Entorno ambiental no puede ser ignorado por las ciudades
Ante escenarios como el cambio climático, la sobreexplotación del agua, la contaminación atmosférica y la exposición a desastres naturales, las autoridades no pueden olvidarse de las condiciones físicas y ambientales que rodean a las urbes.
BOGOTÁ D. C., 12 de mayo de 2017 — Agencia de Noticias UN-
Según Julio Carrizosa, profesor honorario de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) y miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, “las ciudades no están construidas en el aire. Existen unas condiciones naturales que deben definir su ordenamiento territorial. Sin embargo, esto que parece tan obvio se olvida, lo cual se manifiesta en tragedias como las de Mocoa o Manizales”.
En ese sentido, el académico advirtió, en el marco del “Simposio internacional: gobierno urbano y perspectivas de las áreas urbanas”, que el principal desafío es “comprender el medioambiente donde vivimos y conocerlo con suficiente rigor científico. De esta manera, se puede evitar lo ocurrido en Bogotá y La Sabana: el crecimiento exagerado de la capital que implicó la urbanización de las mejores tierras agrícolas del país”.
Por su parte, el profesor Gonzalo Andrade, del Instituto de Ciencias Naturales de la U.N., comentó que “el reto principal es conjugar la expansión urbana con el respeto de la biodiversidad. Las actividades económicas se pueden desarrollar, pero respetando el entorno ambiental”.
En dicho contexto, no se pueden intervenir ecosistemas como la Reserva van der Hammen: “estamos hablando de la concentración de acuíferos más importante de La Sabana, que según estudios hidrológicos, cuenta con quebradas subterráneas”.
Pese a ello, la quieren llenar de cemento, varilla y ladrillos, con el fin de atender a la expansión de la ciudad. “No nos podemos limitar únicamente al desarrollo y crecimiento sin límites”, sostuvo el experto.
Para el profesor Andrade, es importante que “los recursos hídricos marquen la delimitación del ordenamiento territorial del país, con el fin de evitar problemáticas como la que expuso una invitada al Simposio proveniente de México: la sobreexplotación y que el agua disponible no alcance para satisfacer las necesidades de la ciudadanía”.
Los panelistas resaltaron el papel de la academia a la hora de impulsar y concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de preservar los recursos naturales y reforestar las ciudades con el fin de que las zonas verdes amortigüen la creciente contaminación atmosférica.
En la discusión también se resaltó la importancia de implementar en el país tecnologías alternativas como la generación de energía solar, lo cual abarataría costos y ayudaría a reducir el desgaste ambiental.
Por último, Cecilia López, ex ministra de Ambiente y de Agricultura, indicó que “no nos podemos olvidar de los riesgos ambientales que implica el cambio climático, cuyos impactos son cada vez más evidentes en el país”.
La ex ministra no se olvidó del tema rural: “tenemos que reducir la brecha entre el campo y la ciudad. Este sector no puede continuar tan olvidado en todos los aspectos. El 18 % de la población campesina vive en pobreza extrema, algo que aplica para el 5 % de la población urbana”.
El Simposio internacional, liderado por el Instituto de Estudios Urbanos de la U.N., se llevó a cabo en las instalaciones de la Cámara de Comercio de Bogotá.