OpinónPanorama Económico

Las teorías de desarrollo económico que volvieron miserable el campo colombiano

Colombia y muchos países suramericanos en su sector agrícola y en sus poblaciones que viven en sus zonas rurales, todavía siente las externalidades negativas desde todos los ámbitos socioeconómicos, causadas por las teorías de desarrollo económico creadas a partir de la década de los 50, que condenó a estas poblaciones a vivir en pobreza y en un atraso eterno, que ningún gobierno ha querido solucionar. Esta es una deuda grande que tienen todos los países suramericanos (incluyendo a Colombia) con su población rural.

Para entender esto, vamos a analizar el caso de Colombia y las diferentes teorías de desarrollo, aplicadas desde la década de los 50.

Estas teorías de desarrollo han creado un sesgo negativo en el concepto de lo rural en los dirigentes, en los formuladores de política públicas y en la población del país.

Quedando en la cultura colombiana como un valor negativo lo rural, como sinónimo de atraso y pobreza; los valores son la percepción que tiene una sociedad de lo que es bueno o malo y este caso lo agrario quedó como algo negativo, esto se entiende si se analiza el concepto de    cultura, la cual la podemos definir como el conjunto de normas y reglas específicas aprendidas, basadas en actitudes, valores y creencias que existen en toda región. En este caso una percepción negativa de lo rural que lleva más de 69 años en nosotros.

David Pinto Cataño. Economista y profesional en Finanzas y Negocios Internacionales. Catedrático universitario.

La rama de la economía de desarrollo se puede decir que inicio formalmente en la década de los cincuenta, pero se debe tener en claro que desde siempre las personas que se ha dedicado a las actividades políticas y económicas se han planteado como alcanzar el desarrollo económico en sus distintas facetas (riqueza, prosperidad material, progreso, crecimiento, etc..) y lo plantean en los diferentes escritos.

Estas teorías de desarrollo económico se empezaron a aplicar a raja de tabla en todos los países suramericanos, buscando el mejoramiento de la calidad de vida de la población, aplicando de manera universal y genérica estos modelos, con métodos que funcionaron en la economía de países desarrollados, pero si tener en cuenta que estas teorías primero fueron aplicadas en diferentes periodos de tiempos en los países europeos, Estados Unidos y Japón, principalmente en el siglo XVIII. También en sociedades con culturas y características socioeconómicas distintas, debido a esto, se dieron las consecuencias de las externalidades negativas, que causan a la sociedad y a la economía de Colombia. Porque no se tomaron la delicadeza de por lo menos adaptarlas a las características de los países donde se iban aplicar, en Colombia a principios de la década de los cincuenta, básicamente una sociedad rural.

En esa época se desarrolló la teoría de la Modernización que plantea lo siguiente: que para que los países se desarrollaran tenían que modernizarse, es decir, pasar de sociedades tradicionales a sociedades modernas e industrializadas y para eso tenían que copiar el modelo de los países de Europa occidental y Norteamérica.

Para esto, los países deben comenzar una etapa de industrialización para cambiar de ser una economía agrícola y población rural a ser una economía industrial y una población urbana, también tenemos las teorías de las etapas en el crecimiento de Rostow, mantienen el mismo espíritu que el campo es sinónimo de subdesarrollo y pobreza, plantea lo siguiente: el proceso del crecimiento económico se da a través de unos pasos o fases que deben seguir todos los países que quieren alcanzar un desarrollo económico, dichas fases o etapas son las siguientes:

1) Sociedad tradicional

2) Las condiciones previas de despegue

3) Despegue

4) La marcha de la madurez

5) La etapa de calidad más allá del consumo.

El modelo de dos sectores de Arthur Lewis, premio Nobel de Economía, desarrollado a medianos de la década de los 50  y se convirtió  en la teoría  general de desarrollo económico de la década de los 60. La idea principal del modelo, era que las economías de los países atrasados tenían que cambiar su estructura, dejar de ser una economía agrícola o una economía donde su principal sector económico fuera el sector primario, y pasar a ser una economía moderna donde sus principales sectores económicos fueran el secundario y el terciario, en virtud de esta transformación pasara de ser un país de una población rural a una urbana.

También tenemos la teoría de las pautas para el desarrollo de Hollis Chenery, la cual plantea que para que un país subdesarrollado pueda alcanzar un desarrollo económico, debe aplicar una serie de pautas o  pasos de manera secuencial, de tal forma que  esto traiga como consecuencia una transformación en su estructura económica, industrial e institucional, ocasionando que la economía de ese país se desplace del sector primario al sector secundario y  este quede como eje principal de la economía.

