Análisis

ANÁLISIS – ¿Será posible volver a la normalidad sin calcular el efecto de los paquetes económicos de rescate?

Los Gobiernos tendrán que lidiar con problemas de déficit presupuestario en un futuro cercano debido a la falta de cálculo en los paquetes de rescate durante la pandemia de coronavirus (COVID-19).

Por: Prof. Dr. Elif Nuroğlu / Anadolu

La pandemia de coronavirus (COVID-19), un fenómeno que ha afectado a todo el mundo desde principios de 2020, tiene una similitud con la Gran Depresión de 1929 en cuanto a sus efectos económicos.

Mientras que los Gobiernos del mundo tuvieron que tomar medidas de confinamiento y se vio un cierre masivo de negocios, también tuvieron que apoyar financieramente a las empresas e instituciones que dejaron de trabajar. Se intentó incesablemente hacer girar la economía de todas las formas posibles.

Durante la pandemia, las cuentas presupuestarias de los Estados se volcaron y se realizaron gastos extraordinarios. Mientras los bancos centrales de los países con más dinero imprimían dinero, cada país anunciaba paquetes de rescate según el tamaño de su economía.

Sin embargo, la forma de financiar estos paquetes de rescate, que es una necesidad a corto plazo, no se discutió en detalle al principio. Por tal motivo, el regreso a la normalidad aún no se ve en el horizonte, ya que el curso y la evolución del coronavirus no están completamente controlados.

Los jefes de Estado y directores de instituciones internacionales advierten a los ciudadanos que la antigua normalidad ahora está muy lejos y señalan que se debe pensar en un nuevo mundo y una nueva normalidad después de la pandemia.

Las sociedades de alguna manera se están adaptando a la situación en la que nos encontramos y el cambio se convirtió en la norma, pues los Gobiernos se comportan según el número de nuevos casos del virus. Los negocios ahora dependen en su mayoría de subsidios gubernamentales para continuar a flote.

Al contrario del dicho turco que dice que “se necesita más que unos pocos baldes de agua para hacer girar el molino hidráulico”, se empezó a percibir como algo normal intentar hacer girar las economías con “unos pocos baldes de agua”. Pocos tienen el valor de cuestionar de dónde proviene esta agua y cuánto tiempo puede funcionar el sistema de esta manera.

¿Cómo se financiarán los rescates masivos?

La COVID-19, que comenzó como una crisis de salud pero se convirtió en una crisis social y económica con el tiempo, agregó costos de salud pública muy altos para los Gobiernos. Dado que la prioridad es salvar a las personas en momentos en que la pandemia amenaza la vida, no se discutió mucho sobre cómo financiar las enormes cantidades de paquetes de rescate anunciados por los Gobiernos.

Sin embargo, los Gobiernos, cuyos ingresos fiscales han disminuido en el tiempo transcurrido y el gasto público ha aumentado enormemente con los paquetes de salud y de rescate, tendrán que lidiar con problemas de déficit presupuestario en un futuro cercano. Los ciudadanos que han perdido sus ingresos estarán reacios a pagar impuestos por un lado y necesitarán desesperadamente más fondos del Gobierno.

Por ejemplo, Alemania, que se endeudó por primera vez desde 2013 debido a la pandemia, anunció que financiará los paquetes de rescate de COVID-19 mediante el endeudamiento. Al tiempo que proporciona ayuda financiera a las empresas, Alemania también tiene como objetivo apoyar el consumo y el sector de la automoción.

El ministro de Finanzas británico, quien señaló que la intervención del Gobierno en la economía ni siquiera se podía imaginar antes de la pandemia de COVID-19, afirmó que apoyarían el empleo, los ingresos y las empresas con un paquete de salvación. Por otro lado, el Gobierno chino aumentó el gasto público para estimular la economía, facilitó la entrada de empresas extranjeras a China y redujo los impuestos.

¿Es un sueño esperar volver a la antigua normalidad?

Con la pandemia se ha visto un mayor uso de la tecnología como alternativa a los humanos, ya que esta se puede utilizar en áreas como transporte, distribución, gestión hotelera y almacenamiento sin ningún riesgo de contagio del virus.

Es muy probable que estos cambios, que se espera que se reflejen en el urbanismo de los próximos años, transformen el viejo orden de normalidad al que estamos acostumbrados con la transformación verde y digital.

Los cambios en los hábitos de producción y consumo pueden modificar los equilibrios de la oferta y la demanda y provocar cambios permanentes y una disminución de los ingresos fiscales de los Gobiernos.

Se puede esperar que los ciudadanos, que han perdido gran parte de sus ingresos tras la pandemia, estén al borde de una explosión social con la creciente desigualdad en la distribución del ingreso. El deterioro de las economías, el aumento de la inflación y la disminución del empleo pueden tener consecuencias políticas en muchos países.

Además, los Gobiernos que han declarado paquetes de rescate pero que también están perdiendo ingresos pueden tener que lidiar tanto con el problema del déficit presupuestario como con el intenso malestar social que les espera en los próximos años.

*La académica Elif Nuroglu es la directora del Departamento de Economía de la Universidad Turco-Alemana y trabaja en los campos de la economía internacional, modelo de gravedad, comercio internacional empírico, modelos econométricos y macroeconomía empírica.

**Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.

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