El origen del problema ambiental de la Bahía de Cartagena
La tragedia ambiental de la Bahía de Cartagena comenzó en 1923, cuando inició el desarrollo industrial en la ciudad. Para ese año la Andian National Oil Company se estableció el Distrito, específicamente en el área de Mamonal, esto ocurrió después que se construyera el oleoducto Barrancabermeja – Cartagena. La principal actividad que por muchos años tuvo la bahía fue de carga y descarga de crudo a buques cisterna.
Pero, el verdadero auge de Mamonal, que a su vez comenzó con la sentencia de muerte de la Bahía de Cartagena ocurrió en 1957, cuando se construyó la refinería de Intercor, que se convirtió en Ecopetrol en 1974. Esta refinería fue la que empujó y desarrolló la zona industrial de Cartagena, se crearon y trasladaron nuevas empresas del sector petroquímico al área de Mamonal, surgiendo de esta manera el sector industrial.
La Bahía de Cartagena era y es una zona ideal para estas empresas, porque les permite la carga y descarga de combustibles, actividades portuarias y la utilización de materia prima, productos y subproductos que la refinería suministra.
Luego surgió la Ley 81 de 1960, que favoreció a todas las empresas ya ubicadas en la Bahía y que promovió el crecimiento del sector industrial porque esta ley eximió el pago de impuestos de renta y complementarios a todas las industrias que se establecieran en la ciudad por un período de 10 años.
Mamonal le da a la ciudad más de 19 km de terrenos para el desarrollo de la actividad industrial, todos con salida hacia la Bahía, lo cual facilita el servicio portuario marino y el acceso fluvial. En esta zona de la ciudad se desarrollan dos modelos industriales, el primero es la Zona Industrial de Mamonal (ZIM) y el segundo es la Zona Franca Industrial de Cartagena (ZFIC). Dentro de estas dos zonas industriales hay ubicadas aproximadamente más de 150 empresas.
Las industrias de la ZIM se pueden clasificar de acuerdo a su uso industrial, el cual también se categoriza por el tamaño de la empresa y los residuos contaminantes que producen en sus procesos industriales. Y es esta clasificación la que interesa para el desarrollo de esta columna, la clasificación es simple:
- Industria liviana
- Industria mediana
- Industria pesada
Y están dentro la Bahía de Cartagena, ubicadas geográficamente de la siguiente manera:
- Industria liviana: al norte de Albornoz, en la zona noroccidental de la Bahía, al sur de Manga y al occidente de las Lomas de
- Industria mediana: al sur de Albornoz, al costado occidental de la Bahía, entre la zona de Industria liviana y pesada, y al sur del barrio
- Industria pesada: en las Lomas de
La Zona Industrial de Mamonal tiene 2714.2 hectáreas, de las cuales 2189 ha pertenecen a la industria pesada y 525.2 ha a la industria liviana y mediana.
Los datos anteriores son necesarios para contextualizar y comprender que el deterioro y daño ambiental de la Bahía de Cartagena proviene de las actividades industriales y data de comienzos del Siglo XX, cuando se empezó a utilizar y a explotar la Bahía sin ningún control ambiental. En este escrito pienso abordar todo el daño que ha sufrido la bahía durante décadas, para así comprender la dimensión de la catástrofe ambiental que sufre el cuerpo de agua más importante de la ciudad.
Todas estas industrias dejan residuos de producción, que son los que impactan negativamente en los ecosistemas cercanos, como es el caso de la bahía y a su vez, afectando la atmósfera, los manglares, las especies animales y vegetales, cuerpos de aguas adyacentes, el suelo y los arroyos que atraviesan Mamonal. La Bahía de Cartagena se convirtió en el vertedero directo e indirecto de todos los residuos producidos por la Zona Industrial.
La Bahía de Cartagena era un cuerpo de agua marino, con un origen arrecifal. Hoy en día es un estuario como consecuencia de la desembocadura del Canal del Dique. Actualmente carece de corales vivos, hay poca evidencia de la existencia de arrecifes y corales, los restos de ellos se pueden encontrar esporádicamente a lo largo de la orilla de la Isla de Tierra Bomba y en las islas aledañas. La bahía tiene fondo lodoso y el agua es turbia debido a la alta contaminación. Su composición marina ha desaparecido casi por completo. La bahía tiene una profundidad máxima, aproximada, de 36 m y una profundidad media de 16 m.
