Análisis

ANÁLISIS – Más de 100 años de terrorismo israelí en Palestina

En el último siglo, la política mundial ha experimentado grandes cambios, grandes guerras han ocurrido, los regímenes han cambiado, la era espacial comenzó, pero la violencia de Israel contra los palestinos persiste.

Por: Dr. Ahmet Hüsrev Çelik*

La violencia israelí contra los civiles en Palestina es un hecho que ha sido continuo desde hace un siglo. El estado de apartheid en los territorios palestinos ocupados no tiene un caso similar en el mundo.

Durante el último siglo se han visto innumerables cambios en materia política, han habido grandes guerras, regímenes totalitaristas, las fronteras de los países han cambiado, la tecnología se ha desarrollado, la era espacial ha comenzado, pero la violencia israelí contra los palestinos persiste.

La persecución de los palestinos comenzó mucho antes de que se estableciera el Estado de Israel. En las primeras etapas del proceso se produjeron enfrentamientos entre los nativos palestinos y judíos de tendencia sionista – el sionismo es una ideología nacionalista desarrollada por el periodista judío astro-húngaro Theodor Herzl que pretendía la creación de un Estado independiente para los judíos denominado Israel – que inmigraron a ese territorio, y después del establecimiento del Estado de Israel (1948), comenzó a surgir una ola de violencia desproporcionada por parte de los judíos sionistas contra los nativos palestinos.

Cambios demográficos

La población de judíos en Palestina era del 10% justo después de la Primera Guerra Mundial, sin embargo, la demografía de la región cambió de manera organizada en poco tiempo. La inmigración de judíos a Palestina había comenzado a aumentar antes de la Primera Guerra Mundial, a partir de la década de 1880, debido al antisemitismo que se empezaba a vivir en diferentes partes del mundo.

La ola de inmigración de judíos a Palestina recibió el nombre en hebreo de Aliá, y refería a la Inmigración judía a la ‘Tierra de Israel’. La primera Aliá se produjo durante 1882-1903; la segunda de 1904-1914; la tercera 1919-1923, la cuarta entre 1924-1928 y la quinta entre 1929 y 1939.

Gracias a estas campañas de migración sionistas, decenas de miles de judíos viajaron a los territorios de Palestina para formar un Estado judío. Después de la Segunda Guerra Mundial, la inmigración judía a Palestina continuó intensamente entre 1948 y 1951.

Grupos de inmigrantes judíos sionistas fundaron la organización terrorista Haganah en 1920 y la organización Irgun Z’vai Leumi en 1931, para atacar a los civiles palestinos, desplazarlos y preparar el terreno para el establecimiento del Estado de Israel. Los conflictos entre judíos y palestinos comenzaron en este período.

En abril de 1920 y mayo de 1921, muchos judíos y árabes murieron como resultado de enfrentamientos entre colonos y los palestinos nativos de la región. Una serie de protestas contra la inmigración masiva se produjeron a partir de 1936 y continuaron hasta 1939.

En 1946, la organización terrorista sionista Irgun llevó a cabo un ataque bomba en el hotel King David. Un total de 91 personas, en su mayoría civiles murieron en el ataque (41 árabes, 28 británicos, 17 judíos, dos armenios, un ruso, un egipcio y un griego).

Uno de los puntos de inflexión en el conflicto entre colonos sionistas judíos en Palestina fue la masacre de Deir Yasin, que se produjo el 9 de abril de 1948 en la aldea del mismo nombre, ubicada al oeste de Jerusalén.

En esta fecha, militantes del grupo terrorista sionista Igur y el grupo Lehi, atacaron a la población palestina dejando un saldo de 254 civiles palestinos asesinados. Entre los muertos había un gran número de niños y 25 mujeres embarazadas.

Día de Nakba (La gran catástrofe)

Los palestinos se refieren al 15 de mayo, el día después del establecimiento del Estado de Israel, como el Día de Nekba, o día de la Gran Catástrofe. Después de la guerra de 1948, Israel extendió las áreas que ocupaba y obligó a miles de palestinos a desplazarse, al expulsar a la mayoría de ellos de sus territorios originales.

Los palestinos tuvieron que abandonar sus hogares para dar espacio a la creación del Estado judío por temor a la tortura, la violación y la masacre de las fuerzas israelíes.

Según fuentes israelíes, 500 mil palestinos tuvieron que emigrar, según fuentes árabes 900 mil, y según las Naciones Unidas (ONU) 726 mil palestinos. Estos números corresponden a alrededor del 65-70% de la población palestina actual.

Durante este período, los asentamientos palestinos, que constaban de 675 aldeas y ciudades, fueron destruidos en su mayoría.

Los palestinos desplazados se vieron obligados a luchar para sobrevivir bajo las duras condiciones de ocupación y muchos quedaron relegados a vivir en campos de refugiados. En contra de esto, la ONU pidió que se permitiera el regreso de los palestinos a sus lugares de origen, con su resolución 194 de 1948.

