Reforma a la Policía frenaría escalada de violencia
Las protestas que ya completan más de un mes en Colombia y que han desencadenado enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes es el resultado de tres décadas de esfuerzos fallidos para transformar la Policía Nacional de Colombia.
MEDELLÍN, 21 de mayo de 2021 — Agencia de Noticias UN-
Así lo advirtió Yanilda González, docente asistente en política pública en la Universidad de Harvard, quien ha concentrado sus estudios en temas policiales y de violencia de Estado.
Durante el conversatorio “Violencia policial: problema endémico en América Latina”, y en diálogo con la experta invitada Lirio del Carmen Gutiérrez, docente de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, aseguró que “desde la muerte de Javier Ordoñez, en 2019, hemos visto que el inconformismo ha aumentado por la represión que ejerce la Policía en las marchas”.
En ese sentido, aclaró que no se trata de un caso exclusivo de Colombia, pues en Chile y Río de Janeiro (Brasil) en 2020 hubo protestas por aumento en los niveles de violencia policial, y en Estados Unidos la muerte de George Floyd movilizó a buena parte de la sociedad.
Por su parte la profesora González recordó que la única reforma que se ha logrado se hizo en 1993. “Para ese momento la Policía Nacional era la principal entidad responsable por las violaciones a los derechos humanos en Colombia, según la Procuraduría, y menos del 20 % de los ciudadanos decían que confiaban en la Policía”, subrayó.
Agregó que para ese momento la entidad estaba permeada por el crimen organizado y el narcotráfico, lo que se tradujo en “gravísimos” hechos de violencia como masacres, desapariciones forzadas y torturas, entre otros.
Fue entonces cuando la sociedad civil y los actores políticos se juntaron para tratar de identificar qué era lo que debía suceder con la Policía y ahí empezaron varias reformas y trabajos comunitarios que dieron la idea de mejora, señaló la docente.
¿Autoritarismo policial?
“El problema sigue siendo que no hay ningún mecanismo de rendición de cuentas a ningún actor externo civil, entonces la Policía Nacional de Colombia se encuadra perfectamente dentro del marco de autoritarismo policial”, sentenció.
En esa apreciación coincidió Susana Gil, politóloga de la UNAL e integrante del colectivo Ciudad en Movimiento, organización promotora de derechos y libertades, quien señaló que las leyes que dictan las acciones de la Policía tienen un origen dictatorial.
“En la época de Rojas Pinilla, reconocido como el dictador en Colombia, la Policía pasó a formar parte del Ministerio de Guerra (hoy Ministerio de Defensa). Sus funciones se afectaron porque las fuerzas militares tienen la función de defender la soberanía, pero la Policía –en términos constitucionales– tiene la función de garantizar los derechos y libertades de las personas”.
La politóloga Gil detalló que el Código de Policía se creó en los años 70 en el marco de un estado de sitio y enmarcado en la Constitución Política de 1886, en la que había mayores restricciones a las libertades.
En 2016 se reformó el Código, pero el actual no ha escapado a la crítica. A eso se suma que durante la segunda mitad del siglo XX el país vivió un conflicto en el que se identificó un enemigo interno (la guerrilla) que fue combatido por toda la fuerza pública.
“Esa doctrina del enemigo interno todavía la vemos hoy cuando las entidades hablan de infiltración de grupos armados en las protestas, y cuando se habla de una mayor represión”, subrayó.
Las expertas señalaron que es necesario plantear una reforma para devolverle el carácter civil a la Policía, e incluso la académica González pidió que se revisen las asignaciones presupuestales, pues no se debería ampliar el gasto en defensa y vigilancia a costa de recursos de educación y salud.
“Tenemos que pensar cómo desvincular a la Policía de la seguridad. Y no se trata de abolicionismo, se trata de que cumplan con sus funciones de cuerpo civil”, sentenció la profesora González.