El analfabetismo alcanza a 773 millones de jóvenes y adultos
– En el mundo 773 millones de adultos y jóvenes carecen de competencias básicas para leer y escribir, y la pandemia covid-19 ha interrumpido los programas de enseñanza de lectoescritura, recordó la Unesco al celebrar este martes 8 el Día Mundial de la Alfabetización.
El cierre casi mundial causado por la covid perturbó el conjunto de la educación, afectando a más de 91 por ciento de los estudiantes y casi 99 por ciento de los docentes, según la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Durante la actual crisis “los programas de alfabetización de adultos han estado ausentes de los planes de respuesta educativa, la mayoría de los que existían se suspendieron y solo algunos cursos se mantienen de manera virtual mediante la radio, la televisión o los espacios al aire libre”, indicó la agencia.
Sostuvo además que muchos jóvenes y adultos con poca o ninguna capacidad de alfabetización han tenido un acceso limitado a información vital, debido a la ausencia de planes de respuesta durante la pandemia que abarquen este problema.
Los países con más altas tasas de alfabetizados están en Asia Central, Europa, América del Norte, Asia del Este y del Sudeste, mientras que los menos alfabetizados se ubican en África subsahariana y sur de Asia, y en tramos medios están América Latina y el Caribe, Asia occidental y Norte de África.
Las tasas de alfabetización de adultos están por debajo de 50 por ciento en 20 países: Afganistán, Benin, Burkina Faso, República Centroafricana, Chad, Comoras, Costa de Marfil, Etiopía, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Haití, Irak, Liberia, Malí , Mauritania, Níger, Senegal, Sierra Leona y Sudán del Sur.
Casi dos de cada tres jóvenes y adultos que no alcanzan a leer y escribir son mujeres.
Según cifras de 2017 del Instituto de Estadísticas de la Unesco, 90 por ciento de los hombres mayores de 15 años estaban alfabetizados, contra 83 por ciento de las mujeres, y de los 750 millones de analfabetos que había para entonces 277 millones eran hombres y 473 millones eran mujeres.
Entre los mayores de 65 años sin destrezas para leer y escribir las mujeres eran 67 por ciento, en las edades entre 24 y 65 años sumaban 63 por ciento, y entre los jóvenes, de 15 a 24 años, 57 por ciento.
La Unesco sostiene que en los últimos 50 años se ha avanzado en las tasas de alfabetización de jóvenes y de mujeres, y plantea que deben reformularse políticas, planes y programas ante el cierre de opciones para la educación que se ha presentado con la pandemia.
Mientras que 617 millones de niños y adolescentes en el mundo no alcanzan niveles mínimos de competencia en lectura y matemáticas, según la Unesco, la pandemia supuso, ya en sus primeras semanas o fase inicial, la interrupción de la enseñanza para 1600 millones de estudiantes, 91 por ciento de la población escolar mundial.
En muchos lugares, la crisis de la covid evidenció la falta de preparación de la infraestructura, los sistemas educativos, los programas y las personas, incluidos los encargados de formular políticas, los educadores y profesionales, las familias y los propios educandos, para garantizar la continuidad de la enseñanza.
Al interrumpirse programas de alfabetización, muchos jóvenes y adultos con la desventaja de poca o ninguna capacidad de lectura y escritura, quedaron con acceso limitado a la información que puede salvar vidas o sostener medios de subsistencia y de aprendizaje a distancia.
La Unesco se ha propuesto que el Día Mundial de la Alfabetización 2020 abra una conferencia virtual, a escala global, sobre la alfabetización en una perspectiva de aprendizaje permanente, con énfasis en el papel de los educadores y de las tecnologías cambiantes.
Asimismo, ha subrayado la tarea de la alfabetización de adultos y jóvenes dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 de las Naciones Unidas, pues el ODS 4 estipula “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
La meta 4.6 propone “para 2030, garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética”.
A-E: HM
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