En todos estos modelos del área de la economía de desarrollo y otros más realizados entre la década de los 50, 60 y 70 tienen en común lo siguiente:

1.Uno de los principales supuestos de estos modelos, era que una de las causas del subdesarrollo – que como consecuencia trae la pobreza de estos países- es que el sector agrario es atrasado, que no es productivo y que causa el subdesarrollo, por lo tanto, hay que hacer una transición, cambiando la estructura económica de los países movilizándola del sector primario al sector secundario y terciario.

2.Las sociedades rurales o agrarias son sociedades primitivas y atrasadas, con comportamientos bárbaros y que utilizan factores de producción con bajo productividad, que genera baja renta en el factor trabajo y poco uso intensivo de capital; también que no genera un ahorro y no permite una inversión en capital, por lo tanto, se debe motivar o propiciar una transición de la población rural a lo urbano. Convirtiéndose en sociedades urbanas, porque las ciudades son los centros de desarrollo económico por su aglomeración, lo que se estudia con la geografía económica o actualmente economía espacial.

Las ciudades son donde se pueden dar los sectores secundarios (industria) y terciario, donde se utilizan los factores de producción de manera eficiente, más intensivos en capital, por lo tanto, la renta de trabajo es mayor, hay más empleo, hay más ahorro, por lo cual, hay mayor inversión en la economía, más que todo en capital y las ciudades. Pero lo que se ha dado, como paradoja, es que el retorno del capital ha superado persistentemente el crecimiento económico, a nivel agregado mundial y en muchos de los países.

Y es como los dueños del capital obtienen mayores ingresos que los trabajadores, como lo expone Thomas Piketty, esto se debe según él, a la alta sustitución entre capital y trabajo (elasticidad de sustitución mayor que 1). Los agentes económicos encuentran altamente rentable reemplazar el trabajo por el capital. Así, los ingresos del capital cada vez son mayores con respecto al promedio. Pero la verdadera causa del aumento de la participación del capital en el producto es el bajo ahorro del capital. Esto lo demuestra el fallo de uno de los postulados de todas estas teorías, que en las ciudades no se aumenta la renta de trabajo sino por el contrario se disminuye a favor de los capitalistas.

Esto se empezó a dar más que todo con la aplicación del modelo neoliberal, impulsado por Margaret Thatcher y Ronald Reagan en los 80’s. Esto se trata de solucionar presionando el salario por debajo de la productividad, para aumentar el ahorro y evitar la caída del producto, lo que ocurre actualmente en Colombia y por lo cual nos quieren vender la nueva reforma laboral, que supuestamente aumentará el empleo, pero este tema lo trataré con mas profundidad en próximas columnas por este medio. Estos modelos económicos afirman y generan que en las ciudades haya más oportunidades de trabajo, educación, salud, servicios públicos, entre otros.

1.El segundo punto nos lleva a que los gobiernos, por aplicar estas teorías de desarrollo económico en Colombia y en muchos países, empezaron a invertir todos los recursos de inversión en los centros urbanos, mejorando la infraestructura física (carreteras, calles, acueductos, alcantarillados, redes eléctricas, redes de comunicación y transporte, también la educación, aumentando la cobertura y calidad de la educación básica, secundaria y universitaria; así como mejorando hospitales, viviendas,  esto le dio  a las ciudades  mejor  recursos humanos capacitados, instalaciones portuarias y aérea entre otros, para poder que con esto las industrias pudieran operar.

Esto les dio a las ciudades, una ventaja de ubicación desde dos puntos de vista: 1) De factores de producción como se explicó en el párrafo anterior. 2) Las condiciones de demanda.

Lo que hizo que las empresas se instalen y realicen inversiones directas, es decir, comprar una compañía, montar una fábrica, instalar una subsidiaria en las ciudades y no en el campo, como se explicó, le da una ventaja comparativa frente a otras empresas que estén en la zona rural.

Las condiciones de la demanda de las empresas que se instalan en las ciudades son mejores, porque la urbe le da un mercado objetivo más grande y la población tiene mayor poder adquisitivo, es decir, le permite tener un tamaño y crecimiento de la demanda (cantidad de la demanda). Lo cual aumenta las ventas, permite tener mayores ingresos, más utilidades y esto le permite permanecer en el tiempo, que es el objetivo final de las organizaciones.

2.Esto en contravía del desarrollo económico de lo rural y tener presente que el desarrollo económico (leer aquí) es integral, es decir, se le debe brindar a toda la población de un país y a todas sus zonas, si no se da esto no es desarrollo económico.

