La Convención Constituyente chilena aprobó un cronograma con un referendo final en mayo
La Convención Constituyente de Chile aprobó hoy un cronograma de trabajo para todo el proceso, que da por hecho que utilizará las tres posibles prórrogas, establece la renovación de autoridades para enero próximo y una nueva consulta que apruebe o rechace el texto final de la nueva carta magna en mayo.
Por 124 votos a favor, 34 abstenciones y 11 en contra, el pleno del cuerpo encargado de elaborar una nueva Constitución dio el visto bueno al cronograma que presentó la Secretaría Técnica. Según este plan, la mesa directiva que hoy encabeza la mapuche Elisa Loncon será renovada a comienzos de enero, y desde el lunes próximo hasta el 6 de enero rigen los 60 días para la recepción de iniciativas populares constituyentes.
El 8 de febrero del año próximo, además, se hará la primera votación de los informes y propuestas de normas constitucionales salidas de las comisiones por áreas. Se calcularon 21 sesiones para esas deliberaciones.
Se agendó finalmente una 22da sesión para las propuestas que no hubieran conseguido una votación de dos tercios, que podría realizarse en la semana del 18 al 22 de febrero del año que viene.
El 25 de febrero, la Convención debiera iniciar su etapa final de “armonización” de propuestas aprobadas, y el 27 de abril debe estar terminado un borrador del nuevo texto.
Se dispuso que el 28 de mayo podría hacerse el plebiscito dirimente, aunque esa consulta está, paradójicamente, atada a que el Congreso apruebe una modificación a la carta magna aún vigente.
Además, en medio de este cronograma se realizarán las llamadas “salidas territoriales” de la Convención, por lo que no se descarta que las primeras normas constitucionales se aprueben fuera de la Región Metropolitana, especularon los sitios de Emol y La Tercera.
La definición del cronograma coincidió con la virtual ruptura de la bancada oficialista de derecha porque un grupo de 16 convencionales de Renovación Nacional (RN), Evópoli e independientes comunicaron formalmente la creación de un nuevo grupo.
El anuncio siguió a la difusión de cierta “molestia” en sectores de la derecha por la división de sus pares de la Unión Demócrata Independiente (UDI) junto a los independientes y a un convencional de RN, en tres colectivos distintos, a través de tres presentaciones en las que 20 integrantes de la coalición oficialista Vamos por Chile pidieron reagruparse en los colectivos Chile Libre, Chile Unido y Unidos por Chile.
Versiones publicadas por diarios de Santiago sostuvieron que la sucesión de escisiones tienen que ver con las inminentes elecciones presidenciales.
El nuevo grupo conformado hoy hizo público un documento de cinco puntos, en el que reclama “una Constitución que busque cambios, que garantice paz y justicia, libertades individuales y civiles, un desarrollo ambientalmente sustentable y socialmente inclusivo, con un Estado moderno, donde se permita el desarrollo de cada una de las personas en su máxima expresión”.
“Creemos que la futura Constitución debe ser fruto de un proceso democrático y de diálogo para recuperar la institucionalidad que tanto necesita nuestro país a través de acuerdos transversales. Es clave que en este proceso de redacción dejemos atrás la polarización”, señalaron los convencionales.