia entre esta narración y sus números del PIB.
Ejemplo de esto son: FMI y BM que están pronosticando un impacto significativamente más moderado de la pandemia de COVID-19 en los mercados emergentes, entre estas las suramericanas, que en las economías avanzadas. Se pronostica que el crecimiento del PIB disminuirá en 9% en promedio para las economías avanzadas y sólo en 7.5% en promedio para las economías latinoamericanas.
De hecho, las estimaciones de las perspectivas de la economía mundial implican que la crisis de covid será menos grave en la actividad económica de los países latinoamericana que los países desarrollados.
Los informes del FMI y BM describen los principales factores que para estimación afecta la economía por Sar-Covid-2, que se pueden agrupar en (1) un choque interno (consumo y la producción, es decir, la demanda agregada y la oferta) y (2) los desequilibrios externos (déficit de cuenta corriente y déficit fiscal para Colombia y las demás economías hispanoamericanas).
Dentro de los informes de estos organismos internacionales se explican los desequilibrios externos de manera detallada, esto deberían hacer que las estimaciones de crecimiento sean aterradoras para los países de la región, incluyendo a Colombia. En un conjunto de variables agregadas analizadas por BM y FMI en los informes de la región que los colocan por vectores, que desencadenaran, aún más, el shock de Sar-Cov-2, como son las debilidades a los impactos de los termino de intercambio a la baja de los commodities (petróleo y carbón para el caso específico de Colombia), la dependencia del turismo o las remesas (para Colombia es un impacto moderado), y su alto nivel de endeudamiento (que para Colombia ya ronda en el 48% con respecto al PIB) ver enlace, por estos motivos las economías hispanoamericanas incluida Colombia debería verse más gravemente afectado por la crisis de Sar-Cov-2.
Esto implica que en las estimaciones del PIB de Hispanoamérica del FMI y BM deberían observase el impacto interno del shock sanitario en el mercado de las economías.
Los comportamientos de sus políticas fiscales y monetarias son similares en los países de la región, también en comparación con las potencias económicas, que intenta ser expansivas. En el caso de Colombia, la realidad es que prima la mezquindad del gobierno en su política fiscal (enlace) y en mercados emergentes.
Pero, hay una diferencia abismal entres los países hispanoamericanos (incluida Colombia) y las economías de las potencias, en la parte cuantitativa de su política fiscal, que ha sido significativamente más alta en promedio. Las respuestas de la política fiscal por las economías desarrolladas giran en promedio del 8,5% de su PIB, mientras que en los países de la región latinoamericana es en promedio de 4,0% de su PIB.
El impacto económico de Sar-Cov-2 se relaciona con las respuestas de los agentes económicos y los formulares de políticas, a saber, las políticas de distanciamiento social que afectan gravemente a la economía de los países de la región como Colombia y los sectores donde hay más contacto físico como: turismo, comercio, ocio y recreación.
A demás afecta demasiado a las familias, porque, por ejemplo, en Colombia el 47% de los ocupados son informales y trabajan en el comercio, por lo tanto, se destruye este tipo de ocupación informal y se quedan sin ingresos para satisfacer las necesidades básicas, golpea sobre todo a las mujeres, que son las que más trabajan en estos sectores y también un gran porcentaje son informales, acrecentado la desigualdad de género. Igual pasa con los jóvenes, la única manera de compensar este impacto en la economía es a través de acciones de política económica fiscal y estímulos monetarios (como la relajación cuantitativa). Como lo está haciendo con gran alcance la Unión Europea, Japón y Estados Unidos. Pero, aquí en Colombia, son de una magnitud muy baja y para rematar aplicando políticas ochenteras del FMI que no tienen nada que ver con los tipos de política monetaria y fiscal modernas y coordinadas que se está usando alrededor del mundo.
Esto implica que el impacto de la pandemia va a ser de un mayor costo para la actividad económica y, por lo tanto, las estimaciones tienen que ser más pesimistas para el crecimiento de su PIB, por lo tanto, más realistas.
Tampoco se puede creer, la manera cínica del gobierno colombiano, cuando dice su ministro de hacienda Carrasquilla que Colombia va a tener un crecimiento económico en forma de V y que para el año 2021 va a tener un rebote en el crecimiento de 6%, esta manera de optimismo de Colombia recurriendo a la premisa falsa que el impacto sanitario ha sido menor en el país en comparación con los países de la región y de mundo.
