Deditos de choclo, una nueva versión de la arepa tradicional
Estos “mañaneros” se preparan con la receta tradicional de la arepa, a la que se le añade queso costeño y ajonjolí, además de mermelada, queso común o jamón, según la preferencia del consumidor.
BOGOTÁ D. C., 14 de febrero de 2017 — Agencia de Noticias UN-
La idea es que este producto, que está pensado para el desayuno, aporte unas 300 calorías, lo cual contribuye significativamente con la cantidad de energía necesaria durante las primeras horas del día.
“Por la mañana se requieren entre 400 y 500 calorías. Sin embargo, en las encuestas que hicimos nos dimos cuenta de que muchos estudiantes y ejecutivos desayunan mal, porque siempre van de afán y no se acercan a dicho rango calórico”, advierte Andrés Felipe Hernández, estudiante de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
El grupo de investigación, integrado por el estudiante Hernández, Juan Jacobo Barbosa y Cristian Camilo Maldonado, quienes también son alumnos de Diseño Industrial, determinó que una arepa de choclo puede aportar unas 200 calorías y que, al añadírsele los otros ingredientes, contribuye con más energía.
Los estudiantes le dieron forma de “dedito” al producto con el fin de hacerlo más manejable para el consumidor y facilitar la adición de los otros ingredientes. Cada unidad mide cerca de 12 centímetros y pesa alrededor de 18 gramos.
Cabe señalar que el queso costeño tiene la función de aportar calorías y sabor, además de darle consistencia a la masa de maíz, que se prepara siguiendo la receta tradicional, es decir moliendo el choclo y agregándole harina de trigo, sal y azúcar.
Entre tanto, el ajonjolí contribuye con la carga nutricional saludable requerida, otorga sazón y aroma. Por último, el usuario decide si consume el “dedito” añadiéndole jamón, más queso o mermelada.
“De esta manera, las personas que a veces no pueden sentarse a desayunar con tranquilidad –como los estudiantes universitarios o los ejecutivos–, pueden comerse el “dedito” que, acompañado con una bebida, les aportará la energía necesaria para el resto de la mañana”, explica el estudiante Hernández.
“Para que el producto salga al mercado sabemos que se debe explotar más y que se deben perfeccionar algunos aspectos de diseño como el empaque. Esta posibilidad nos interesa en el futuro”, complementa el estudiante.
Laboratorio de alimentos
Esta idea se desarrolló en el Observatorio de Diseño y Empaques, un espacio que forma parte del Departamento de Diseño Industrial de la U.N., donde se realiza un proceso de ingeniería inversa con los productos a trabajar, es decir que se que toma el producto final, y se identifican y analizan todos los pasos y componentes de su fabricación.
Después, los estudiantes hacen una propuesta novedosa que, sin perder la esencia del alimento, le añade nuevos ingredientes para atraer a nuevos públicos.
Algunos otros productos innovadores que han presentado los estudiantes en el Observatorio son las croquetas de morcilla y la nueva presentación de los envueltos de maíz, la gelatina de pata y el bocadillo de guayaba.