Tayrona, joya de la botánica
José Celestino Mutis fue un investigador avanzado de su época. El impulsor de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reyno de Granada logró, en el siglo XVIII, que Colombia y su maravillosa riqueza botánica abriera nuevas posibilidades a la ciencia. Un recorrido por el Parque Natural de Tayrona nos descubrirá las razones…
EFE REPORTAJES. Conocedora de que su diversidad biológica atrae a miles de turistas al año, Colombia ha diseñado una estrategia para potenciar el turismo verde, preservando sus áreas naturales y dando a conocer la amplia gama de posibilidades que ofrece al visitante.
Hay que tener en cuenta que el 14 por ciento del territorio colombiano es área protegida, entre las que se encuentran parques nacionales, parques naturales y santuarios.
PROGRESO CIENTÍFICO.
Mutis impulsó la expedición, desarrollada entre 1783 y 1816, que propició avances en la minería e importantes progresos en el conocimiento de la fauna y flora colombiana y la astronomía.
Colombia está entre los países con mayor diversidad del planeta, de ahí que cuente con ecosistemas protegidos que, además poder contemplarse y descubrir una naturaleza original y desbordante, son centros de referencia en la investigación científica.
El gobierno colombiano asegura que el país alberga 3.000 especies de peces, en diversos ecosistemas marinos-costeros, que cubren alrededor el 95 por ciento de la plataforma continental.
Arrecifes coralinos, bosques de manglar, laguna con costera y deltas, praderas de fanerógamas, sistemas de playas y acantilados, se unen a 53 millones de hectáreas de bosques naturales, 22 millones de hectáreas de sabanas, zonas áridas, humedales, picos de nieves y 1 millón de aguas continentales.
INDÍGENAS TAYRONAS.
El Parque de Tayrona, en Santa Marta, es una escala emblemática. Los indígenas tayronas lo poblaban antes de la conquista, como queda constancia en el pequeño “Pueblito” de Chairama.
Tayrona se encuentra situado a poco más de 30 kilómetros de la ciudad de Santa Marta y está considerado como un verdadero santuario de la naturaleza. En él conviven ecosistemas como el de manglar, los corales, praderas de algas, bosques secos y húmedos y una sorprendente variedad de especies vegetales y animales que son testimonio de vida.
Una extensión de 12.000 hectáreas terrestres y 3.000 marinas son consideradas Parque Natural por el alto valor biológico y arqueológico que poseen. Aves en peligro de extinción, como el cóndor, despliegan su vuelo saliendo de entre la espesura. Rica flora y fauna conviven frente a playas vírgenes y con diferente oleaje, e incluso con áreas aptas para el buceo.
Más de 100 especies de mamíferos tienen aquí su casa, pero también 31 especies de reptiles, 15 de anfibios, 202 de esponjas y 471 de crustáceos entre otros.
En definitiva, todo un lujo para el viajero que quiera comprender la evolución de las especies o para aquel que simplemente quiera contemplar la belleza que ofrece la naturaleza.
Por Mónica Luna.