No soporto más a “Barack y Michelle Obama”
Me tiene mareada el asunto de Barack Obama y su caballerosidad. Pareciera que intentan lavarnos el cerebro, convenciéndonos del amor altruista que Barack siente por Michelle. Miles de mujeres, como zombis, comparten sin cesar videos y fotos de Barack besándole la mano, abriéndole la puerta del carro y mirando tiernamente a su esposa. ¿Acaso la ternura y la caballerosidad en la forma en que los hombres tratan a las mujeres se han devaluado tanto que todas están obnubiladas por esto?
¿Deberíamos sorprendernos por el trato que Barack le brinda a su esposa, solo porque fue presidente de los Estados Unidos? ¿No creen que el trato amoroso y respetuoso entre esposos es algo normal? A mí me parece normal, es lo correcto y no me sorprende. ¿Por qué debería sorprenderme algo que es correcto? Existe una asfixiante exposición mediática en torno a las muestras de cariño de Barack hacia Michelle. ¿Hace que Barack Obama sea un ser humano mejor o alguien especial el hecho de que le bese la mano a su esposa? No lo creo. El hecho de que le abra la puerta del carro a su esposa no convierte a Barack en el mejor presidente de los Estados Unidos ni en un ser humano excepcional.
La caballerosidad de Barack hacia su esposa se ha convertido en una cortina de humo para que el mundo y los estadounidenses olviden el legado agridulce que dejó su administración, especialmente en lo que respecta a la política migratoria. Actualmente, la opinión pública está castigando a Donald Trump por este tema.
Durante la administración de Barack Obama, más de dos millones y medio de personas fueron deportadas, una cifra extremadamente alta si consideramos que ningún gobierno anterior a Obama había deportado a tantas personas.
Según el Pew Research Center (PRC), Barack Obama deportó a más extranjeros que George W. Bush. Las deportaciones realizadas durante el mandato de Obama duplican las llevadas a cabo por Bush. Obama prometió que solo se perseguiría y deportaría a aquellos inmigrantes considerados como delincuentes peligrosos o con antecedentes penales. Sin embargo, esta promesa resultó ser engañosa, ya que la realidad es aterradora: según los datos proporcionados por el PRC, el 60% del total de deportados no tenía antecedentes penales.
La administración de Barack Obama no fue un cuento de hadas; su gestión está llena de cuestionamientos y resultados muy deficientes en muchos ámbitos. Sin embargo, todo esto se olvida por completo por parte del colectivo femenino, cuando todas en “unísono” dicen “aww” al ver un video en el que Barack besa la mano a Michelle, y luego, como títeres, todas le dan “compartir” y un “me gusta”.
¿Las mujeres están tan acostumbradas a ser tratadas a las patadas que un gesto público de lo que es correcto las conmueve? No sé cómo están acostumbradas a ser tratadas por los hombres, pero yo no espero menos, no merezco menos y no acepto menos.
Dejen de ser zombis mediáticos y no compartan más, como tontas, todas las fotos y videos en los que Barack le besa la mano a Michelle. No se conviertan en una masa útil y estúpida al servicio de la mediatización.
Tu novio, esposo o incluso el machucante de turno debería tratarte con dulzura, mirarte con ternura y respeto, besarte la mano, abrirte la puerta y esperar a que entres primero. No mereces menos, además, esto es una cuestión de etiqueta y buena educación. Todo hombre educado y respetuoso debería abrir la puerta a una mujer, incluso si es desconocida.
¡Despierten chicas! El cerebro es un músculo, si no lo usan, se entumece. Cuando un hombre en el trabajo, en la calle o en cualquier lugar no me trata bien o con el respeto que merezco, se lo hago notar de manera sutil. Si es alguien conocido y persiste en su comportamiento inapropiado, entra en mi lista de patanes maleducados. No los convierte en villanos, pero definitivamente establece los límites que debo tener con ellos y hasta qué punto deben involucrarse en mi vida.
Si a pesar de saber que alguien es un patán, permites que entre en tu vida, luego no te quejes. No se le puede pedir peras al olmo, y es tu decisión conformarte con ser tratada de una manera que no te mereces. Dejen de idealizar a Barack, el caballeroso que adora a Michelle. ¿No les parece sospechoso todo el bombardeo mediático al respecto? Parece como si quisieran convencer al mundo a toda costa del amor que Obama profesa por Michelle y despertar una simpatía desmesurada hacia ellos. No sé cuál es el propósito detrás de esto, pero ciertamente están lográndolo. Bueno, en mi caso no lo están logrando y seguramente hay muchas otras que aún no se han convertido en zombis mediáticos.