Guía para “componer” un reggaetón
Cuando escucho las canciones de mi madre, me doy cuenta de que ella creció en un mundo mejor que el actual, donde la poesía se convertía en música y la gentileza era un valor de moda. Afortunadamente, en mi casa nadie escucha reguetón, por lo que estoy lejos de ese tipo de “música”. Navego entre otras notas y letras agradables para los oídos, que tocan una parte de mi alma.
Las letras de otros géneros musicales, como la balada, el vallenato, la salsa, la bachata y el rock, inspiran y permiten identificarse con ellas, ya que reflejan situaciones de la vida y despiertan sentimientos, ya sean alegres o tristes, pero siempre hermosos y, sobre todo, saludables.
Solo a través de la música puedo afirmar que cualquier tiempo pasado fue mejor. No sé de qué parte del infierno surgió el reguetón, pero, ¿cómo podría saberlo? No he tenido el “placer” de conocer el infierno ni de realizar un recorrido como el afortunado Dante Alighieri. Para ser sincera, es un recorrido que preferiría no experimentar.
Pero sí estoy segura que el reggaetón es un invento demoniaco, tiene que serlo ¿A quién más se le ocurriría tal despropósito? Es una manera efectiva de corromper la sociedad y lograr que los valores valgan menos que un bolívar. El reggaetón tiene que ser un invento del demonio, definitivamente.
¿Se podría considerar el reguetón como música? Según los expertos en el tema, la respuesta es negativa. Para ilustrarles más sobre este punto, al final de este post les dejaré algunos vídeos al respecto.
Antes de que se me olvide, debo decir que no toda la música actual es reguetón, sería injusto afirmarlo. Aún hay muchos artistas creando música maravillosa. El problema es que casi no se escuchan en la radio, ya que no están de moda. La gente prefiere oír reguetón, al menos eso es lo que sucede en estas latitudes caribeñas latinoamericanas. Desconozco si la situación es diferente en otros lugares de habla hispana. Sería interesante leer sobre lo que ocurre en otros países hispanoparlantes.
La otra música, la que no es reguetón o no está “reguetonizada”, se ahoga en la programación de las emisoras. Afortunadamente existen internet y Spotify, que al menos nos permiten a mí y a otros disfrutar de música de verdad. Podemos descubrir qué se escucha en otras partes del mundo y sumergirnos en el maravilloso mundo de los acordes e instrumentos, en letras que tocan el alma.
Seguramente no todos los reguetones sean monstruosidades infernales, debe haber algunas excepciones (como en todo), pero al menos yo aún no las conozco. Me pregunto: ¿cómo hacen ahora para expresar su amor hacia alguien a través de una canción? Hasta ahora no he encontrado ningún reguetón que permita decirle a alguien con música que lo amas con toda tu alma, que su mirada paraliza tus fibras y que su sonrisa detiene tu universo. Mi experiencia con el reguetón es nula, pero en mi ardua búsqueda en Spotify no encontré nada. También exploré el dial de la radio y solo me horroricé.
Descubrí cosas como “Lo que tienes tú” de Max Pizzolante:
“Cuando sueno el boom boom, tu cuerpo hizo boom boom
Wooow
Amor a primera vista
Desde ese momento te marqué en la lista,
Te monte la vista, así como un animal
Dando vueltas para irte a cazar
Me acerqué con calma por detrás
Y no dejabas de bailar
Es que a mí me gusta como mueves la cintura
Te vas bajando con tremenda sabrosura
Vamo’ a hacer maldades, vamo’ a hacer locuras
Mami tu eres candela pura”
Créanme, ese no fue el peor que encontré. De hecho, fue el más sano y decente. Según esto, ahora los hombres se enamoran de cómo se mueven las mujeres al bailar el “boom boom” (supongo que reguetón). Ya no es la sonrisa lo que enamora, y los hombres ya no envían flores, sino que te “marcan en la lista” y “te montan la vista como un animal”.
Hoy en día, muchos hombres dedican estos adefesios a las mujeres. Sin duda, debemos estar cerca del fin del mundo.