La Bahía de Cartagena se divide en dos: la Bahía interna, que está ubicada al noroccidente del área y tiene una extensión aproximada de 4.5 km2. Y la Bahía externa, que está localizada al suroccidente y cuenta con cerca de 82 km2.
Este cuerpo de agua tiene dos bocas de oxigenación con el Mar Caribe, Bocagrande y Bocachica. Y también tiene un canal de acceso navegable de aproximadamente 500 metros y cerca de 13 m de profundidad media.
En 1998, se realizó un estudio ambiental sobre la Bahía de Cartagena para en el Plan de Ordenamiento Territorial, que permitió dimensionar gubernamentalmente, la grave contaminación que el cuerpo de agua presenta. Curiosamente, estudio realizado para el POT que está vigente en la ciudad, pero ya caducado frente a la realidad de Cartagena.
El estudio fue realizado por la firma Hazen & Sawyer, y en dentro del documento se expresa que la situación del ecosistema marino de la Bahía era crítica, porque la demanda bioquímica del oxígeno, por la contaminación, alcanzaba de 600 a 800 mg/m2/día en meses húmedos y la concentración de oxígeno disuelto es igual o menos a 1 mg/lt, muy inferior a la exigida por el cuerpo de agua.
Debido a los resultados del estudio anterior, Cardique entre 1998 y 1999 comienza un estudio sobre la contaminación de la Bahía e identifica las cuatro principales fuentes de contaminación de este cuerpo de agua.
La primera son las aguas servidas urbanas. De acuerdo al reporte final del estudio “Diseño de la red de calidad de agua del distrito de Cartagena – Convenio SECAB 090/98 – Contrato 003/99” elaborado por Ambientronika LTDA y presentado a Cardique, en la Bahía se vertía el 40% de las aguas servidas urbanas, sin ningún tipo de tratamiento, es importante aclarar que esto sucedió hasta el año 2013 que entró en funcionamiento el nuevo emisario submarino de Punta Canoa, que tiene planta de tratamiento. Antes de 2013 la descarga de aguas servidas se hacía a través de un emisario submarino que tiene 800 metros de largo y está ubicado frente a la Isla de Manzanillo.
Durante mucho tiempo, los residuos patógenos de los centros hospitalarios de la ciudad, fueron vertidos en la bahía, a través de las alcantarillas, sin recibir ningún tipo de tratamiento. Porque se estima que hasta 2005 los hospitales y centros de salud de la ciudad no contaban con plantas de tratamiento para sus residuos patógenos. No encontré estimados de los datos de contaminación por esta variable, que es mencionada en el estudio de Cardique, diferentes instituciones ambientales afirman que los vertimientos fueron de un número considerable.
La segunda es la contaminación por aportes del Canal del Dique. Este canal artificial es el causante de los principales cambios del ecosistema del cuerpo de agua, convirtiendo a la Bahía de Cartagena en un estuario, que recibe grandes aportes de materiales de suspensión y agua dulce. Alterando de manera notable la oxigenación, salinidad y parámetros químicos, físicos y biológicos del ecosistema marino de la Bahía.
La tercera fuente de contaminación de la Bahía son las operaciones de muelles y derrames de buques. Cartagena es uno de los principales puertos de Colombia, y es en la Bahía donde se llevan a cabo todas las actividades portuarias, hay más de dos terminales de carga general, varias terminales especializadas en productos químicos, más de 60 terminales de usos portuarios, industriales y comerciales, también dos muelles turísticos.
Como consecuencia a la intensa actividad industrial y portuaria, suceden vertimientos oleosos, químicos y de otras sustancias. Se da una contaminación no puntual debido a los derrames accidentales de las sustancias petroquímicas, en los momentos de carga y descarga; también de sustancias químicas e inorgánicas.
Por contaminación puntual se dan los vertimientos voluntarios que hacen las empresas, que derraman en la bahía desechos orgánicos, combustible, aguas sucias y setinas por parte de los buques fondeados y no fondeados. Sin contar con que algunas instalaciones portuarias son inadecuadas para recibir residuos sólidos y líquidos de los buques.