Una explicación entre las diferencias de los análisis y las proyecciones de los datos del FMI y el Banco Mundial es que es política. Cada uno de estos organismos multilaterales tienen sedes regionales, en este caso Latinoamérica y El Caribe, que hacen pronósticos de crecimiento, y aunque las estimaciones económicas mundiales finalmente son el producto del departamento de investigación de la sede, el informe de este último es limitado. Las sedes regionales tienen una relación más cercana con los gobiernos de los países clientes, como en el caso de Colombia, y tienen un mayor incentivo para internalizar los deseos y preferencias de los gobiernos, como se explicó en párrafos anteriores.
Por lo tanto, el optimismo sobre el crecimiento de los países de la región y de Colombia no está justificado.
Esto también se evidencia en los datos de desempleo que ha causado la cuarentena de Sar- Cov-2, que cierra los principales sectores de la economía, significa una gran tasa de desempleo, que para el trimestre anterior fue de 21,4% y 4,9 millones de personas pasaron a convertirse en desocupadas, 2,06 millones de colombianos perdieron sus puestos, en comparación con mayo de 2019 y una población inactiva que fue para mayo de 2020 de 17,8% y que aumento a 3 millones de personas, en comparación con mayo de 2019, que por la pandemia no han podido buscar trabajo ni han podido trabajar.
No solamente se produce una histéresis, sino que las fluctuaciones en el desempleo pueden tener diferentes fuentes. Por una parte, cuando hay un crecimiento económico, por lo general, un aumento de la demanda por trabajo y una disminución en el número de desempleados. Caso contrario, cuando se presenta una recesión como la que estamos viviendo por Sar-Cov-2 que afecta a toda la economía. Se espera que este shock de demanda se traduzca, principalmente, como movimientos a lo largo de una relación estable de pendiente negativa de la curva Beveridge, entre el desempleo y las vacantes, mientras que los cambios estructurales en la eficiencia del proceso de correspondencia o en la tasa a la que se destruyen los trabajos que genere movimiento descendente o ascendente en la curva Beveridge.
El ciclo económico tiene un efecto positivo sobre la demanda por trabajo y una relación inversa con la tasa de desempleo, por lo tanto, aumenta el consumo agregado, que aumenta la demanda y ocasiona que aumente la producción. Como consecuencia aumenta el empleo y vuelve aumentar la demanda más que proporcionalmente por el multiplicador de la demanda.
Esto explica por qué John Maynard Keynes decía que a corto plazo hay que hacer una gran inversión del estado y por qué le daba énfasis en el gasto a corto plazo para superar un ciclo de recesión, lo que ocasiona que la inversión de la empresa aumente y el gasto de gobierno. Pero, esto a veces no se traduce en más empleo por problemas estructurales de la economía de un país o región. Y este fenómeno también explica por qué las estimaciones de recuperación en forma de V que predice el gobierno y las estimaciones sesgadas de FMI y BM están equivocadas, como se explicó anteriormente. Esto se argumenta a través de la curva Beveridge que nos muestra una relación inversa entre desempleo y las oportunidades de trabajo o vacantes, como explico de forma detallada a continuación:
Como se acaba de explicar en el párrafo anterior, las altas tasas de desempleo pueden ser el resultado de cambios estructurales en la economía producida por un shock masivo (sanitario, oferta, demanda y financiero) como SAR-Cov-2, haciendo que se reestructuren las necesidades de habilidades de capital humano de un país como Colombia, con una duración que estimo de más de año, aunque es incierto cuánto va a durar. Muchos sectores van a disminuir, por ejemplo, hoteles, restaurantes y la aviación, entre otros. El sector ocio y recreación, que se va a ver afectado, particularmente, en una ciudad como Cartagena, originando movimientos en vacantes y desempleados, donde van a haber desempleados del sector hotelero, que por su formación no pueden trabajar en el sector petroquímico, por lo tanto, esa vacante no puede ser ocupada, esto lo explica la pendiente negativa de la curva Beveridge, esto puede generar diferentes tipos de impacto – agregados o sectoriales – que afectan al mercado de trabajo de Colombia.
Como se acaba de mencionar en el párrafo anterior, la curva de Beveridge a través de su pendiente negativa, que su forma representa la relación negativa entre vacante y desempleo, en la función matching de emparejamiento, cuando se realiza esta curva para un país, en este caso Colombia, permite a los formuladores de políticas de trabajo, definidas según Mintrabajo como: ”política de mercado de trabajo, que se caracteriza por un conjunto de instrumentos y programas a través de los cuales el sector público interviene en dicho mercado, con objeto de combatir o evitar el desempleo, mitigar sus efectos y apoyar a la población activa en riesgo de desocupación. Se dividen en Políticas Activas y Pasivas”.