Continuación de la violencia después del Naksa

El 5 de junio de 1967, el día en que comenzó la Guerra de los Seis Días, es conocido como el día de Naksa (día del reverso) para los palestinos. Los resultados de la guerra de 1967 produjeron nuevas oleadas de desplazamiento. Incluso palestinos que habían sido desplazados anteriormente, tuvieron que volver a migrar. Se cree que alrededor de 500 mil de ellos tuvieron que volver a desplazarse. De igual forma se inició una ola masiva de construcción de nuevos asentamientos judíos en territorios palestinos.

Desde 1967 se han construido más de 250 nuevos asentamientos, especialmente en Jerusalén Este y Cisjordania. Aproximadamente 650 mil judíos se establecieron en los asentamientos recién ocupados y creados. Los proyectos y políticas de asentamientos de Israel han conservado su continuidad hasta el día de hoy.

Otra cara de la violencia: el ‘muro’ israelí

Un elemento que sirve como herramienta de violencia para Israel y es un símbolo de su opresión sobre los civiles palestinos es el muro que Tel Aviv decidió construir alrededor de las áreas donde viven los palestinos. Se completó la construcción de aproximadamente 500 kilómetros, aunque originalmente estaba planeado que tuviera 720 kilómetros.

Como resultado, el muro redujo el territorio palestino en un 9,4%; dificultando las condiciones de vida de casi tres millones de personas. Cisjordania y la Franja de Gaza casi se han convertido en una prisión al aire libre debido a este muro y al bloqueo de Israel.

Durante la construcción del muro, las tierras de los palestinos fueron excavadas con maquinaria pesada, sus casas y tierras fueron confiscadas, cientos de casas de palestinos fueron demolidas, decenas de miles de olivos y árboles frutales fueron arrasados, instalaciones de riego y miles de metros de tuberías fueron destruidas.

Por otro lado, el muro en cuestión atravesó algunos pueblos, separando familias y parientes. Algunos palestinos incluso tenían sus casas a un lado del muro y sus plantaciones al otro.

Violencia contra los palestinos en los movimientos de la intifada

Durante la Primera Intifada palestina (árabe para rebelión), que comenzó en 1987, los palestinos y especialmente los jóvenes intentaron proteger su tierra, su vida y sus derechos humanos lanzando piedras contra los soldados israelíes armados.

La primera intifada duró hasta 1993 y en las cámaras de la prensa mundial quedó registrado por primera vez el abuso de las fuerzas israelíes contra los manifestantes palestinos.

Más de 1.200 civiles palestinos murieron durante esta rebelión. Más de 130 mil resultaron heridos, 2.500 casas fueron destruidas y más de 20 mil palestinos fueron encarcelados.

Durante la Segunda Intifada, que duró del 2000 a 2005, 4.412 palestinos perdieron la vida, otros 48.322 resultaron heridos y miles de hogares palestinos fueron destruidos.

La imagen de esta serie de levantamientos fue el pequeño Mohammed al-Durra, de 11 años, quien fue abatido junto con su padre Jamal al-Durra, debido al ataque armado de soldados israelíes en la Franja de Gaza. Imágenes capturadas por un periodista local mostraron al pequeño Mohammed buscando refugio a los disparos israelíes junto con su padre detrás de un cilindro de concreto, antes de ser abatidos por disparos de los soldados.

Violencia constante en la Franja de Gaza

Posteriormente, siguió la Operación Plomo Fundido del Ejército israelí contra los palestinos en la Franja de Gaza, entre diciembre de 2008 y enero de 2009. En esta, al menos 1.400 personas perdieron la vida, , incluidos 355 niños y 100 mujeres, y 5.400 palestinos resultaron heridos.

El 8 de noviembre de 2012 las fuerzas israelíes asesinaron a tiros a un niño de 13 años que jugaba al fútbol. En respuesta a los disturbios por la muerte del menor, Israel lanzó su operación denominada Operación Pilar Defensivo. Esta vez, 167 palestinos murieron, más de la mitad de ellos mujeres y niños murieron, y más de 1.200 palestinos resultaron heridos.

En 2014, el Ejército israelí lanzó ataques durante 51 días contra los palestinos, en la denominada Operación Margen Protector. Como resultado, la Franja de Gaza se convirtió literalmente en escombros. Estos ataques dejaron 2.158 palestinos muertos, incluidos 551 niños, más de 11 mil palestinos heridos y más de 60 mil desplazados.

El día en el que el Gobierno de Estados Unidos anunció su decisión de trasladar su Embajada a Jerusalén correspondió justamente al aniversario del Nakba, un gesto con gran valor simbólico. Durante las protestas que comenzaron contra la decisión, más de 60 civiles palestinos, entre ellos muchos niños, murieron y más de 3 mil palestinos resultaron heridos en dos días. La bebé palestina Leyla, de 8 meses, fue una de las que falleció a causa de la ofensiva israelí.

Como puede verse, los violentos ataques de Israel contra los palestinos han continuado ininterrumpidamente durante más de 100 años. La violencia israelí no discrimina entre mujeres, niños, bebés, civiles, templos, casas, hospitales y escuelas. Aunque hay muchas resoluciones de la ONU con respecto a todos estos eventos, Israel no toma en consideración a ninguna de estas.

*Ahmet Husrev Celik es el director del Centro de Estudios Africanos y del Medio Oriente de la Universidad de Duzce en Turquía.

** Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de la Agencia Anadolu.

*** Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.

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