Intoxicación por metanol se agrava en la cuarentena
El cierre de establecimientos y la prohibición de ingerir licor en las calles ha aumentado la tendencia al consumo privado y, lo que es peor, a adquirir alcohol de menor calidad, que estaría relacionado con bebidas adulteradas.
Ante esta situación, los toxicólogos hacen un llamado de alerta y prevención por casos de intoxicación por metanol, un compuesto químico imposible de diferenciar del alcohol etílico con base en su sabor u olor, por lo que tiende a encontrarse en bebidas de dudosa procedencia.
Esta sustancia se absorbe rápidamente en el sistema digestivo y su concentración se reconoce 30 o 60 minutos después de su ingesta causando graves daños en el organismo. La dosis letal de metanol se ubica entre 0,5 a 1 ml/kg, por lo que la afectación varía entre individuos.
Las intoxicaciones por bebidas alcohólicas adulteradas por metanol son un evento de interés en salud pública, y en la coyuntura actual se han registrado casos de ingreso por consumo de bebidas que se han mezclado con otras sustancias, ya sean drogas sintéticas u otro tipo de líquidos poco usuales con componentes altamente tóxicos.
“Mientras durante el último semestre del año pasado se reportaron 40 casos por intoxicación por metanol, este año y en este contexto se han presentado 33, lo cual lleva a cuestionar el porqué de esta cifra si hay una cuarentena declarada”, afirma la médica Diana Pava, magíster en Toxicología, en la charla “Intoxicación por metanol”, del programa #SaludUNALContigo.
Es clara la relación del consumo de alcohol con hipertensión, diabetes, enfermedades congénitas y la agravación de condiciones como epilepsia, y esquizofrenia; así mismo, con enfermedades desencadenadas como cirrosis hepática, cáncer de boca, pancreatitis, tuberculosis, cáncer de colon y de mama, entre otras. Además, las sustancias que contienen metanol exacerban los efectos negativos de estas enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud reporta hoy 3 millones de muertes en el mundo, es decir seis muertes por consumo agudo, embriaguez etílica o consumo crónico y carga de enfermedad.
No obstante, la actual emergencia sanitaria aumenta la correlación con daños sociales, económicos y salud familiar –concepto que ha adquirido relevancia– en casos que implican violencia y malos hábitos en mujeres embarazadas, quienes hoy encuentran más complicado el acceso a la atención personal de sus casos.
“Entre todas las recomendaciones frente a la pandemia, la cuarentena y el llamado al distanciamiento social, no se ha hecho énfasis en sustancias alucinógenas o alcohólicas. No hay una concepción negativa del consumo de alcohol, lo que dificulta abordar temas de prevención’’, menciona la toxicóloga Pava.
Consumo en cuarentena
La situación actual implica retos en cuanto al acceso, la disponibilidad y el cambio de patrones de consumo de bebidas alcohólicas, a lo que se da una incitación implícita en el aumento de descuentos para la compra de estos productos.
Por otro lado, se dimensionan casos de abstinencia, ansiedad, suicidio, aparición gradual de trastornos mentales y debilitamiento en el sistema inmunológico.
“Muchas personas, cuando tienen dificultades adaptativas relacionadas con estrés, lo asocian y lo combinan con alcohol para relajarse’’, enunció la toxicóloga Pava.
La recomendación expresa de la especialista e investigadora es, primero, evitar el consumo, y segundo no hacer mezclas con sustancias como cocaína, opioides y rivotril, entre otros, que representan una peligrosa combinación entre un depresor del sistema nervioso y una sustancia estimulante.
En casos de emergencia, la instrucción es acudir directamente a personal médico, con los efectos colaterales que representa atender servicios de urgencias en las condiciones actuales de los centros de atención médica desbordados por causa de la pandemia.
Además de la presencia en bebidas adulteradas, el metanol se puede encontrar en algunos plásticos, textiles sintéticos, disolventes en la industria de pinturas, tíner, lacas, combustible para chimeneas y líquido limpiador de vidrios, productos que pueden contener hasta 300 mg/ml del compuesto.
Por eso, el llamado también es a prestar atención al uso de estos productos y al contacto que puedan tener menores o adultos mayores con estos. También se resalta que el consumo de alcohol no representa ninguna ayuda ni barrera contra el COVID-19.