Portugal despidió al expresidente Sampaio, figura clave de la Revolución de los Claveles
El expresidente de Portugal Jorge Sampaio, un socialista que ocupó también varios puestos en la ONU, fue despedido hoy, dos días después de su fallecimiento, con un funeral de Estado que contó con la presencia de las principales personalidades políticas locales y del Rey Felipe VI de España.
La ceremonia, no religiosa, se desarrolló en el Monasterio de los Jerónimos de Belén, en Lisboa, adonde el féretro arribó tras un solemne cortejo fúnebre y acompañado de un largo aplauso procedente del Palacio de Belén, residencia oficial del presidente portugués y lugar de la capilla ardiente.
En el funeral estuvieron el presidente, el primer ministro y el titular de la Asamblea de la República (parlamento) de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, António Costa y Eduardo Ferro Rodrigues, respectivamente; los reyes de España, Felipe y Leticia; el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, y el vicepresidente de Angola, Bornito de Sousa, entre otras figuras destacadas de la política.
“Ha sido referencia y padrón de exigencia, ha sido un político con principios, exigente y ultraexigente consigo mismo, ha sido un político firme e inflexible que jamás cedió en los valores esenciales”, expresó el premier durante el acto, citado por la agencia Europa Press.
Respetado por el oficialismo y la oposición, De Sousa remarcó: “Sampaio amó a Portugal no por la fuerza, sino por la fragilidad. Nunca quiso ser un héroe, pero lo fue”, mientras que el líder de la oposición, Rui Rio, destacó en un mensaje el “gran sentido de Estado” de Sampaio, “un hombre bueno, un hombre justo”.
Sampaio, secretario general del Partido Socialista, intendente de Lisboa y después jefe de Estado entre 1996 y 2006, falleció el viernes en un hospital de Lisboa a los 81 años, tras estar hospitalizado desde fines de agosto por problemas respiratorios que se sumaron a previas dolencias cardíacas.
Nacido en Lisboa en 1939, Sampaio entró en política durante sus estudios de derecho, cuando lideró las huelgas universitarias de 1962 contra la dictadura de Antonio Salazar (1932-68).
En 1978, cuatro años después de la Revolución de los Claveles que puso fin a la dictadura, se unió al Partido Socialista fundado por Mário Soares (1986-96), su predecesor en la Presidencia de Portugal.
Fue diputado durante muchos años y en 1989 se convirtió en secretario general del partido y fue elegido intendente de Lisboa con el apoyo de los comunistas.
En 1996 ganó las primeras elecciones presidenciales y cuando terminó su segundo mandato, en 2006, fue designado enviado especial de la iniciativa “Alto a la tuberculosis” de la ONU, para luego ser Alto representante para la Alianza de las Civilizaciones, dependiente del mismo organismo y que buscaba impulsar iniciativas para superar los malentendidos y la incomprensión entre culturas y religiones.
Previo a su fallecimiento, presidió la Plataforma Global para los Estudiantes Sirios, promotora de dotar de recursos educativos a los niños y jóvenes que se habían visto afectados por la guerra.
Costa también mencionó la participación de Sampaio en el proceso político en Timor Oriental, colonia lusa independizada en 1975 pero ocupada por Indonesia hasta 2002.
“La defensa de Timor Oriental ha sido un modelo de inteligencia diplomática. Hasta el final fue un hombre de causas y valores”, que “supo encontrar formas eficaces de dar prestigio al nombre de Portugal”, subrayó Costa.