Generar políticas activas, según Mintrabajo, “son las que se caracterizan por ayudar a los desempleados para insertarlos en el mercado de trabajo y a su vez, implementar mecanismos para evitar que las personas pierdan su empleo. A través de la generación de empleo de calidad, tratar temáticas como: educación para el trabajo y desarrollo humano, reconversión laboral y brechas de capital humano, entre otras. Que permitan la empleabilidad de la población del país”.
Estas políticas tienen orientación a mejorar y optimizar el proceso de emparejamiento entre trabajadores y empresas de Colombia, pero para esto necesitamos un trabajo mancomunado o gobernanzas con el Ministerio de Trabajo, como formuladores de políticas de trabajo como ente rector, con Ministerio de Hacienda para generar los recursos para su aplicación de parte de Departamento de Planeación Nacional y de los diferentes entes territoriales y otros ministerios.
Que el Ministerio de Trabajo deje de pensar que solo es control y vigilancia, cuando lo que necesita es su componente técnico para lograr la implementación, se puede decir, masiva de una política activa de trabajo dadas las circunstancias. Para esto se necesita estimar los modelos de búsqueda y emparejamiento regionales y nacional, que permita tener los datos para que los formuladores puedan generar políticas activas de trabajo, que sean aterrizadas en los territorios y en el país, se necesita que Mintrabajo tenga esa capacidad técnica.
A continuación, explicaré cómo se comporta la curva de Beveridge, que utiliza información sobre el comportamiento de los individuos en el mercado laboral, hace parte del conjunto de teorías que describen un funcionamiento no competitivo del mercado de trabajo, es decir, describen como los puestos de trabajo están formados en cada momento del tiempo, como una función del número de trabajadores buscando trabajo y el número de empresas que están buscando trabajadores.
En el equilibrio, la existencia de libre movilidad del trabajo sin costes, información perfecta y que no tiene la barrera de conocimiento o experiencia, es decir, que no importa la profesión o puesto que ocupaba, se puede desempeñar en cualquier sector de la economía. Esta homogeneidad determinaría que aquellos trabajadores que deciden renunciar a su puesto de trabajo o son despedidos, se trasladaran de manera inmediata hacia otros puestos existentes, por lo que el desempleo existente en este tipo de mercado sería mínimo y tendría un carácter coyuntural.
No obstante, en diferentes papers nos muestran la existencia de determinadas características de dichos mercados que alejan a los trabajadores de una estructura puramente competitiva, debido a la existencia de niveles de desempleo relativamente altos y persistentes, y de diferencias salariales de carácter permanente, es decir, no se cumplen los supuestos planteados en el párrafo anterior, debido a que los trabajadores son diferentes, tiene distintos niveles de estudio, diversas carreras, experiencias en diferentes sectores, como ejemplo de esto, un mesero no puede trabajar en una refinería.
El mercado de trabajo es imperfecto en términos de información y movilidad, las vacantes poseen características diferentes al requerir trabajadores con un determinado perfil ocupacional. Estas características permiten analizar el mercado de trabajo a través de la existencia de una función de emparejamiento. El modelo de búsqueda y emparejamiento es la forma de explicar las nuevas contrataciones como función del número de buscadores de trabajo y el número de oferentes. Es evidente que entre mayor sea el número de vacantes y desempleados, mayor será el emparejamiento. Sin embargo, la función matching captura la eficiencia de este proceso, es decir, no se trata de encontrar los determinantes del número de desempleados y de vacantes, sino de los factores agregados que influyen en dicha eficiencia de emparejamiento.
La función matching usualmente es modelada por una función tipo Cobb-Douglas, dependiendo del número de variables exógenas, puede ser expresada como se ve a continuación:
EMP=emp(DEt,VAt)
Donde EMP = emparejamiento DE y VA son el número de desempleados y de vacantes en una economía. De acuerdo con esta función, cuanto mayor sea el número de puestos ofrecidos más fácil es para un desocupado encontrar vacantes a las cuales pueda aspirar. Ahora, si se asume el tiempo como continuo y, además, que la probabilidad de que un trabajador empleado sea despedido es sigma σ , el desempleo estará definida como:
Δμt= σt(1- μt)-emp(DE-VA)
En el momento en que la variación de la tasa de desempleo sea cero, la ecuación resultante corresponde a la curva de Beveridge. Esta, a su vez, depende de la tasa de despidos (tσ) y de la tasa de contrataciones o también conocida como función de emparejamiento EMP=emp(DEt,VAt).
