CIRO GUERRA Y LA NIÑA EMBERA

Soy un desconfiado por naturaleza. Ser originario de un país como Colombia lo convierte a uno en un escéptico. Es difícil para mi asimilar la noticia de las acusaciones contra Ciro Guerra dizque por acoso y abuso sexual, después de que acusan a 7 soldados del Ejército de violar a una niña Embera. Casi que por “default” veo a una cosa como la cortina de humo de la otra, aunque, quien sabe, de pronto una cosa no tiene que ver con la otra, pero ya yo no creo en nada.

Para empezar, esa violacion de esa niña Embera, después de todos los escándalos acumulados por el Ejército recientemente, son “one scandal too many”, ya la opinión pública no aguanta más escándalos provenientes del Ejército, ya esa fuerza está revelándose por lo que es: una institución de sádicos y fanáticos sedientos de sangre, en cabeza de un líder cuestionado y torpe como Zapateiro. Lo más grave del Ejército no son sus soldados violadores de menores, son sus cabezas. Créanlo o no, Zapateiro es de lo mejor que tienen, un vergajo que le da el pésame a la familia de Popeye y sale ladrando pendejadas por televisión (¡Ajúa!).

Y digo que es una cortina de humo porque me puse a leer las acusaciones contra Ciro Guerra y le tengo malas noticias a las mujeres en general pero, en especial, a las feministas: legalmente hablando, ahí no hay caso contra Ciro Guerra, y creo que Catalina Ruiz se va a mamar una demanda por difamación que va a perder, o que va a tener que negociar.

Me puse a leer acusación por acusación y, en general, todas están basadas en “hearsay”, es decir, rumores. Todas las “victimas” estaban a solas con Guerra, y no hay testigos. Luego, las víctimas dizque le cuentan a amigos lo que les ha pasado, pero esas declaraciones no cuentan porque en una corte serían tomadas como “rumores” o “hearsay”. Los que oyeron el cuento no estuvieron ahí ni presenciaron la vaina, sino que la oyeron de la víctima y la víctima podría haber dicho cualquier cosa después de los hechos en disputa.

Con esto no estoy eximiendo a Ciro Guerra de su responsabilidad. Cuando 8 mujeres pasan al frente (bueno, es un decir, más bien salen escondidas detrás de la pollera de Catalina Ruiz) a decir que tal tipo es tal y tal, algo de verdad debe de haber en el cuento. Yo si creo que Ciro Guerra es “manilarga”, “avión” y tosco para caerle a las mujeres. En ese aspecto, la denuncia de Catalina Ruiz es convincente. Pero de ahí a procesarlo hay un largo trecho y ni Catalina Ruiz ni ninguna de las víctimas va a tener “los caballos” para hacerle daño en una corte. Mucha historia de que “el man me metió la mano, pero yo no dije nada”, “el man me beso y yo acepté para quitármelo de encima”, “el man me bajó los jeans y yo no me di cuenta cómo”. Eso en una corte no vuela, lo siento. La que lo acusa de “abuso sexual” se dejó besar, se dejó quitar un par de jeans, se dejó llevar a una cama, estuvo más de una hora en el sitio y le agarró la pinga al man, pero según ella, ella no quería nada de esto. Esa historia, legalmente hablando, no es creíble. Fuera de eso, en su relato no habla de penetración ni posee fotos de los supuestos moretones que le dejó el “forcejeo” con Ciro Guerra. Yo si le creo que de pronto no le atraía el man, lo que no le creo es que no le diera nada voluntariamente. Una mujer por conseguir un papel en una película es capaz de comerse a un man que no le gusta, eso si lo sé con seguridad. Hay mucha mujer en este mundo dispuesta a cambiar polvos por ganancias o avances monetarios o sociales, el mundo está lleno de ellas.
Para rematar la historia de la supuesta víctima de abuso sexual, la vieja dizque hizo todo lo que hizo con Ciro Guerra, con su novio de alcahuete. ¿Qué novio acepta que a su novia se la coma otro con su consentimiento? Solo un chulo, en cuyo caso no era novio, sino un chulo que estaba alcahueteando a una de las peladas de su cuadrilla.

De hecho, muchos de los relatos de las mujeres que acusan a Ciro Guerra parecen escritos por el mismo guionista: en todos se dice lo mismo: que si Johnny Depp, que si el “name dropping”, que el man ofrece “orgasmos”, etc.. Hay cierta unidad en las historias que parece que hubiesen sido redactas por una misma persona en lugar de provenir de diferentes fuentes, lo que hace de estas declaraciones sospechosas.
Y para rematar, yo no entiendo porque estas peladas salen escondidas detrás de la pollera de Catalina Ruiz, ¿por qué no dan la cara? Es más, hay muchas que confiesan que no van a tomar acciones legales contra Guerra, lo que me dice a mi que ellas mismas son conscientes de la fragilidad de sus historias. Que un man se vaya detrás de una vieja cuando está va al baño para robarle un beso no es un delito. Es un acto impropio, pero no es delito. Y que un man “meta mano” y la vieja le quite la mano y le diga “no, no quiero”, tampoco es delito, a menos que sea un acto repetitivo que haya ocurrido en múltiples instancias. Y en ultimas, es su palabra contra la de ella. La sensación que me queda es que, si en vez de Ciro Guerra el que hubiera hecho todo lo que dicen que Ciro hizo habría sido Johnny Depp, esas viejas se hubieran dejado hacer todo lo que dicen que no se dejaron hacer de Ciro Guerra. Es decir, el “acoso” de Guerra es acoso porque era Guerra y el man no es atractivo, pero si el sujeto acosador hubiera sido Johnny Depp, no estarían refiriendo estas historias como “el acosador Johnny Depp” sino que habrían dicho que “¡Johnny es vivisimo!”.
Cuando lo hace un tipo “bonito” es algo propio de “un tipo vivísimo”, y cuando lo hace un gordito feito es “un acosador sexual”.

