Antes de la COP26, la ONU pide metas mucho más ambiciosas para limitar el calentamiento global
La ONU alertó hoy que las metas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que los países tienen previsto presentar la semana próxima en la conferencia del clima COP26 de Naciones Unidas deberían ser siete veces mayores para limitar el calentamiento global al nivel ideal de 1,5°C.
Así lo advirtió un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (Pnuma), que detalló que pese a los nuevos compromisos registrados al 30 de septiembre por más de 120 países, “es importante” la diferencia entre lo que se necesita para respetar el Acuerdo de París y dejar el calentamiento por debajo del +2 ºC (+1,5 ºC, sería lo ideal) con respecto a la era preindustrial.
El informe puso de manifiesto la insuficiencia de dichos compromisos que, dijo, “prevén una reducción de las emisiones para 2030 del 7,5%, cuando se necesita un 30% para estar en los 2 ºC, y del -55% para +1,5 ºC”.
Esta reducción debería ser “cuatro veces mayor para ser compatible con +2 ºC y siete veces mayor para estar en el +1,5 ºC.”, explicó Anne Ohloff, una de las autoras del informe.
“Hubo progresos (…) pero estamos muy lejos de lo que necesitamos”, añadió, antes de la COP26 que comienza la semana próxima en el Reino Unido, en la ciudad escocesa de Glasglow, informó la agencia de noticias AFP.
Las “Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional” (NDC) se presentan cada cinco años y reflejan los compromisos de reducción de emisiones de los países.
Los anteriores compromisos, presentados por los cerca de 200 firmantes del Acuerdo de París, llevaban al mundo a un aumento de temperaturas de entre 3 y 4 grados.
Además de los NDC, que reflejan objetivos a corto plazo, 49 países que representan el 57% de las emisiones mundiales se comprometieron oficialmente a alcanzar la neutralidad carbono a mediados de este siglo, en 2050 la mayoría, aunque otros lo fijan en 2060 o 2045.
Estos compromisos dan “algo de esperanza”, según el informe, porque situarían el calentamiento global en medio grado menos, +2,2 ºC.
Sin embargo, los expertos que realizaron el informe del Pnuma advirtieron sobre el riesgo de que no se cumplan estas previsiones, ya que, por ejemplo, los países del G20 -que representan el 80% de las emisiones globales- no están respetando sus anteriores NDC, mientras sus estrategias para alcanzar la neutralidad carbono son “vagas”.
Los signos inquietantes se multiplican. Después de que las medidas tomadas en 2020 para frenar la propagación de la pandemia de coronavirus redujeran las emisiones de gases de efecto invernadero en un 5,4%, se espera que este año se sitúen apenas por debajo de las de 2019, que fue un año récord.
Ayer, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron un nuevo récord el año pasado y aumentaron a un ritmo más rápido que el promedio anual en la última década pese a la reducción temporal durante los confinamientos por el coronavirus.
El informe del Pnuma criticó también que los Estados no aprovecharon la pandemia para incluir la transición verde en sus planes de recuperación económica, ya que solo entre el 17- 19% de las inversiones son susceptibles de reducir las emisiones.
“Tenemos ocho años para reducir casi a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero y tener una posibilidad de limitar el calentamiento global a +1,5 °C. Ocho años para poner en marcha planes, llevar a cabo las políticas, ejecutarlas, y finalmente lograr los recortes. El tic tac del reloj suena con fuerza”, afirmó en el informe Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.
Una de las claves de acción para reducir las emisiones pasa por acabar con el uso de las energías fósiles, especialmente contaminantes.
Sin embargo, otro informe del Pnuma, publicado la semana pasada, mostró que las previsiones mundiales de producción de carbón, petróleo y gas eran más de dos veces superiores a las compatibles con el objetivo de +1,5 ºC.
“El mundo debe despertar ante el peligro inminente que nos acecha como especie”, advirtió Andersen.
La semana pasada, el Parlamento Europeo también pidió más ambición a los países para lograr los objetivos de reducción de emisiones.
Los objetivos establecidos por el Acuerdo de París en 2015 preocupan en la actualidad a los eurodiputados, ya que existe la posibilidad de sobrepasar los tres grados centígrados de calentamiento terrestre para el año 2100, en comparación con los niveles preindustriales.
En este sentido, sostienen que la Unión Europea (UE) debe ser líder en la lucha contra el cambio climático y prometen trabajar para “garantizar que el paquete climático de la UE se ajuste plenamente” a esos objetivos.