5G en Colombia requiere estrategias conjuntas
Aunque para implementar esta red en Colombia todavía faltan algunos pasos, acelerar su desarrollo sería posible por medio de una alianza entre academia, industria y Estado.
Así lo manifestó el ingeniero electrónico Luis Felipe Ariza Vesga, máster en Microelectrónica y candidato a doctor de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en un encuentro virtual que reunió a egresados de la Institución y a otros interesados en este adelanto tecnológico.
El gran avance de las redes 5G radica en dos características principales: velocidad –que amplía el ancho de banda con una mejora de entre 6 y 7 veces a la acostumbrada– y latencia, que se traduce en tiempo de respuesta, resultado del intercambio de señales con los servidores, el cual se acortaría al pasar de 50 a 12 u 8 milisegundos en promedio.
“Para desarrollar esta tecnología no se necesitan grandes capitales, pero sí tecnología LTE (4G), unidades de radio, antenas y computadores asequibles; las universidades pueden utilizar sus laboratorios para estos fines con el uso de softwares gratis. En Colombia, a pesar de que hay recursos humanos, falta motivación y conocimiento”, agrega el ingeniero Ariza.
Aunque en la opinión pública hay pareceres encontrados frente a esta tecnología, sus consecuencias en la salud, o las implicaciones en la seguridad o la afectación de otros seres vivos como las abejas, el doctorando Ariza asegura que aún no se han realizado estudios que soporten las conjeturas de algunos sectores.
En el país se han dado pocos avances concretos frente a esta tecnología, a diferencia de EE. UU. y algunos países de Europa y Asia, cuyos pasos han sido enormes.
Por su parte, Colombia sigue generando materia prima cruda y se ha mantenido en la economía agrícola y del primer sector, sin avanzar en la industria y la tecnología, ni siquiera para las mismas áreas.
“La creación de valor agregado de materiales simples, y en este caso de tecnología existente para avanzar en esta, permitiría que el país incursionara en este tema que da sus primeros pasos”, indica el investigador.
“Hay muchos recursos y mentes brillantes que se van del país, y aunque la contribución del Estado a las universidades es muy reducido, empresas como IdTOLU buscan crear este vínculo para hacer que la rueda gire de verdad”, explica el doctorando, en su condición de estudiante y miembro activo de la empresa.
Evolución acelerada
Las redes celulares no han cesado su evolución desde que aparecieron hace unas pocas décadas. Los primeros servicios 1G y 2G eran usados por sectores de alto poder adquisitivo; el servicio de envío de texto popularizó su uso y comercialización durante los años noventa, y en el siglo XXI la transformación a 3G permitió navegación en internet, lo que desembocó en la orientación al uso de datos con 4G (o LTE) para 2010.
La tecnología 4G aumentó la presencia de antenas en los territorios y se convirtió en un instrumento de impacto y necesidad en la sociedad y la vida cotidiana, junto con el internet de las cosas (IoT), involucrando antiguos electrodomésticos e innovaciones.
Algunos de los beneficios que se prevén traerán las redes 5G, además de velocidad y menor latencia, es mayor conectividad conjunta al mismo tiempo, como por ejemplo en eventos, entretenimiento, etc. y la escalabilidad del IoT a millones de “cosas” conectadas a internet como más electrodomésticos, automóviles e incluso edificios.
Panorama para Colombia
“La creación de vínculos entre Estado, academia e industria para crear coordinadamente valor agregado y nuevos modelos es una gran oportunidad para el país, por eso se debe usar la investigación como potenciador de habilidades para crear industria”, afirma el ingeniero Ariza.
En Colombia ya se ha podido determinar, con base en las propias capacidades, que el modelamiento de estos canales inalámbricos es sencillo para bandas de frecuencias de 4G, pero en 5G se complejiza, por tener múltiples entradas y salidas.
Además se ha encontrado la oportunidad en el modelamiento del canal inalámbrico, pues permite la implementación en la nube. De esta manera, es posible, según el tráfico, ampliar la capacidad de los sistemas disponibles.
“Las universidades podrían ser las generadoras de conocimiento, hacer estudios y realizar sugerencias para que las tecnologías y la industria puedan implementarlas en el futuro”, agrega el doctorando Ariza.