Esto causó que en los últimos 69 años en Sudamérica (especialmente en Colombia) no se invirtiese en lo rural, porque todavía se percibe como una pérdida de dinero, porque lo rural se asocia con atraso y pobreza, debido al legado de las teorías económicas  aplicadas  y enseñadas durante todas estas décadas, que hicieron un cambio cultural en la población colombiana, por lo tanto, en el campo en las primeras décadas de 50, 60, 70 y hasta ahora, pero con una menor proporción, por la falta de inversión de recursos. No se tienen las condiciones de los factores de producción, por lo cual, no había o es muy poco, la infraestructura física (carreteras, calles, acueductos, alcantarillados, redes eléctricas, redes de comunicación y transporte); educación, muy poca cobertura y de muy mala calidad en la educación básica, secundaria y universitaria; hospitales, viviendas, muy pocos recursos humanos capacitados, no hay instalaciones portuarias y aéreas.

Lo que no ha permitido el desarrollo de la industria en el campo y muy poca agroindustria, lo que ocasionó un fenómeno en Colombia, que se vive muy fuerte y es la violencia en sus diferentes manifestaciones; guerrillera que empezó a la par de la aplicación de estos modelos en la década del 50, el paramilitarismo y narcotráfico a finales de los 70 y que se viven actualmente. Muchos son los jóvenes rurales sin oportunidades para estudiar, porque no existen universidades en la zona rural y hoy es baja su cobertura, también sin trabajo o con un trabajo informal que es muy mal remunerado.

Por ejemplo, en el departamento de Bolívar, según FILCO del Ministerio del Trabajo, el empleo informal en Bolívar es del 78% para el año 2018, cifra más reciente publicada. Y en Colombia de aproximadamente más del 70% de informalidad en la zona rural, sin ingresos para satisfacer sus necesidades básicas, sin salud en las zonas rurales. Se empezó a generar un descontento social que se vio plasmado en una violencia, que trajo como consecuencia los grupos guerrilleros de la década del 50, que permitió que se desarrolle el fenómeno social del narcotráfico, ambos se nutren de estos jóvenes sin esperanza, que ven una oportunidad laboral estas actividades ilícitas.

Actividades que les permiten tener un ingreso, esto les da una movilidad social, un ingreso para tener una mejor calidad de vida, como lo expresan los ganadores del premio Nobel de Economía de 2019, Esther Duflo y Abhijit Banerjee, en su último libro de este año.

Hay mala economía producida por malas ideas, y esto lo digo yo, que causan externalidades negativas a la población, que disminuyen su bienestar económico, y trae desigualdad e inequidad, así como pobreza, que se vuelve una histéresis socioeconómica.

Estas teorías de desarrollo económico bien intencionadas y con muchas muy buenas ideas, que se pueden aplicar para mejorar la calidad de vida de la población, pero con los postulados explicados en párrafos anteriores, han causado casi 70 décadas de miseria y pobreza; las cuales continúan tanto en lo rural como en lo urbano.

Porque muchos de estos jóvenes sin esperanza, emigraron a las ciudades, es algo lógico, donde habían supuestamente mayores oportunidades y como proponían las teorías, un cambio   demográfico  en los países, que la población rural  primitiva emigra a los centros  urbanos, para que se volviera una sociedad civilizada y avanzada, pero esta población sin estudio no se podía  insertar en el sector  productivo, no podía conseguir  trabajo  ni ingreso, nutriendo  los cordones de miseria y pobreza de la ciudad, generando fenómenos de violencia, igual que en el campo.

Y esto se nota en las cifras de los últimos años, se ha podido apreciar el retroceso del campo colombiano con su participación en el PIB, que ha disminuido de un 18% a un 6% y con un crecimiento promedio de 2% anual.

Un factor que ha agravo la situación del campo que venía, como se había explicado en párrafos anteriores, mal desde la década del 50, este fue también la apertura económica de 1991 del gobierno de César Gaviria, que, seguido de todos los gobiernos en los últimos 29 años, con el modelo neoliberal y la aplicación de su último modelo de desarrollo, el Consenso de Washington (leer el enlace).

Con la apertura económica del Gobierno de César Gaviria, el agro colombiano se terminó de rematar, dejó de ser productivo, se puso a competir a este sector de la economía colombiana con países donde el campo tiene una mayor productividad, es más eficiente, tiene mayor tecnología y los gobiernos de estas naciones les dan subsidios a los campesinos para aumentar su productividad.

