ANÁLISIS – El gran colapso de los reformistas en la política iraní
Los votos de los reformistas cayeron del 57% al 8% en cuatro años.
Por: Muhammet Kurşun / Anadolu
Los reformistas llegaron al escenario político de Irán con la victoria de Mohammad Khatami en 1997 y sufrieron un gran colapso en las últimas elecciones celebradas el viernes 18 de junio.
Este movimiento político se destacó con su discurso sobre más democracia, libertad, derechos sociales y diálogo con el mundo en comparación con los conservadores conocidos como los defensores del statu quo en el país.
Khatami, el líder de los reformistas, ganó las elecciones presidenciales en 1997, luego de ocupar el cargo de ministro de Orientación y Cultura entre 1982 y 1992.
No se esperaba que tuviera ningún chance frente al candidato conservador Ali Akbar Nategh-Nouri, pero logró un éxito histórico de alrededor del 70% de los votos.
Gracias a las políticas reformistas que siguió, también ganó las elecciones presidenciales de 2001 con un porcentaje de votos mayor. Durante su segundo mandato tuvo problemas con el ‘establishment’ iraní.
Khatami fue el primero en cambiar el ambiente político tras la revolución e hizo las primeras reformas serias en el país.
Se le prohibió aparecer en la prensa debido a sus opiniones políticas durante su presidencia y después de ella.
Ahmadineyad acabó con la era de los reformistas
Después de Khatami, el candidato conservador Mahmud Ahmadineyad le ganó al candidato reformista Ali Akbar Hashemi Rafsanjani en las elecciones presidenciales de 2005, poniendo así fin al Gobierno reformista de ocho años.
Además, Ahmadinejad ganó las agitadas elecciones de 2009 contra los líderes del Movimiento Verde, Mir-Hosein Musavi y Mehdi Karroubi.
Luego del Gobierno de ocho años de Ahmadineyad, el candidato reformista Rafsanjani fue vetado de la carrera presidencial de 2013 por el Consejo de Guardianes de la Constitución, por lo que los reformistas decidieron apoyar a Hassan Rouhani, quien finalmente ganó la contienda.
Luego de que firmará el acuerdo nuclear con el P5 + 1 en 2015 en su primer mandato, Rouhani recibió nuevamente el respaldo de los reformistas en 2017, lo que le permitió ganar por un amplio margen sobre su rival, el candidato conservador Ibrahim Reisi.
Rouhani fue elegido presidente en primera vuelta con aproximadamente 24 millones de votos, 57,14% del total, en las elecciones de 2017, que contaron con una participación del 73%.
Los votos a los reformistas caen del 57% al 8% en cuatro años
Sin embargo, de cara al 2021, Abdul Nasir Hemmati, apoyado por los reformistas en las elecciones celebradas el viernes 18 de junio, recibió solo cerca de 2.427.000 votos, un 8% de los votos.
Por lo tanto, los votos de los reformistas cayeron del 57% al 8% en cuatro años.
En el bastión de los reformistas, la capital, Teherán, la participación en la jornada se mantuvo en un 26%.
En las elecciones que ganó Rouhani, la tasa de participación en Teherán fue del 65%.
Las elecciones parlamentarias celebradas en febrero de 2020 tuvieron una participación del 42%, y debido a los vetos, los conservadores recibieron el 90% de los votos emitidos, asegurando una abrumadora mayoría en el Parlamento.
Sin embargo, ya que los políticos y el electorado reformista había decidido “boicotear” las elecciones en bloque, no aceptaron los resultados como una derrota.
Brecha entre el político y el votante reformista
En las últimas elecciones, figuras y partidos reformistas importantes como Khatami, decidieron apoyar a Hemmati.
La decisión de los políticos reformistas de dejar el boicot y participar en las elecciones no tuvo ningún efecto en el electorado.
Estas elecciones mostraron también un aumento profundo en el desacuerdo y la diferencia de enfoque entre los votantes y los políticos reformistas.
Mientras los políticos reformistas piensan que las urnas seguirán siendo una solución, las últimas elecciones parlamentarias y presidenciales demostraron que los votantes reformistas ya no concuerdan con esto.
El colapso de los reformistas provoca también una disminución en el número de personas que aún creen en las urnas en el país.
Por su parte, los políticos reformistas insisten en que la falta de confianza en las urnas del pueblo fortalece la mano de quienes “luchan por que el régimen sea derrocado”.
“Debemos revisar nuestra estrategia”
Al hablar sobre los resultados de las elecciones, Mostafa Tajzadeh, una de las principales figuras reformistas que fue vetada en las últimas elecciones, dijo que no tiene muchas esperanzas sobre el régimen, “pero como reformistas, si no revisamos nuestra visión y estrategia ni adoptamos enfoques que concuerden con las demandas de la mayoría, no podremos recuperar la confianza perdida”.
Uno de los politólogos más importantes del país, Sadegh Zibakalam, evaluó de la siguiente manera el colapso de los reformistas:
“Los 2,5 millones de votos dados a Hemmati fueron el último disparo contra la aventura política de 24 años de los reformistas. Los reformistas esperaban que Hemmati, a quien apoyaban, recibiera 10 millones de votos en el peor de los casos y llevara las elecciones a la segunda vuelta en el mejor de los casos. La derrota de los reformistas fue más fuerte en comparación con la de los demás”.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.