Desalojos en Chambacú: una batalla por el espacio público en Cartagena
La Alcaldía de Cartagena reafirma la recuperación de 7.404 m² ocupados por asentamientos irregulares en Chambacú, pese a la resistencia de comerciantes y habitantes.
La emblemática zona de Chambacú en Cartagena se encuentra en el centro de una disputa por la recuperación del espacio público. El pasado 31 de enero, la Inspección de Policía de la Comuna 2 emitió una orden para desalojar establecimientos comerciales y asentamientos irregulares que, durante décadas, han ocupado 7.404,17 m² en esta área estratégica de la ciudad.
Esta medida es resultado de una querella presentada en febrero de 2020 por el Distrito, que busca restablecer el uso adecuado del espacio público en Chambacú. Los negocios afectados incluyen talleres, cantinas, estaderos y parqueaderos que, según las autoridades, han promovido problemas de inseguridad, consumo de estupefacientes y mala disposición de residuos en el sector.
A lo largo del proceso, se han interpuesto varias acciones de tutela por parte de los ocupantes para frenar los desalojos. Recientemente, el Juzgado Cuarto Civil Municipal de Cartagena desestimó una tutela presentada por Heder Jarol Mosquera, quien argumentó que el desalojo afectaría sus derechos fundamentales debido a su condición de discapacidad. El juez determinó que no se vulneraron sus derechos al debido proceso, vivienda digna y mínimo vital, y señaló que no hay certeza de que Mosquera habite en el inmueble desde hace 20 años, como afirmó en su demanda.
La problemática de las invasiones en Chambacú no es nueva. Históricamente, este sector ha sido objeto de ocupaciones irregulares que han derivado en condiciones de vida precarias para sus habitantes. A pesar de intentos anteriores de reubicación, muchos de los desplazados fueron trasladados a zonas como El Pozón, Olaya y Nelson Mandela, donde las condiciones siguen siendo deficientes.
La administración distrital ha manifestado su compromiso con la recuperación del espacio público en Chambacú, enfatizando la necesidad de garantizar áreas comunes para el disfrute de todos los ciudadanos. Sin embargo, la resistencia de los ocupantes y las implicaciones sociales de los desalojos plantean desafíos significativos para las autoridades locales.
Mientras tanto, la comunidad cartagenera observa con atención el desarrollo de esta situación, que refleja la complejidad de equilibrar el orden urbano con las necesidades de quienes han encontrado en Chambacú un lugar para subsistir.