Expertos: Irán tiene problemas para gestionar eficientemente sus recursos hídricos
Irán ocupa el vigesimocuarto puesto entre los países que experimentan estrés hídrico en el mundo.
Por: Sümeyye Dilara Dinçer – Anadolu
Expertos indican que Irán tiene problemas para gestionar eficientemente sus recursos hídricos y que necesita una gestión sostenible de estos.
Irán es anfitriona de la Convención de Ramsar sobre la protección y el uso sostenible de los humedales.
Irán ocupa el vigesimocuarto puesto entre los países que experimentan estrés hídrico en el mundo, según el informe de la coordinadora de Desarrollo de Políticas del Instituto Turco del Agua (SUEN), Tugba Evrim Maden, titulado El problema crónico del agua en Irán.
La creciente densidad de la población en el país, políticas hídricas equivocadas, políticas agrícolas ambiciosas y proyectos insostenibles a corto plazo se enumeran como algunas de las causas del problema del agua en Irán.
Con la construcción de demasiadas represas y el mal uso de los recursos hídricos en Irán, la salinidad de 14 ríos y 40 embalses de represas ha aumentado, mientras que dos tercios del país han comenzado a convertirse en desierto y el nivel freático ha disminuido.
La escasez de recursos hídricos en las zonas densamente pobladas ha traído consigo el problema del agua potable en los últimos años.
La cantidad de agua per cápita en Irán, que no recibe muchas precipitaciones debido a su clima, era de aproximadamente 7.000 metros cúbicos al año en 1956, pero ha disminuido a 1.500 metros cúbicos en los últimos años.
En el informe se predice que el problema del agua en Irán aumentará en el futuro y será un problema importante para la estabilidad económica y política del país.
En la década de 1970, los lagos Urmia, Shadgan, Gavjuni, Bajtegan, Enzeli y Hamun estaban en peligro de extinción.
Los proyectos de desarrollo de recursos hídricos y planes de suministro de agua en Irán se implementaron con la idea de que serían una solución eficiente y permanente, pero las consecuencias ambientales de los proyectos provocaron el uso intensivo de los recursos hídricos subterráneos al secarse en lagos y ríos.
La distribución desigual de los regímenes de precipitación en todas las regiones de Irán provoca escasez de agua, especialmente en la región donde los asentamientos son densos y los recursos hídricos escasos.
Las cuencas, que son fuentes de agua, ahora son insuficientes para la población.
Además, el informe subraya que la región, que incluye la cuenca de Urmia, situada en el este de Irán, es la cuenca fuente más importante en trasvases de agua, y que hoy sufre una gran escasez de agua.
En declaraciones a la Agencia Anadolu (AA), el profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Sitki Kochman de Mugla y especialista en hidropolítica, Seyfi Kilich, dijo que “el secado del lago Urmia a lo largo de los años muestra cuán equivocada es la política hídrica de Irán, dañando tanto a su propio pueblo como a los de los países vecinos”.
Kilich explica que el lago Urmia está casi seco y que el polvo del fondo del lago se extendió hasta el Cáucaso y Türkiye.
El profesor señaló que la construcción continua de represas en Irán provoca que se corte el flujo natural del agua y que los lagos se vean afectados negativamente.
Seguún Kilich, “el río Aras forma las fronteras: primero entre la región autónoma de Najicheván e Irán, luego entre Armenia e Irán, luego entre Azerbaiyán e Irán. Por lo demás, Aras no se utiliza seriamente en Turquía, ni en Azerbaiyán ni en Armenia. Aras no es una cuenca con actividades de consumo de agua, sólo se produce hidroelectricidad y el riego se realiza de forma limitada”.
Kilich añadió que las conversaciones entre las delegaciones técnicas se llevan a cabo desde hace mucho tiempo.
*Traducido por Daniel Gallego.