La cuarta fuente de contaminación son los vertimientos industriales de la Zona Industrial de Mamonal. La bahía también se contamina debido a los derrames de residuos y esto comenzó en los años cincuenta, cuando se creó la refinería, información que se confirma dentro del estudio realizado por Ambientronika, en su página nueve. Desde los años cincuenta se empezó a verter las aguas servidas urbanas y los desechos industriales a la Bahía.
Para el año 2006, el 100% de las empresas de la Zona Industrial de Mamonal vertían sus desechos en la bahía, muchas de estas empresas no le hacían ningún tratamiento a estos desechos que terminaban en el cuerpo de agua. Sólo el 30% de las empresas de Mamonal era controladas ambientalmente por Cardique para el año 2006.
Un control ambiental del 30% de las empresas de Mamonal en el año 2006 es un porcentaje muy bajo de supervisión e insuficiente, ya que el nivel de contaminantes persistentes y tóxicos arrojados a la Bahía eran muy altos, es una contaminación de décadas sin control ni medición. Lo cual tiene como consecuencia el grave deterioro que presenta este cuerpo de agua, la bahía está en estado crítico.
De acuerdo a los datos que se encuentran en el estudio “Diseño de la Red de Calidad de Agua del Distrito de Cartagena. Convenio SECAB – 090/98. Contrato 003/99”, para finales 1999, la Zona Industrial de Mamonal aportaba los siguientes contaminantes al día, de la carga habitual de contaminación:
- Materia orgánica: 6.02 Tonelada/día
- Nutrientes: 309 Tonelada/día
- Combustibles: 87% de la Tonelada/día
- Carbonatos, amoníaco, fenoles, aguas calientes y otros contaminantes industriales: 80% de la Tonelada/día.
Durante casi ocho décadas las empresas portuarias e industrias ubicadas en Mamonal no consideraron la capacidad limitada del ecosistema marino de la Bahía de Cartagena, degradándolo hasta llevarlo a un punto de deterioro que podría tener un no retorno.
Los contaminantes se clasifican en degradables y persistentes. Los degradables son los que se eliminan en corto tiempo del cuerpo de agua y persistentes son los que tardan muchísimo tiempo en desaparecer o que sencillamente no se eliminan de un cuerpo de agua.
Según el estudio de Ambientronika entregado a Cardique, las principales sustancias contaminantes que se encuentran en la Bahía son:
- Temperatura del agua. A la Bahía entran aguas calientes provenientes de la producción industrial de Mamonal. La elevada temperatura del agua tiene efectos de alta magnitud sobre los ciclos de vida de la fauna marina, asimismo provoca un decrecimiento de la cantidad de oxígeno disuelto en el agua y aumenta la cantidad de contaminantes porque retrasa su proceso de degradación, lo cual afecta las fases de autopurificación del cuerpo de agua.
- Sólidos: incluyen sólidos sediméntales suspendidos y disueltos. Los primeros determinan la turbiedad del agua y afectan el proceso fotosintético.
- Coliformes, los cuales provienen en su mayoría por el vertimiento de aguas servidas no tratadas. Los coliformes actúan como microorganismos patógenos.
- Fenoles: son causados, únicamente, por los residuos industriales. Los fenoles tienen una acción tóxica directa sobre organismos vivientes, son neurotóxicos, causan la muerte por parálisis. Este contaminante es también responsable de la numerosa muerte de peces. Es altamente tóxico para el ser humano, existen dos formas para que una persona sea afectada por fenoles: si consume peces contaminados con fenoles y en un mediano plazo, si continua la Bahía con el ritmo de contaminación actual, puede causar toxicidad directa al usar la Bahía como balneario.
- Nitrato amoniacal: se produce por el aporte de materia orgánica y residuos industriales, tales como nitritos y amoníacos. Este contaminante es altamente tóxico, cuando se encuentra en concentraciones elevadas. A demás de darle al agua un sabor desagradable, es responsable de la muerte de grandes cantidades de peces, porque impide su proceso de respiración.
- Hidrocarburos: este contaminante es ocasionado por el uso portuario y la producción industrial. Son las industrias de lubricantes, gases, aceites, gases de combustión, petróleo, kerosene, gasolina, entre, otros las que producen estos contaminantes. Generalmente son contaminantes más persistentes que degradables; la alta persistencia depende de su nivel de concentración.
