Salud

Reactividad cruzada, el 2 x 1 en alergias

Por Angelika Mayr (dpa)

En ocasiones hay alérgicos que no pueden tolerar algunos alimentos como pueden ser determinadas hierbas y tomates o el abedul y la manzana. Este fenómeno se denomina alergia cruzada.

“Esto se debe a que estructuras idénticas o similares están presentes en ambas fuentes de alérgenos y el sistema inmunológico reconoce repentinamente las similitudes”, explica Sonja Lämmel de la Asociación Alemana de Alergia y Asma. Por lo tanto, se trata de una reacción doble, es decir, lo que se conoce como reactividad cruzada.

“Algunos alérgicos incluso llegan a correr peligro”, señala el dermatólogo y profesor universitario Birger Kränke.

Agrega que aun cuando un paciente esté familiarizado con su alergia al polen y conoce las molestias típicas de la temporada, eso no significa que pueda clasificar correctamente la aparición de síntomas alérgicos tras el consumo de determinados alimentos.

“En casos contados, esto podría terminar en un estado de shock”, recuerda Kränke, que dirige la clínica de alergias del Hospital Universitario de Graz. Es por esta razón, destaca, la reactividad cruzada es un tema importante en la vida cotidiana de los pacientes alérgicos.

“En los libros, generalmente se debate sobre la reactividad cruzada en relación con la sensibilización al polen y las alergias a los alimentos”, explica Kränke.

Aquí el sistema inmunológico no sólo reacciona a los alérgenos conocidos por la persona alérgica, como el polen, los ácaros del polvo doméstico o el pelo de los animales, sino también a ciertos alimentos.

El polen de abedul y el problema con las manzanas 

ILUSTRACIÓN – Cuidado con las manzanas: quienes son alérgicos al polen de abedul también pueden sufrir reacciones alérgicas al consumo de esta fruta. Foto: Christin Klose/dpa

Por ejemplo, si una persona es alérgica al polen de abedul, existe el riesgo de que también sea alérgica a la manzana, la avellana o la soja.

“Cerca del 50 por ciento de las personas que sufren la fiebre del heno (en los países industrializados la padecen actualmente al menos el 15 por ciento de los adultos y hasta el 10 por ciento de los niños y adolescentes) suele reaccionar de forma alérgica a determinados alimentos”, argumenta Kränke.

Lämmel añade que el número de personas con alergias al polen que también sufren de una alergia alimentaria asociada al polen ha aumentado en los últimos años.

En tanto, se han establecido ciertos síndromes de alergia cruzada. En términos numéricos, el más significativo es el síndrome del polen de abedul-fruta de hueso.

Si el sistema inmunológico ya está sensibilizado con las estructuras del polen de abedul, también puede reaccionar a la manzana, al melocotón, la nectarina, la cereza, la ciruela, la avellana, la nuez y la soja.

También son comunes el síndrome del apio-zanahoria-artemisa y el síndrome de los moluscos-crustáceos-el ácaro del polvo doméstico. Aquí el consumo de camarones o mejillones puede causar problemas a los alérgicos al polvo doméstico.

Hormigueo en la boca y escozor en los ojos   

Los síntomas de una reacción cruzada suelen aparecer primero en aquellas partes del cuerpo que entran en contacto directo con el alérgeno cruzado: “El hormigueo en la boca, las molestias en la garganta o una sensación de una lengua hinchada son los más comunes”, indica Lämmel. También puede haber secreción nasal, picazón en los ojos o tos.

En algunos casos, según Birger Kränke, la reacción ha llegado expandirse de forma amplia de modo que hayan reaccionado otros órganos como los pulmones (asma), la piel (urticaria, rubor) o el cuerpo entero (choque anafiláctico).

Las reacciones cruzadas sólo pueden evitarse si se han examinado y diagnosticado las alergias cruzadas.

El dermatólogo aconseja a todas las personas afectadas que lleven un botiquín de emergencia con antihistamínico, corticoesteroide y posiblemente una inyección de epinefrina para ciertas alergias. “Sin embargo, la medida más eficaz es evitar las sustancias alergénicas”.

Recomendaciones individuales en lugar de listas generales

La experta de la asociación alergias, Lämmel, recomienda una terapia nutricional en la que se dan recomendaciones personalizadas para evitar determinados alimentos.

A menudo las “sensibilizaciones mudas” aparecen en una prueba de alergia. Según Lämmel, esto significa que la prueba es positiva debido a la reacción cruzada, pero el consumo de la comida no conduce a una reacción alérgica.

Especialmente en el caso de una presunta reacción cruzada relacionada con el polen, sólo la evaluación de diferentes pruebas o un resultado de sangre y sobre todo el protocolo dietético y de síntomas permiten hacer un diagnóstico fiable.

dpa

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