En los intersticios del streaming: el cine experimental de Reticular Films
Por: Nicolás Biederman / Telam
Reticular Films, plataforma de cine experimental con títulos nacionales e internacionales de cine independiente, autofinanciados y con un valor a la gorra o gratuitos, propone una mirada alternativa a la saturación del streaming y a la que, según uno de sus fundadores, Jada Sirkin, no le “interesa participar de una lucha por la atención”.
“Claramente nos interesa que las obras sean vistas y que circulen, pero no nos pensamos en una relación de competencia con el resto de las propuestas que circulan en el mercado del arte y el consumo estético”, sintetiza Sirkin, sobre el catálogo de filmes y series que puede verse desde www.reticularfilms.com.
La plataforma que el director, escritor y actor, entre otros oficios, puso en marcha con su colaborador Dama David, podría parecer un caso atípico en la era de oro del streaming, pero no.
Son variados los proyectos de producción, realización y circulación del séptimo arte que sacan provecho del espacio y las herramientas que provee internet; ya no hace falta contar con los millones de Netflix, Amazon o WarnerMedia para ir, con un estándar de calidad aceptable, en busca de un público.
Mubi o Qubit son las alternativas para ver cine de calidad acaso más conocidas. Kabinett, donde hace poco Mariano Llinás puso a disposición su elogiada “La flor”, es otra opción.
Lejos de las propuestas comerciales, Reticular Films acaba de hacer su lanzamiento oficial al público general con un catálogo de obras de exploración y un espacio de artículos de reflexión sobre el cine, las series y mucho más.
Allí están ya disponibles algunos de los filmes producidos por Reticular, en su inmensa mayoría con la firma de Sirkin como director, como “Unsafe, “Torpeza”, la miniserie “Adentro de mil años”, “Border” o “Todo va a estar bien”. Además hay películas invitadas y la posibilidad de participar con la donación del próximo proyecto de ficción “Trama”, una serie no lineal (sus capítulos podrán verse en orden indistinto), que llegará en noviembre.
Télam: ¿Cómo nace Reticular Films?
Jada Sirkin: Es una plataforma de investigación, reflexión, creación y difusión audiovisual. Es también una productora “independiente” de cine que cuenta con su propia plataforma online donde se pueden ver sus obras (películas, miniseries, series), sus artículos de contenido reflexivo (arte, cine, estética, filosofía) y algunas producciones invitadas (películas de artistas que nos interesan y nos parecen resonantes con la propuesta de Reticular). Nació como una necesidad natural de crear un contexto para nuestras investigaciones creativas. A fines de 2017, nos sumergimos en una serie de proyectos que claramente eran parte de una misma empresa estética y reflexiva. De ahí surgió la idea de dar una especie de hogar (más bien, laboratorio) a lo que estábamos creando.
T: Plataformas comerciales de gran envergadura se vieron beneficiadas por la pandemia, con una alta tasa de suscripción. ¿Influyó esa realidad para decidirse a lanzarla en este momento?
JS: El lanzamiento de Reticular Films fue, aunque para círculos cercanos, a fines de 2019, es decir, antes del comienzo de la pandemia. Después de un año y medio de exploración y crecimiento decidimos lanzar la propuesta de modo “oficial”, encarando una difusión a nivel general, porque creemos que tiene más cuerpo y la plataforma está preparada para alcanzar a más personas.
T: ¿Cómo imaginan que se articula con un ecosistema de plataformas y propuestas por streaming que va en camino a la saturación?
JS: Creemos que la oferta en general va camino a la saturación, o incluso ya alcanzó la saturación. El filósofo alemán Boris Groys dice algo así como que hoy en día la gente produce más imágenes de las que consume; y que muchos artistas, sobre todo aquellos que exponen su obra online, ante la circulación desmedida de materiales terminan contentándose solamente con estar disponibles. Siendo la oferta tan grande, ¿quién te va a leer? No pensamos que esta condición de exceso sea necesariamente algo negativo. Si la competencia se vuelve desmedida, tal vez la saturación nos permita ver que la competencia no tiene tanto sentido. No nos interesa participar de una lucha por la atención. Nos interesa llegar a la gente que pueda resonar con nuestras formas, pero no necesitamos masividad, ni mucho menos. No porque la masividad sea algo negativo en sí (tenemos nuestra cuenta de Netflix y cada tanto la visitamos), pero no tenemos la ilusión de convertirnos en un producto comercial de gran alcance.
Nos interesa no comprometer nuestra exploración para satisfacer audiencias o fuentes de financiamiento. En parte por eso es que venimos auto-financiándonos y acudiendo al apoyo de las personas que resuenan con la propuesta. Es un lugar común, pero no sobra recordarlo: las necesidades comerciales limitan mucho la investigación estética.
T: ¿En qué estado ven a la producción audiovisual argentina en esta salida paulatina de la pandemia?
JS: Pensamos que el cine en general viene atravesando grandes transformaciones, especialmente en lo referente a los modos de acceso a los materiales; digamos, los modos de consumo. La nostalgia de la práctica perdida de ir al cine ya es un lugar común. Es algo que viene sucediendo desde mucho antes de la pandemia; acaso la pandemia intensificó y aceleró una tendencia que viene ganando terreno hace años: vamos menos al cine, vemos más cine en casa. Ver más cine en casa puede tener sus ventajas y sus desventajas. Por ejemplo, en Reticular Films hacemos un tipo de cine que nos parece apropiado para ver en casa. Porque no apuntamos a entretener, a generar dinámicas estéticas y narrativas para hipnotizar y capturar la atención. Nos interesan las narrativas más porosas, que dan espacio para el aburrimiento. No es que queramos que la gente se aburra, lo que no queremos es forzar estrategias narrativas para evitar el aburrimiento.