Lo más grave de los hidrocarburos es que impiden la oxigenación del agua, también dificultan de manera muy grave su autodepuración. Igual que el Nitrato Amoniacal, le da a la Bahía sabores y olores muy desagradables, lo cual dificulta su uso estético y de balneario, afectando la actividad turística y deteriorando el paisaje.
Los hidrocarburos intoxican la fauna acuática y son altísima toxicidad para el consumo humano accidental, sea por el uso balneario o voluntario, al consumir peces, que es el uso doméstico que le dan a la Bahía las comunidades vulnerables aledañas. Los hidrocarburos intoxican a los peces, mueren por asfixia, les causa narcosis y anestesia. Esto deteriora de manera crítica la actividad pesquera comunitaria y domestica que por décadas han desarrollado las comunidades cartageneras aledañas a la Bahía.
La contaminación por hidrocarburos puede obstruir la realización de actividades turísticas y recreativas. A mediado plazo, de acuerdo a su nivel de gravedad puede dificultar la navegación.
Estudios e investigaciones científicas realizadas por Cardique y el CIOH desde 1998, han expresado que la Bahía de Cartagena no es apta, en algunas zonas específicas, para el uso primario (balneario y pesca); y que, de seguir en proceso de deterioro y contaminación, en un mediano plazo, la Bahía completa no cumpliría con todos los criterios de calidad que son necesarios para los usos de pesca, balneario y recreativo, debido a la alta contaminación de sustancias como fenoles e hidrocarburos, contaminantes que, como se explicó anteriormente son causados por la actividad industrial de Mamonal.
La Zona Industrial de Mamonal genera en la Bahía de Cartagena contaminantes orgánicos, inorgánicos y no materiales. Aporta una contaminación puntual y continua. Los contaminantes arrojados en la Bahía son en alto grado persistentes, por lo cual producen elevados niveles de toxicidad.
Los usos que se le dan a la Bahía no son regulados ambientalmente y no son controlados para evitar la contaminación. Y ha sido así desde que se empezó a utilizar la Bahía de Cartagena como puerto y vertedero. Los usos actuales de la Bahía son:
- Navegación
- Transporte de pasajeros y turistas
- Competencias deportivas
- Portuario
- Transporte de productos
- Carga y descarga de químicos y combustibles
- Operaciones de muelles
- Pesquero
- Pesca artesanal
- Pesca de moluscos
- Pesca deportiva
- Turístico
- Balneario
- Actividades recreativas y de esparcimiento.
- Estético
- Humano
- Consumo de peces
- Consumo doméstico
- Vertedero
- Aguas dulces provenientes del Canal de Dique
- Desagües de aguas servidas urbanas sin tratar
- Desechos de las ZIM
Las mediciones de los niveles de contaminación hídrica debido a sustancias utilizadas en procesos industriales en la Bahía de Cartagena, datan desde 1979. Las autoridades nacionales y locales conocen desde hace décadas los niveles de contaminación de la Bahía, el impacto ambiental y humano en las poblaciones aledañas. Instituciones como DIMAR y CIOH de la Escuela Naval Almirante Padilla tienen muchos estudios realizados desde los años 70, en los que recopilan la situación ambiental de la Bahía, los contaminantes industriales que se vierten en ella, que evidencia que su deterioro año tras año aumenta.
En el Boletín Científico No 7 del CIOH, se encuentra el estudio de “Vigilancia de la contaminación por petróleo en el caribe colombiano”, elaborado por Jesús Garay Tinoco en 1987. Dentro de este estudio se estableció que, desde 1985 se conoce que la contaminación por hidrocarburos tiene niveles demasiado elevados, y determina las áreas de la Bahía que presentan mayor nivel de contaminación por hidrocarburos.
La primera de estas áreas es la bahía interna hacia el norte, que es donde existe el mayor tráfico marítimo, una elevada actividad portuaria de muelles y embarcaciones.
La segunda área es la que está comprendida entre Bocachica y la Zona Industrial de Mamonal, cubre una gran parte de la Bahía y es el lugar por donde navegan todos los buques que entran y salen de Cartagena.
