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Un mes del paro nacional en Colombia, entre el rechazo al Gobierno y el ‘sesgo optimista’ de los manifestantes

El país suma 31 días de protestas con un saldo de 46 muertos, según la Defensoría del Pueblo, señalamientos de desconexión del Gobierno frente a las exigencias de la ciudadanía y la falta de representatividad del Comité del Paro.

Por: Santiago Serna Duque / Anadolu

Este viernes 28 de mayo se cumple un mes de paro nacional en Colombia. El saldo, hasta el momento, es de 46 casos de personas fallecidas por actos violentos, según el último reporte de la Defensoría del Pueblo, además de decenas de desaparecidos, abusos policiales y violaciones de los derechos humanos.

Por su parte, el Ministerio de Defensa advirtió que durante el paro han muerto 19 personas (17 civiles y dos policías) y se han registrado hechos de vandalismo que afectaron unos 400 establecimientos comerciales, más de 1.100 vehículos de transporte público y 422 cajeros automáticos -en las principales ciudades del país- que han dado pie para que el Gobierno estigmatice la protesta y la manifestación legítima pierda credibilidad.

Mientras en una orilla la administración de Iván Duque asegura que un sector de los manifestantes es aupado por grupos al margen de la ley; en la otra, los líderes del Comité del Paro desconocen las limitaciones de su representatividad.

“Hay una parte de la ciudadanía movilizada que no se siente representada por el Comité”, dijo Julián Arévalo, decano de la facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia y doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Boston.

Arévalo añadió que hay un error por parte de los líderes del paro que cada vez toma más fuerza: el llamado “sesgo optimista”.

“Se trata de pensar que porque las condiciones para el paro hoy son favorables, esto se mantendrá indefinidamente en el tiempo. Sabemos que cada vez hay un cansancio más creciente con el paso del tiempo y con la afectación a la economía. La gente puede ir agotándose y, en consecuencia, el paro puede perder fuerza. En ese sentido, tener propuestas demasiado maximalistas, demasiado ambiciosas, y negarse a hacer algún tipo de concesiones para poder emprender el proceso de diálogo puede jugar en contra del Comité del Paro”, le indicó Arévalo a la Agencia Anadolu.

En tanto, el decano de la facultad de Economía de la Universidad Externado subrayó que en estos 31 días se evidenció un abismo entre la percepción de la gente en la calle y la percepción del Gobierno respecto a las principales causas de la crisis social.

“Lo que hemos visto es una ciudadanía con unas preocupaciones muy grandes por los efectos de la pandemia y cómo la misma ha acentuado la pobreza, la falta de oportunidades, la profunda inequidad. Los manifestantes ven una falta de empatía del Gobierno, una falta de empatía en el país frente a los sectores más afectados”.

Arévalo remarcó que la administración de Iván Duque no responde a la actual coyuntura y, por el contrario, estigmatiza la protesta.

“Ha hablado (el Gobierno) de una manipulación desde la izquierda, de un papel dominante -en las marchas- de grupos armados ilegales. En general, lo que estamos viendo a un mes del paro es una brecha muy grande entre los dos lados”.

Esta actitud del poder generó un fuerte rechazo por parte de los colombianos hacia el presidente Duque. De acuerdo con un sondeo reciente hecho por la firma Invamer, el 76% de los encuestados desaprobó “la forma como se está desempeñando” el jefe de Estado en el marco del paro nacional.

Según Invamer, Duque superó al expresidente Andrés Pastrana (1998-2002), quien tenía el récord de impopularidad con un 74%.

“Yo creo que situaciones como estas -la del paro- se convierten en una oportunidad. Suena como frase de cajón, pero realmente lo que el Gobierno tiene en este momento, si actúa con mayor capacidad de escucha e inteligencia, es el chance de proponer una agenda de transformaciones que el país necesita. No había que llegar a estas condiciones para reconocerlo. Pero bueno, ya que estamos en ellas, que aproveche todo este malestar, se siente, y escuche; que adelante una agenda que se pueda llevar a cabo a través de los mecanismos institucionales de la democracia”, reflexiona Arévalo.

La agenda de transformación debe concentrar temas fundamentales como mejorar el acceso a la educación, plantear una renta básica y abordar de lleno el fenómeno del asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos, señala el economista. “El punto es cómo llegamos a construir esa propuesta por medio de la convergencia de diferentes actores”, dijo Arévalo.

También reiteró que el Ejecutivo le ha dado una lectura incorrecta a la realidad colombiana. “Decir que los jóvenes que están en las calles son manipulados (por una parte de la oposición o por la criminalidad) es subestimar la inteligencia de esa población movilizada”.

“Si se quiere realizar alguna negociación, este tipo de mensajes es incorrecto. Es una ofensa para los sectores con los que se pretende llegar a un consenso. No hay peor forma de llegar a un acuerdo que insultar a la contraparte”, concluyó Arévalo.

Finalmente, este domingo 30 de mayo se reanudarán las conversaciones entre el Gobierno y los representantes del paro para tratar de superar una crisis social, política y económica que cada día se profundiza debido a la pandemia del coronavirus.

*Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de la Agencia Anadolu.

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