Educación

Qué es el trastorno del desarrollo de la coordinación y cómo detectarlo cuanto antes

Sara Magallón Recalde, Universidad de Navarra

En la población infantil, las habilidades motrices están asociadas al desarrollo socioemocional, al rendimiento académico y al nivel de actividad física. Cuando este último es bajo, se relaciona con el sedentarismo y la obesidad.

En la actualidad, muchos niños presentan bajos niveles de actividad física y dificultades motrices. Además, la pandemia de covid-19 ha dado lugar a menos oportunidades para que los niños desarrollen la motricidad.

Cómo y cuándo detectar un déficit

Actualmente, en España, los niños con habilidades motrices deficitarias solo son identificados si sus padres detectan algún problema y consultan a un pediatra que les deriva a un especialista. Se ha demostrado que los padres de nivel socioeconómico bajo tienen menos probabilidades de seguir este proceso.

Por otra parte, los tiempos de espera para las citas con los especialistas son muy largos y el coste de las consultas privadas es muy elevado.

Existe, por lo tanto, la necesidad de soluciones que permitan una evaluación sistemática y eficiente de las habilidades motrices de un mayor número de niños, con mayor regularidad y con menor dependencia del sistema de salud.

El papel de la escuela

Las escuelas son un lugar ideal para llevar a cabo este tipo de procedimientos, ya que los niños y las niñas pasan gran parte del día en ellas y porque la Educación Física es un contexto idóneo para evaluar las habilidades motrices. La posibilidad de explorar estas habilidades en los colegios permitiría un cribado “universal” y, por lo tanto, la identificación de los niños con dificultades en este ámbito.

Recientemente, en Inglaterra, se ha desarrollado una herramienta válida para la evaluación de las habilidades motrices, llamada FUNMOVES, para niños y niñas de 5 a 11 años. Se trata de la valoración de estas habilidades de forma grupal en una hora de Educación Física, siendo los mismos profesores quienes, después de una formación, llevan a cabo la evaluación. Su coste es mínimo, ya que las actividades consisten en correr, saltar, lanzar sacos, golpear sacos con el pie y mantenerse el equilibrio, y solo requiere de materiales con los que suelen contar todos los colegios.

Aplicación en España y otros países

En España no existen instrumentos validados para la evaluación grupal de las habilidades motrices en el contexto escolar. En nuestro equipo de investigación, estamos realizando la validación de FUNMOVES en población escolar navarra.

Uno de los objetivos perseguidos es contribuir a la detección de un trastorno altamente desconocido y, por tanto, infradiagnosticado: el trastorno del desarrollo de la coordinación / trastorno de aprendizaje procedimental (TDC).

Esta patología implica torpeza motriz acusada, que influye de forma significativa en el día a día, en los ámbitos familiar, escolar y social. Por ejemplo, presentar mala letra por un déficit de motricidad fina, invertir mucho tiempo en tareas de autocuidado como el vestido, por lentitud; suspender Educación Física, ser objeto de burlas en el patio del colegio o en el parque debido a la falta de coordinación, etc. Estas dificultades están frecuentemente asociadas, además, al déficit de atención, problemas en la lectura y en la integración visual espacial.

La detección precoz es vital con vistas al pronóstico de las personas con trastornos del neurodesarrollo. Nuestro objetivo a largo plazo es la difusión masiva de este método de evaluación, de forma libre y gratuita, a todas las comunidades autónomas; de esta manera, podría tener impacto en la comunidad de afectados a nivel estatal. El capacitar a los maestros para poder evaluar las habilidades motrices de sus alumnos, de forma rápida y grupal y en un contexto natural, el de la educación física, contribuirá a la evaluación de carácter “universal” de estas habilidades.

De esta forma aumentaría el número de escolares diagnosticados de TDC y se agilizaría el proceso diagnóstico, descargando el número de pacientes de los especialistas, lo cuál podría derivar en beneficios económicos para los servicios estatales de salud; y lo que es más importante, se disminuiría el infradiagnóstico del TDC con todo lo que esto implica.

Actividades de mejora

Los niños y niñas diagnosticados podrán recibir los apoyos y ayudas que requieren, desde una evaluación exhaustiva del perfil cognitivo, para conocer sus puntos fuertes y débiles, hasta el diseño de las pautas de refuerzo que se precisen. Por ejemplo, adaptaciones curriculares en el colegio y terapias subvencionadas fuera del contexto escolar.

A cada niño identificado con el FUNMOVES, con probable TDC, le evaluaremos de forma individual y exhaustiva con el fin de corroborar o descartar esta patología. Y brindaremos pautas de intervención para las familias y escuelas, mediante un informe escrito, para padres y tutores, y detallaremos cómo pueden entrenarse estas habilidades, a través de actividades formales y juegos.The Conversation

Sara Magallón Recalde, Profesora Contratada Doctora. Facultad de Educación y Psicología. Área de especialización: dificultades y trastornos de aprendizaje y del neurodesarrollo., Universidad de Navarra

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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