De este modo, la función agregada de emparejamiento da el número de “emparejados” formados en cada momento del tiempo dado un número de desempleados, o que buscan trabajo, y el número de vacantes. La curva de Beveridge analiza la relación entre estas dos variables. Si es eficiente, el número de matches es el mínimo de una de estas dos variables. Sin embargo, el proceso de matching está caracterizado por fricciones, lo que lo hace ineficiente. Estas fricciones pueden deberse a información asimétrica, en las habilidades, movilidad, o por aspectos de gusto y preferencia de los buscadores de trabajo. El nivel de desempleo depende del flujo de entrada y del flujo de salida del mercado, a su vez, la disponibilidad de vacantes a la fecha al flujo de salida, por tanto, existe una relación entre vacantes y desempleo. Para llegar a un estado estacionario en donde la tasa de desocupación sea contante, se debe cumplir que la tasa de despidos y la tasa de contratación sean iguales. Es decir;
σt(1- μt)= emp( DE-VA)
De acuerdo con esta ecuación, la tasa de desocupados crece si la tasa de despidos es mayor que la tasa de contrataciones.
Los puntos sobre la curva Beveridge representan combinaciones de vacantes y desempleados, donde esta última no varía; los puntos por debajo de la curva indican una menor tasa de vacantes para cada tasa de desocupados, por lo que el desempleo aumenta y desplaza la curva hacia la izquierda; mientras que los puntos por arriba de la curva indican que para cada tasa de desempleo hay una mayor tasa de vacantes, por lo que el desempleo disminuye la curva se desplaza hacia la derecha. A continuación, la gráfica de la curva Beveridge:
Gráfico elaboración del autor
Si la curva Beveridge se mantiene estable en el tiempo, significa que la función de emparejamiento no ha sufrido cambios, por lo que las fluctuaciones en el desempleo corresponden al ciclo económico, es decir, la curva ha sufrido choque de actividad agregada.
Por ejemplo, si se genera un ciclo de expansión económica, como se explicó en párrafos anteriores, esto genera la creación de puestos de trabajo, es decir, aumenta las vacantes y al mismo tiempo, al aumentar el número de puestos de trabajo, disminuye el número de desempleo. Esto genera un movimiento ascendente a lo largo de la curva del punto A al punto B, es decir, se crea un nuevo punto de equilibrio con mayor tasa de vacantes y menor tasa de desempleo.
No obstante, este tipo de impacto es transitorio y por ende en un determinado momento su efecto desaparecerá, y por ende, el número de desempleados aumentará y la oferta de vacantes caerá, volverá al mismo tipo de equilibrio del principio, cuando hay un ciclo de contracción puede aumentar la tasa desempleado y disminuir las vacantes en los diferentes sectores, generando un movimiento descendente de dentro de la curva, pero como es transitorio se supone que este va a volver después a su punto de equilibrio anterior, pero si a esto lo acompaña un proceso de histéresis el análisis cambia, como se muestra en el siguiente gráfico:
Gráfico elaboración del autor
A veces puede ocurrir que, en algunos sectores como el turismo esta crisis de Sar-Cov-2 esté generando un aumento en el desempleo, mientras que en otros sectores se esté dando un aumento de vacantes como en el sector médico, pero estas últimas no se llenan con los desempleados del turismo, porque los emparejamientos han experimentado cambios.
Esto genera que se dé la paradoja de que el número de desempleados y los puestos vacantes aumenten al mismo tiempo. Por lo que se espera que la curva Beveridge se desplace hacia afuera, este tipo de desempleo a largo plazo parece ser el determinante más significativo de la eficiencia de emparejamiento en todas las diferentes evidencias empíricas de los papers, y su importancia está vinculada al alto poder explicativo que esta variable exhibe después de la crisis, a la luz del aumento repentino y marcado en la duración promedio de períodos de desempleo.
Estos fallos en el emparejamiento de las personas que buscan trabajo y las vacantes disponibles nos muestran que un alto y persistente nivel de desempleo (histéresis) puede causar problemas de emparejamiento. La razón radica en que las habilidades demandadas y ofrecidas no van en la misma dirección, como variable explicativa en el proceso de generación del desempleo. Esto se ve en los diferentes desplazamientos de la curva a continuación:
Gráfico elaboración del autor
Como se explica las estimaciones sesgadas de los organismos multilaterales, inducen a los gobiernos a cometer errores en la formulación de políticas publicas anticíclicas y esta información asimétrica genera mala decisiones en los agentes económicos, que afectan su bienestar, una buena parte de lo que se necesita para salir de la crisis es que los formuladores de política lo hagan bien, porque los choques negativos son múltiples y complejos, como en el empleo se cuando se presenta un shock masivo como este que se explicó párrafos anteriores.