El precariado. El desempleo, las tecnologías y la robótica..

Siguiendo con el tema de hace una semana, sobre la revolución robótica, se continúa con el análisis del empleo consecuente. Para el economista británico Guy Standing, creador del término, el «precariado» ya es un fenómeno mundial, y la sociedad tiene que responder urgentemente a las aspiraciones de estos nuevos “proletarios» del siglo XXI”. La solución no puede ser otra que la “renta universal”.

En su libro fundamental, The precariat – the new dangerous class, publicado en 2011, señala a la globalización y a la competitividad como  asociados, de haber hecho que cada vez sean más los trabajadores que caen en el “precariado”. O sea es una nueva clase social emergente que vive en la inseguridad económica y profesional, y también en búsqueda de identidad.  . Las causas de la creciente precarización de la sociedad hay que buscarlas en las políticas sociales de workfare, resultado de las políticas de trabajo globales.

Para Standing, el precariado –palabra compuesta de precario (inestable, inconsistente) y proletariado- está formado por tres grupos fundamentales: los jóvenes procedentes de la inmigración que carecen de futuro, los jóvenes educados que no consiguen acceder a un trabajo estable, y los “seniors”, personas mayores desclasadas procedentes del medio obrero. Los precarios pasan sin cesar de una función a otra. Su nivel de cualificación es normalmente muy superior a las necesidades del empleo que consiguen, y carecen de control sobre la evolución de su trabajo y de su recorrido profesional.

El precariado es un grupo socioeconómico (en algunos países llega a ser hasta una cuarta parte de su población) caracterizado por tres rasgos fundamentales: sus miembros no tienen empleos estables, aparte del pago por su trabajo, carecen de cualquier garantía social, como el cobro del paro o las pensiones, y con frecuencia están privados de algunos derechos civiles que disfruta el resto de la sociedad.  

Durante las tres últimas décadas se ha asistido a la construcción de un sistema de mercado mundial dominado por el capital financiero. Al mismo tiempo la tecnología de la información, y la robótica, han facilitado la deslocalización de la producción y el empleo, aumentando los poderes del capital y acentuando la presión a la baja salarial

En los últimos capítulos del libro, Standing pide a los gobernantes de los países desarrollados que introduzcan reformas sociales, y entre ellas la “Renta básica universal” como nuevo derecho fundamental que podría resolver el problema del precariado. Ante la evidente falta de respuesta que ha encontrado, Standing profetiza un aumento de la violencia en la nueva clase y el ascenso de la extrema derecha.

Para la construcción de esta columna, aparte del libro mencionado, se ha utilizado: la entrevista realizada por Julia Baccardi a Standing y publicada en la revista catalana “Directo”. Como asimismo, la disertación del 2/7/17 de Standing en “Encuentros Económicos de Aux-en-Provence “reproducido a por el seminario digital del 28/12/17 “Crónica Popular”.