Insectos comestibles, opción de seguridad alimentaria en Amazonas
El cultivo sostenible de estas larvas provenientes de varios escarabajos, conocidas como mojojoy o chizas, puede ser una alternativa de alimentación para las comunidades indígenas, lo que a su vez contribuiría a conservar especies de plantas que están en peligro de extinción.
Así lo explicó el profesor Gabriel Colorado Zuluaga, coordinador del grupo de investigación en Ecología y Conservación de Fauna y Flora Silvestre de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Amazonia.
En algunas regiones del país estas larvas se consideran como una plaga para los cultivos de palmas –como la de aceite–, ya que varias especies de escarabajos ponen sus huevos en los troncos y las larvas empiezan a alimentarse de estos ocasionando daños irreversibles.
Sin embargo en la región amazónica la larva de mojojoy es un alimento y una alternativa medicinal para algunos malestares del cuerpo, y por eso los indígenas lo cultivan y cosechan palmas como la de aguaje o moriche, la mil pesos y el asaí, entre otras. Infortunadamente por lo general la palma muere porque las larvas la consumen por dentro.
“En Colombia algunas especies de estos coleópteros –como los escarabajos rinocerontes– están amenazadas, es decir en peligro de extinción, y por otro lado en las comunidades indígenas cada vez hay más personas y menos presas, además de restricciones legales para reducir la presión sobre la caza de animales”, detalló el docente Colorado.
Frente a este panorama, los investigadores de la U.N. se dieron a la tarea de buscar una manera de cultivar estas larvas sin afectar las palmas, al tiempo que contribuyen a la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas.
Para esto, en 2016 se realizaron análisis previos criando un grupo de larvas provenientes del mercado local con diferentes alimentos (sustratos), según explica Lilibeth Ortegón, estudiante de la Maestría en Estudios Amazónicos de la U.N.
Las larvas fueron monitoreadas durante tres meses para observar qué alimento les permitía un mejor desarrollo, y se llegó a la conclusión de que en efecto el mejor es el aserrín de la palma de aguaje, de donde las larvas fueron extraídas, porque les permitió llegar a su estado adulto.
También se encontró que la especie de estos mojojoy, o chizas, es la Rhynchophorus palmarum,comúnmente llamado cucarrón picudo.
Crudos o asados
En la Amazonia estas larvas son consumidas por varias comunidades locales como los tikuna, yagua y bora, entre otras, que las consideran una gran herencia cultural.
Así mismo es un plato exótico para los visitantes de otras partes del mundo, ya que aunque se pueden consumir crudas, también las asan envueltas en hojas de plátano, e incluso en algunos restaurantes las sirven rellenas de queso.
Los investigadores de la U.N. iniciarán una nueva etapa del estudio utilizando otro tipo de sustratos como la cáscara de la yuca y los residuos de la caña de la azúcar, entre otros.
“El objetivo es que los desechos orgánicos de las chagras de las familias indígenas sirvan de alimento para las larvas. De esta forma se podría mantener un cultivo sostenible dentro de los hogares, rescatando sus costumbres alimentarias”, concluyeron los investigadores.