Episodios psiquiátricos pueden confundirse con epilepsia
Se trata de eventos paroxísticos psicógenos no epilépticos (EPPNE) que por sus manifestaciones pueden confundirse con epilepsia, y en algunos casos podrían llevar al paciente a recibir un diagnóstico y un tratamiento inadecuados.
Así lo explica María Alejandra Daza, especialista en Neurología Clínica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien añade que este tipo de eventos, al tener un origen psicógeno (mental), es decir que son de origen mental, y suelen presentarse en pacientes con enfermedades psiquiátricas como ansiedad y depresión.
En algunos pacientes se presentan tanto eventos psicógenos como crisis epilépticas. En este grupo de pacientes el diagnóstico suele ser más complejo puesto que obliga a diferenciar ambos eventos para no incurrir en ajustes de medicamentos para las convulsiones y sus consecuentes efectos secundarios y riesgos innecesarios.
El diagnóstico puede ser tan complejo, que, en la práctica diaria, muchos médicos confunden los eventos paroxísticos psicógenos no epilépticos y consideran que se tratan de verdaderas crisis epilépticas.
Por eso, la investigadora Daza caracterizó a los pacientes que presentan estos EPPNE, para identificar sus síntomas psiquiátricos y así lograr establecer un diagnóstico diferencial.
Para eso seleccionó a 53 pacientes adultos dentro de un grupo formado por 778 personas que fueron remitidos a la Liga Central Contra la Epilepsia entre 2013 y 2016 y les realizó una videotelemetría (monitorización por varias horas de actividad eléctrica cerebral con registro en video).
“Este estudio es considerado el mejor para hacer el diagnóstico de los EPPNE, puesto que se puede correlacionar las manifestaciones físicas con la actividad eléctrica cerebral en su momento”, especificó la experta. Además, analizó la historia clínica, los contactó y les aplicó un cuestionario llamado PHQ que permite establecer la presencia de síntomas de un grupo de enfermedades psiquiátricas.
El 90% de los pacientes presentaron síntomas de enfermedades psiquiátricas. Se encontró que el 78 % de los pacientes tenían síndrome somatomorfo (síntomas físicos diversos sin tener lesión de órganos que los expliquen), 59,4 % tenía trastorno depresivo mayor, el 31,3 % pánico, el 28,1 % ansiedad y el 15, 6 % algún otro síndrome depresivo.
“Se encontró que los eventos que tenían estos pacientes no estaban relacionados con una descarga neuronal, que es el fenómeno que caracteriza las crisis epilépticas; los pacientes tenían movimientos, pero no estaban acompañados de una actividad eléctrica anormal, por lo que se presume que se trata de un episodio del origen es psicógeno”, detalló la experta.
Los porcentajes evidencian que estos eventos tienen mucha relación con enfermedades psiquiátricas, por lo que, ante la sospecha, los médicos deberían aplicar la videotelemetría para descartar que se trate de una enfermedad neurológica.
La investigadora Daza también explica que entre las características más frecuentes que presentaban estos pacientes durante los eventos era cierre de ojos, hiperventilación (respiración rápida), temblores y sacudida de alguna extremidad o del tronco. En varios pacientes se presentaron movimientos, desmayos, falta de respuesta a estímulos, y luego, súbitamente, no presentaban ningún otro síntoma después del episodio.
“Usualmente después de las convulsiones epilépticas los pacientes tienen confusión o dolor de cabeza; sin embargo, en durante los eventos psicógenos no manifiestan ningún síntoma posterior”, amplió la doctora Daza.
Además ninguno de los pacientes con EPPNE tuvo las lesiones que son frecuentes en convulsiones como lo son, como mordedura de lengua, fracturas o luxaciones.
Al usar de la videotelemetría se facilitaría el diagnóstico para evitar que los pacientes reciban tratamientos o medicamentos innecesarios, ya que estos representan un riesgo y además aumentan los costos para el sistema de salud colombiano.
Así mismo, los pacientes deben recibir una valoración multidisciplinaria por neurólogos, psicólogos y psiquiatras que permita tener una evaluación acertada para mejorar el pronóstico de estos pacientes.