Está claro para mi que Ciro Guerra tiene que corregir su acto con las mujeres. Está claro que es tosco, torpe y “avión”. Está claro que no sabe leer “señales femeninas” y que no sabe cuándo “atacar” y cuándo detenerse. Pero no me queda 100% claro que sea un abusador sexual. Y tal como dije al principio, creo que un buen abogado lo saca del problema relativamente indemne, y quizá le haga ganar un caso de difamación.

Además, el man salió ayer a dar la cara en un vídeo corto y lo vi tranquilo y seguro de que no se sentía culpable de nada. De pronto está actuando, de pronto es un gran tramador, pero, por lo pronto, no tiene cara de “culpable”.

Y lo que también me queda claro es que han cogido a otro costeño famoso para darle de comer a las masas y tapar la pobre situación actual del Gobierno y de instituciones como el Ejército, instituciones viciadas y corruptas que no dan tregua en términos del alud de cagadas que nos dispensan.

Y no quiero pasar por “machista”, porque disto de serlo, pero creo que Catalina Ruiz va a necesitar un abogado para defenderse de un caso de difamación. Que un man sea “tosco”, que no tenga habilidad para seducir a una mujer, que sea medio “avión”, no lo convierte en un acosador. Quizá su standard feminista es más alto que el mejor comportamiento de Ciro Guerra, pero el standard de Catalina Ruiz no tiene porque ser el standard nacional que defina como una mujer debe ser seducida por un hombre. No todos los hombres tienen la misma habilidad para seducir, ni todos son el principe al que ella aspira. Podemos estar de acuerdo que sacarse la pinga y pedirle a una vieja que te la coja es un abuso sexual, pero mandarle un beso a una vieja no lo es. De pronto se equivocó al leer el mensaje de la vieja, pero eso no es delito, y Catalina Ruiz no es nadie para venir a escribir el “manual de seducción hombre-mujer”. Ser torpe con las mujeres no es ser un criminal, es ser torpe. Presentar a Ciro Guerra como un acosador sexual podría haber sido ir muy lejos, y sospecho que esta denuncia no va a prosperar.

Algo si me queda claro: ni Catalina Ruiz, ni María Antonia Pardo, ni Catherine Juvinao, ni Margarita Rosa De Francisco, ni Carolina Sanin, ni ninguna otra feminista colombiana va a escribir el manual de las interacciones “hombre-mujer en Colombia, y no debemos permitir, así como no se debe permitir que proliferen los acosadores sexuales, que estas distinguidas damas de nuestra actualidad nacional vengan a dictar reglas de interacción humana.

Por otro lado, tengo la sospecha de que en Colombia hay un movimiento -para llamarlo de algún modo- de mujeres “empoderadas” que están promoviendo una movida para “reducir” a hombres poderosos y ponerse ellas en su lugar. La victoria de Claudia Lopez en su carrera hacia la Alcaldía de Bogotá ha “intoxicado” a muchas de estas feministas criollas que creen que ahora es el momento de ellas, que es el momento de destronar a los hombres y subirse ellas al poder. Con esto no estoy justificando nada de lo que ha hecho Ciro Guerra, pero ese “quítate tu pa’ ponerme yo” de estas feministas empoderadas si me lo envuelven. Si una vieja cualquiera quiere ser mejor que yo, por ejemplo, va a tener que pensar mejor que yo, actuar mejor que yo, lograr más cosas que yo, y tener mejores valores que yo. La manera de ascender no es reduciendo hombres poderosos sino siendo mejores personas que los hombres a los que quieren destronar, no por medio de campañas públicas de difamación. Si yo estuviera en la posición de Ciro Guerra, me conseguiría al mejor abogado que mi billetera pueda pagar, y dejo a Catalina Ruiz en la calle, si lo que esta vieja ha recopilado carece de sustento legal.

Y no es por defender al man, pero creo que Catalina Ruiz hubiera podido manejar la cosa un tanto diferente, teniendo en cuenta que el man es el cineasta más importante en la historia de Colombia.

Mi estimada Catalina Ruiz: Ciro Guerra, a diferencia tuya, si ha conseguido cosas, y cosas importantes. Yo hasta ayer no tenia ni puta idea de quién eras tú.

En la vida, también hay que saber respetar, y hay que saber cómo moverse.

*Las opiniones expresadas en este documento no han sido sometidas a revisión editorial, son de la exclusiva responsabilidad de los autores y pueden diferir con las de The Cartagena Post.