Ahora bien, ¿con qué canciones mi papá conquistó a mi mamá? ¿Qué canciones utilizó para expresarle su amor? Le hice la pregunta y ella tomó un CD y me puso una de las muchas canciones: “Como yo te amo” de Raphael. Dice así:
“Como yo te amo
Como yo te amo
Olvídate, olvídate
Nadie te amará
Nadie te amará
Nadie, por que
¡Yo! te amo con la fuerza de los mares
Yo, te amo con el ímpetu del viento
Yo, te amo en la distancia y en el tiempo
Yo, te amo con mi alma y con mi carne
Yo, te amo como el niño a su mañana
Yo, te amo como el hombre a su recuerdo
Yo, te amo a puro grito y en silencio
Yo, te amo de una forma sobrehumana
Yo, te amo en la alegría y en el llanto
Yo, te amo en el peligro y en la calma
Yo, te amo cuando gritas cuando callas
Yo te amo tanto yo te amo tanto yo”
Con esta letra puedo entender perfectamente por qué mi mamá se enamoró de mi papá. ¿A quién no enamora una canción así? Te dice que te ama con la fuerza de los mares, no que te “montó” la vista como un animal. Les cuento que también existe una nueva versión de esta canción interpretada por Gloria Trevi. Es fantástica, por cierto.
¿Cuáles son las letras que me enamoran a mí? Hay tantas, que evidentemente no son reguetón, sino de otros géneros maravillosos. Por ejemplo, “Lo mejor que hay en mi vida” de Andrés Cepeda:
“Cuando no quede en este mundo una persona que te quiera
Aquí estaré para decirte que te espero hasta que muera
Y te repito una y mil veces para mí no estas prohibida
Quien va a prohibirme que te entregue lo mejor que hay en mi vida
Quien me puede prohibir que te extrañe cuando faltas
Es que yo no sé fingir y si no estás no tengo alas
Quien me puede prohibir que por ti pierda la calma
Quien me puede prohibir que te regale mi alma”
Al final de este post, colocaré otras canciones que me enamoran, para que los admiradores secretos las tengan en cuenta ;).
Estas son letras que mueven las fibras, que llegan al alma.
Que te guste o no el reguetón no tiene nada que ver con la edad. No faltará algún lector reguetonero que diga: “Esa es una cincuentona aburrida”… Estoy décadas lejos de los cincuenta. Muchos, muchísimos de mi edad tienen su playlist llena de reguetón, pero existimos algunos que no. Creo que chicas como yo estamos en vía de extinción.
Cuando veo a un hombre de mi edad tomando licor y escuchando reguetón, elevo una plegaria a Dios, rogándole que se apiade de mí y NUNCA me enamore de uno de esos especímenes.
Volviendo a la música, olvidémonos de cómo lucen Max Pizzolante, Raphael y Andrés Cepeda. Escuchemos sus voces. ¿Quién canta de verdad? No hay punto de comparación entre Max, Raphael y Andrés.
La voz de Max (con todo respeto) suena como una cucarachita de alcantarilla comparada con la potente voz de Raphael y su magistral técnica vocal. Si la comparamos con la voz de Andrés, la de Max sigue sonando a cucaracha de alcantarilla. No puede competir con esa preciosa voz de Andrés Cepeda, romántica y nostálgica, donde sus palabras danzan al compás de la melodía.
Raphael y Andrés sí son música. Son guitarras, violines, arpa, piano, saxo, bajo, chelo… Es composición, música de verdad, es arte. El reguetón es una “melodía” repetitiva, siempre la misma, sin ningún trabajo creativo, es hueca, vacía.
Una vez más, debo decir que no solo la balada está llena de letras que conmueven el alma, también lo están otros géneros como el vallenato, la salsa, la ranchera, el rock… todos son música de verdad.
Por cierto, sé que el nombre de este artículo es “Guía para componer un reggaetón”. Permítanme decirles que los engañé vilmente, no tengo ni idea de cómo se compone un reggaetón. Me declaro incompetente para crear semejante atrocidad. Aunque deduzco que debe ser muy sencillo, no se requiere de muchas neuronas para hacerlo.
Así que si me has leído esperando aprender a componer un reggaetón, has perdido tu tiempo. Pero espero, sinceramente, que con mi humilde escrito te haya liberado de esa “música” del “demonio”.
¿Qué opinan los músicos de verdad sobre el reggaetón?
Aquí tienes otras versiones geniales de “Como yo te amo”.
Canciones que me enamoran:
¿Qué opinan los músicos de verdad sobre el reggaetón?
Otras versiones geniales de “Como yo te amo”.
Canciones que me enamoran
El planeta tierra está involucionando y la música es un reflejo de ello. Por cierto me encantó tu post.