Cabina extractora de vapores para industria del calzado
La estructura mitiga los efectos producidos por la inhalación de sustancias tóxicas de solventes y pegantes utilizados en la industria del calzado.
Bogotá D. C, 10 de enero de 2017- Agencia de Noticias UN
La exposición prolongada a los vapores emitidos por los productos empleados en la fabricación de zapatos puede causar sensación de hormigueo en los dedos, fatiga muscular, pérdida de fuerza, e incluso dificultad para caminar o ponerse de pie, en casos extremos. A tal situación se le conoce como “síndrome de la parálisis del calzado”.
Aunque una forma de evitar el síndrome es eliminar la fuente de emisiones, es decir emplear pegantes y solventes con menos sustancias tóxicas, la tarea es prácticamente imposible.
Por ahora el tapabocas es quizá la alternativa más viable de prevención, aunque una encuesta aplicada a operarios de la industria del calzado mostró que ellos (en su mayoría) no están habituados a su uso. La encuesta fue realizada por el Centro de Innovación Aplicada (CdIAp) del barrio Restrepo y la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
Tal situación motivó el diseño de una cabina extractora de vapores. Su implementación solo requeriría de una readecuación del espacio de trabajo con el fin de que los operarios puedan desarrollar su labor minimizando los riesgos asociados con esta actividad, sin necesidad de usar tapabocas o gafas.
El uso de la cabina fue recomendado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo de España, país cuya industria del calzado es una de las más reconocidas del mundo. De hecho, buena parte de la información en la que se basó el diseño del prototipo tuvo como referencia la normatividad española, adaptada a Colombia.
El equipo del CdIAp realizó estudios relacionados con las especificaciones que tienen las pequeñas y medianas empresas del calzado en el sector del barrio Restrepo, con el fin de diseñar un extractor acorde con las necesidades de la industria.
“Aunque un extractor de aire se puede conseguir en el Ricaurte, se deben realizar cálculos para evaluar su efectividad según el uso que quiera dársele”, precisa Sergio Enrique Ramírez, ingeniero mecatrónico de la U.N.
Con un diseño en forma de cabina en la que quedan alojados los vapores emitidos por solventes y pegantes una vez succionados por un pequeño ventilador, el uso del extractor tiene la ventaja adicional de no requerir una gran infraestructura para su funcionamiento.
“Al atrapar los vapores en este espacio, no es necesario contar con un ventilador muy grande”, explica el ingeniero Ramírez, quien precisa que estos extractores se deben empotrar en alguna de las paredes adyacentes a la zona de trabajo para evitar que los gases se expandan al resto de la empresa.