Pero, la situación de contaminación se agrava en estas dos áreas porque además en ambas zonas se vierten todas las descargas industriales de las empresas petroquímicas, alimenticias, polímeros, químicos, la refinaría y otras que se encuentran ubicadas a lo largo de la zona.
Es importante tener en cuenta que, los niveles aceptables y considerados mínimos de hidrocarburos totales en cuerpos de agua como la Bahía de Cartagena, son de 1 a 10 µg/L, que es el máximo valor permisible establecido por la UNESCO desde 1974. En 1985 la Bahía de Cartagena registraba niveles mínimos de 10 µg/L y máximos de 65 µg/L, de acuerdo al estudio científico elaborado y publicado por el CIOH en su Boletín número 7.
Según Garay, el estudio de contaminación por hidrocarburos totales en el caribe colombiano, estableció que la Bahía de Cartagena es la zona más contaminada por hidrocarburos de toda la región, estando por encima de zonas como Santa Marta, Barranquilla y Coveñas, ciudades en las que también se realizan actividades portuarias e industriales a orillas de sus cuerpos de agua.
Un agravante a esta situación, es que los elevados niveles de contaminación por hidrocarburos no solamente afectan las zonas por donde transitan las embarcaciones o por donde se vierten los contaminantes, sino que también el estudio de Garay encontró altas concentraciones de contaminación por hidrocarburos en áreas como la costa oriental de Tierra Bomba, las costas de Manga, áreas adyacentes al El Laguito, Castillo Grande y ciertas partes de las Islas del Rosario. Y esto se da debido a las condiciones meteorológicas y a las corrientes marinas, que distribuyen, dispersan y transportan los residuos de hidrocarburos hacia estas áreas, concentrándose en ellas y provocando altos niveles de contaminación.
Esto debería generar preocupación debido a que los usos que se le da a la Bahía en estas zonas son humanos y turísticos: balneario, actividades recreativas, pesca, consumo de peces y consumo doméstico. La alta concentración de contaminación por hidrocarburos puede afectar la salud de las personas que viven en estas zonas, se hace necesario un estudio para comprobar cómo esta contaminación afecta la salud de los pobladores y turistas.
En el Boletín Científico No 16 del CIOH, se establece que para el año 1995 los niveles de contaminación por hidrocarburos disueltos y dispersos (HDD) presentaban en las tres épocas del año (seca, transición y húmeda) valores medios y altos de contaminación, a causa de los vertimientos industriales y por la actividad portuaria. También, en las Islas del Rosario se encontraron valores moderadamente riesgosos, que afectan de manera directa la actividad turística de la ciudad y la salud de los residentes, porque son zonas que se consideran sin contaminación.
Por lo cual, el CIOH recomendó en su Boletín Científico No 16, que la Bahía de Cartagena necesitaba de manera urgente vigilancia constante presente y futura. En el boletín hacen hincapié a que la Bahía había sido declarada en emergencia ambiental en 1991, debido a los diferentes estudios científicos que la clasificaron en niveles de contaminación altos por HDD, que colocan en riesgo la salud pública y la vida del cuerpo de agua.
Ya desde 1991 se conocía a nivel Distrital y de manera oficial los elevados niveles de contaminación de la Bahía, cifras que motivaron a que el Consejo Distrital la declarara en emergencia ambiental, mediante el Acuerdo No 50 de septiembre de 1991, en el cual la ciudad debía entrar en emergencia ambiental con relación a la utilización de sus cuerpos de agua, en especial la Bahía de Cartagena. Pero, esa declaración fue un simple saludo a la bandera, porque la contaminación de la Bahía siguió en curso ascendente y sin ningún control.
Pero, la Bahía de Cartagena no sólo tiene contaminación por hidrocarburos, coliformes, fenoles y nitrato amoniacal. Para los años 70 y 80 la Bahía presentó altos niveles de contaminación por mercurio, a causa de la producción industrial de empresas como Álcalis, la cual trabajaba con mercurio en sus procesos de producción de sal. Contaban con una planta de cloro y vertían todos los residuos de sus procesos industriales en la Bahía, estos residuos que arrojaron en la bahía no tenían ningún tipo de tratamiento, los contaminantes fueron descargados en la bahía sin ningún control.
