El nuevo Fairphone prescinde de aplicaciones y servicios de Google

Mientras que la multinacional china Huawei se vio forzada a prescindir de las aplicaciones y servicios de Google debido a las restricciones impuestas por Estados Unidos, hay otros fabricantes, como Fairphone, que renuncian voluntariamente a los servicios de Google en el sistema operativo Android, al menos en ciertos modelos. El motivo: hay muchos consumidores que no quieren formar parte del universo global de Google.

Hasta ahora, el fabricante holandés Fairphone, que se dirige a clientes particularmente concienciados con el medio ambiente, ha utilizado en sus teléfonos móviles la versión estándar del sistema operativo Android con todos los servicios de Google. Sin embargo, algunos clientes de Fairphone, particularmente preocupados por la privacidad, se sentían incómodos con la idea de que su dispositivo enviara muchos datos a Google, incluyendo estadísticas de uso y datos de localización.

Si bien es posible limitar la mayoría de estas transmisiones a través de ajustes en la configuración, lo cierto es que no es posible prescindir completamente de Google.

Para aquellos que desconfían de Google, Fairphone ofrece ahora un modelo sin sus servicios: el Fairphone 3, con el sistema operativo “/e/”. Para bautizar a su variante Android, la fundación sin fines de lucro “e Foundation” ha recurrido a este singular nombre porque la denominación original del proyecto, “eelo”, estaba legalmente protegida como marca comercial y ya no podía utilizarse.

“/e/” fue desarrollado a partir de LinageOS, una bifurcación o proyecto informático basado en Android. LinageOS también se ofrece para varios smartphones de Samsung, HTC y otros fabricantes como reemplazo de Android con todos los servicios de Google. Fairphone suministra el paquete listo para su uso sin que el usuario tenga que preocuparse por una instalación técnicamente complicada del sistema operativo.

Fairphone promociona el sistema operativo “/e/” como un sistema operativo de código abierto que protege al máximo la privacidad de los usuarios. Y, de hecho, los datos de usuario, tanto en el dispositivo como en la nube, son privados por defecto y no se producen flujos de datos no deseados. Los usuarios también ahorran energía de la batería y ancho de banda porque el teléfono inteligente no busca constantemente la conexión con servidores de proveedores de servicios de publicidad.

¿Pero, cómo arreglárselas sin los servicios de Google? En las pruebas prácticas, todo funciona sorprendentemente bien. Algunas funciones, como la gestión de imágenes, el teclado y el explorador de archivos, funcionan con los componentes estándar de Android, con los que el usuario ya está familiarizado. En lugar de Google Maps se preinstaló la aplicación MagicEarth, de General Magic, que se basa en el enorme conjunto de datos del proyecto OpenStreetMap. Alternativamente, también se pueden instalar otras aplicaciones de mapas un poco más toscas, pero de alto rendimiento, como “Here”.

En el caso de otras aplicaciones importantes, la “e Foundation” también logró encontrar alternativas viables al Android de Google. El navegador se basa en el acreditado proyecto Chromium y sólo prescinde de las funciones de sincronización de la aplicación Chrome del Android convencional. Además, un bloqueador de anuncios integrado garantiza que no se muestre la publicidad y restringe los rastreadores de anuncios.

En cuanto a la aplicación de la cámara, aquí sí hay que renunciar al máximo confort y rendimiento. Si bien también se pueden hacer imágenes HDR y panorámicas, el software no ofrece herramientas de inteligencia artificial (IA) para espectaculares tomas nocturnas o fotos de retratos con fondos editados artificialmente, con las que fabricantes como Samsung, Huawei y Apple impresionan a sus usuarios una y otra vez.

Las aplicaciones del modelo “/e/” de Fairphone tampoco se instalan desde la tienda virtual Google Play Store, como sucede con los dispositivos Android convencionales, sino desde una tienda separada de la “e Foundation”, la “e Store”. Aquí también se pueden encontrar populares aplicaciones, como Facebook, Whatsapp e Instagram, a pesar de su mala fama por poner en riesgo la privacidad de sus usuarios.

Al menos, la “e Foundation” no impone ninguna restricción y deja al usuario la decisión de si quiere instalar o no las aplicaciones nacidas en Silicon Valley, California. Si la oferta de la “e Store” no le es suficiente, el usuario también puede instalar tiendas adicionales. Una de ellas es F-Droid, en la que se ofrecen aplicaciones de código abierto.

Aún no está claro si la aplicación oficial de rastreo de coronavirus del Gobierno alemán funcionará en el Fairphone 3 con “/e/”. La interfaz de programación de aplicaciones (API), que permite el uso de Bluetooth en aplicaciones de rastreo de contactos, no fue suministrada por Google como una actualización de Android, la que también podría ser utilizada por los usuarios de las variantes de código abierto.

Para no depender de la cooperación con los fabricantes de hardware, el grupo eligió sus servicios Google Play como vehículo para proporcionar la API.

El software de “e Foundation” es sorprendentemente fácil de usar, es el hardware el que despierta menos entusiasmo. En comparación con dispositivos convencionales, el Fairphone 3 no ofrece los mejores valores. El aparato incorpora el procesador de gama media Snapdragon 632, de Qualcomm, una cámara de doce megapíxeles con función de vídeo de 4K en la parte posterior y una cámara de selfies de ocho megapíxeles en la parte delantera.

El fabricante apuesta por que los dispositivos sean modulares y puedan ser reparados sin obstáculos artificiales. Además, garantiza que se producen, en lo posible, sin explotación del hombre y la naturaleza. En el modelo actual, Fairphone asegura utilizar estaño y tungsteno comercializados de forma responsable y sin conflictos, cobre y plástico reciclados, así como oro de comercio justo.

Estos esfuerzos también se reflejan en el precio. Fairphone comercializa el modelo 3 con el sistema “/e/” por 479 euros (aproximadamente 537 dólares estadounidenses), lo que es significativamente más de lo que cuestan, por ejemplo, los modelos básicos de Huawei o Xiaomi, que ya funcionan con la quinta generación de datos móviles (5G) y cuentan con una mejor cámara.

Así y todo: las cadenas de suministro transparentes y la procedencia de los materiales utilizados, entre otros, son para muchos usuarios razones más que suficientes para aceptar esta diferencia de precio.