Los datos de toda esta contaminación por mercurio se encuentran detallados en el documento ”Evaluación de la metilación del mercurio en los sedimentos de la Bahía de Cartagena“, elaborado por Astrid Mendoza, como tesis para optar al título de magíster en Ingeniería Civil. Facultad de Ingeniería, Departamento de Ingeniería Civil, Universidad de los Andes en el año 2004.
Es importante entender la gravedad de la contaminación por mercurio, que es un metal pesado, considerado de alta peligrosidad para cualquier ser humano por sus altísimos niveles de toxicidad. En Colombia, para 1977, aún no se tenían regulados los niveles permisibles de mercurio en los cuerpos de agua; por lo cual no existía ninguna ley que regulara el vertimiento de mercurio que empresas como Álcalis hacían en la Bahía de Cartagena.
De acuerdo a la investigación de Mendoza, para el 2004 los niveles de mercurio (Hg) en la Bahía de Cartagena eran de 7.67 µg/g, muy por encima de los valores permisibles por la norma, que son de 0.5 µg/g. Veinte años después de la contaminación por ese metal efectuada por Álcalis, aún permanece la contaminación a niveles muy elevados.
De acuerdo al CIOH, entre 1970 y 1990 se realizaron, un promedio de 350 estudios sobre la contaminación en la Bahía de Cartagena. Y como conclusión en todos estos estudios se determinaba que la descarga de desechos industriales y los vertimientos de hidrocarburos ocupan el segundo lugar de responsabilidad sobre los niveles de contaminación de este cuerpo de agua de la ciudad.
Según Invernar, en su documento “Diagnostico de la contaminación marina costera del caribe y pacifico colombiano”. Red de vigilancia para la conservación de zonas marinas y costera en Colombia. Informe final año (2003), la Zona Industrial de Mamonal para el año 1995, aportaba 6.02 ton/día de la carga de materia orgánica recibida por la Bahía y 3.9 ton/día de nutrientes, junto con carbonatos, fenoles, aguas calientes y otros.
El estudio de Invemar, también confirma que la Bahía tiene graves problemas de anoxia en sus aguas superficiales, a los 10 metros de profundidad presenta una disminución y desaparición de la fauna. Existen peligrosas acumulaciones de cadmio en organismos y de mercurio en los sedimentos. Así como, elevados niveles de contaminación fecal, altas concentraciones de hidrocarburos y gran acumulación de basuras sólidas.
El diagnostico de Invemar, no solamente confirma la gravísima concentración de contaminantes como hidrocarburos, metales pesados, sustancias minerales y químicos, sino también una alta contaminación microbiológica debido al vertimiento del alcantarillado sanitario, conclusiones iguales a las entregadas por Ambientronika a Cardique en 1999. El documento de Invemar manifiesta que la presencia y permanencia de patógenos en la Bahía en niveles no permisibles se da principalmente en los sectores turísticos de Castillo Grande y el Laguito.
De acuerdo al Código Nacional de los Recursos Renovables y Protección al Medio Ambiente y el Decreto 1594 de 1984, el indicador para medir la calidad del agua es la prueba de coliformes totales y fecales, el Ministerio de Salud establece que los niveles permitidos para cuerpos de agua que tengan uso recreativo de contacto primario son:
- Coliformes fecales – NMP/100ml menores a 200 microorganismos
- Coliformes totales – NMP/100ml menores a 1000 microorganismos
Para considerar que un cuerpo de agua no está contaminado con patógenos, las muestras analizadas del 80% al 100% deben presentar niveles inferiores a 200 NMP/100ml. De igual manera, un cuerpo de agua con alta contaminación patógena es el que presenta del 100% al 61% de las muestras analizadas niveles que sobrepasen el máximo valor permisible de coliformes fecales, que es de 200 NPM/100ml.
La conclusión, por separado, que han arrojado los diferentes estudios consultados, es que los niveles de coliformes siempre son muy superiores a los límites permisibles para la salud pública. Cardique midió los niveles de coliformes fecales en los años 1996 y 1997, presentando las siguientes cifras: para 1996 fueron de 3500000 NPM/100ml y para 1997 fueron de 24000 NPM/100ml, superando ampliamente el valor máximo permisible que de 200 NPM/100ml.
Otro estudio que arroja datos preocupantes es el elaborado por el Ministerio de Defensa, DIMAR y CIOH, “Presencia de organismo exógenos y patógenos en aguas de latres de buques de tráfico internacional. Fase 3”, Cartagena, 2004. Que nuevamente confirma la peligrosa y elevada contaminación por coliformes y otros patógenos, que hacen que los usos de balneario y recreativo de varias zonas de la Bahía sea peligroso para la salud púbica.
Pero, además del mercurio, la Bahía de Cartagena presenta contaminación por otros metales pesados como cadmio, cromo, cobre, plomo y cinc, presentes en los sedimentos de la Bahía y también en las aguas de este cuerpo de agua.
De acuerdo al Boletín científico No 18 del CIOH, las principales concentraciones de estos metales están presentes en las áreas comprendidas entre la bahía interna y la Zona Industrial de Mamonal.
Según el CIOH; desde 1978 se han hecho mediciones sobre la presencia de metales pesados en la Bahía de Cartagena y desde finales de los años 70 se ha evidenciado elevadas concentraciones de cadmio. El nivel permitido de cadmio dentro de un ecosistema acuático, para que no se considere contaminante de alto grado, debe ser de 2 µg/g. De acuerdo a CIOH, entre 1978 y 1979 las concentraciones de cadmio en la Bahía eran de 2.6 µg/g. Ya para 1980 y 1990 los niveles de cadmio descendieron, pasaron de contaminación alta a contaminación media.
El oxígeno disuelto es lo que permite que un cuerpo de agua se auto purifique, baje los niveles de contaminación y se mantenga vivo. En la Bahía de Cartagena se tiene registros y mediciones de OD desde la década de los 70 y desde esos años las mediciones arrojan niveles muy bajos de oxígeno disuelto, desde los setenta están encendidas las alarmas sobre la muerte lenta a la que estaban condenando a la Bahía de Cartagena debido a la contaminación
De acuerdo a los datos del CIOH, para los años 80, las concentraciones de oxígeno disuelto se estaban por debajo de los márgenes permisibles, los niveles variaron entre 0.5 y 1 mg/l, en temporada de lluvias. Esto se debe a la alta cantidad de sedimentos y turbiedad del agua, que evitan que se lleven a cabo los procesos fotosintéticos, además de los vertimientos industriales que hacen requerimiento de oxígeno.
Los bajos niveles de oxígeno disuelto se mantienen hasta la actualidad, las zonas de la Bahía con menos OD son las que se encuentran entre Castillo Grande y El Laguito, y la mayor parte de la bahía interna.
Los informes, estudios y diagnósticos consultados para la elaboración de este artículo muestran como la contaminación de la Bahía se ha mantenido constante y en aumento desde hace más de 40 años, sin control ambiental que evite el deterioro y el aumento de la contaminación. La presencia de contaminantes altamente tóxicos y persistentes, metales pesados, así como los elevados niveles de patógenos y microorganismos hacen que el uso de la Bahía sea peligroso en muchas zonas de este cuerpo de agua.
Todos los gobiernos a nivel local y nacional de estos últimos 40 años se han hecho los de la vista gorda ante la grave contaminación ambiental que sufre día a día la Bahía. No han ejercido control, ni tomado las medidas correctivas necesarias para evitar que la Bahía llegue a un punto de no retorno debido al elevado nivel de contaminación.
Durante todos estos años han elaborado distintos planes y proyectos, en gobernanza con distintas instituciones locales y nacionales para detener la contaminación de la Bahía. Planes y proyectos que no han finalizado con éxito, algunos que se quedaron en el papel, otros en los que se ejecutó presupuesto pero que no cumplieron ningún objetivo, porque hoy la Bahía está más contaminada que antes. Tan crítica es la situación que el año pasado el Consejo de Estado emitió un fallo para obligar a siete entidades públicas y privadas del país a crear un plan integral para reparar los daños ambientales de la Bahía y evitar que continúe la contaminación.
Será este fallo otro documento que se quede en letra muerta y no se repare el daño ambiental de la Bahía, como ha sucedido en los 40 años anteriores.
En una próxima entrega se analizaran todos los planes y proyectos fallidos que se han elaborado para evitar que continúe la contaminación de la Bahía. En este análisis se evidencia la incompetencia de todos los gobiernos locales y los niveles de corrupción que hoy tienen a la Bahía de Cartagena en estado crítico.