Esta apertura económica comenzó con una reducción arancelaria paulatina de 40% en promedio al 5%, eliminando cualquier tipo de subsidio a los campesinos colombianos, dejando a nuestro campo sin ningún tipo de protección. Los campesinos se quebraron y perdieron mercado frente a la competencia extranjera.

Los gobiernos de las últimas seis décadas no han hecho prácticamente nada para remediar esta situación, como, por ejemplo, realizando planes de inversión para disminuir las desventajas y aumentar la productividad.

Lo preocupante es que el Gobierno aún no toma medidas para poder revertir esta situación. Firmaron varios TLC, y ahora fue aprobado en esta legislación que pasó un TLC con Reino Unido, argumentando que los beneficios de estos tratados son la llegada de productos de otros países con precios menores a los existentes en el mercado colombiano, beneficiando al consumidor.

El campo colombiano está en clara desventaja con el agro de la mayoría de los países con quienes tenemos TLC, se tiene la concepción errada que el comercio internacional deja a todas las naciones que participan en él como ganadoras, cuando en realidad es una guerra donde hay ganadores y perdedores.

El Estado Colombiano ha firmado los TLC con base en el concepto de la ventaja comparativa de David Ricardo (una teoría del Siglo XIX), debemos especializarnos donde seamos más eficientes sin tener en cuenta las otras variables de las cuales depende nuestra productividad como: infraestructura física, educación, acceso tecnología, entre otras.

Al aplicar la teoría, Colombia se especializó en productos tropicales porque son lo más fácil de producir en los campos colombianos, pero estos productos tienen una baja demanda mundial. Se debe producir lo que se demanda a nivel internacional que son: cereales, granos y derivados de la ganadería.

Trayendo como consecuencia un déficit de cuenta corriente en Colombia que este año 2020 puede estar en 8% con respecto al PIB de Colombia y financiando un déficit fiscal de 8,1% en promedio, manteniendo el famoso déficit gemelos, que al final son insostenibles y van a traer mayor desempleo, inequidad y pobreza.

Esto creado otra paradoja, lo que buscaban las teorías de desarrollo económico, explicadas anteriormente, era la industrialización de los países, producir bienes intermedios y finales, con mayor valor agregado, que aumentara la renta de trabajo, pero lo que se logró y más con la aplicación del Consenso de Washington. Lo que se logró con el Consenso fue una re-primarización de las economías y de las exportaciones de los países suramericanos y de Colombia, la re-primarización consiste en que los sectores primarios de la economía vuelvan a tomar importancia. Estos productos primarios son producidos por el sector industrial y agrícola, que no se tecnifica y no crea agroindustrias encargadas de la producción de materias primas, los commodities y los bienes intermedios sin valor agregado.

Esto ha traído que las importaciones de alimentos pasaran de 8 millones de toneladas en 2009 a 14 millones de toneladas el año pasado.

Esto también se evidencia en el Gini, que es el índice que también puede medir la concentración de la tierra en las zonas rurales. De acuerdo con el Censo Nacional Agropecuario del 2014 el índice es de 0,93. Es decir, hay una gran concentración de la tierra en manos de uno pocos latifundistas, que tienen los terrenos como tierra de engorde, si ningún uso. Creando la apropiación extensiva de tierra de manera ilegal, para generar valorización de manera artificial, creando un gran valor a la propiedad rural, logrando la creación de una burbuja inmobiliaria en el campo.

Mientras dos millones de familias campesinas no tienen prácticamente tierra ni tecnificación. Esta es la concentración de tierra que nos muestra el coeficiente Gini, se da los terrenos que son planos y fértiles, que son las mejores.

El 70% en promedio, de estas tierras tiene un problema de uso, el 65% de los campesinos minifundistas tienen propiedades de manera informal y muchas de las tierras agrícolas de Colombia tienen problemas jurídicos, por apropiación ilegal de baldíos de la nación por parte de grandes terratenientes y desplazamiento forzado por parte de grupo ilegales a los campesinos.

No se ha generado un catastro multimodal, que permita crear una tarifa impositiva progresiva con equidad vertical en el campo, que impida la acumulación de las tierras para que generen renta y acumular capital, esto permitiría que los terratenientes vendan o alquilen a personas que pongan a producir la tierra, generando productividad en el campo, una mejora en la calidad de vida a las familias campesinas. Esto permitiría que los municipios tuvieran mayores ICL (Ingreso Corriente de Libre Destinación) por un mayor predial, que permitiría inversión en lo social e infraestructura, mejorando la calidad de vida de la población rural y mayores fuentes de trabajo y el desarrollo de la agroindustria.

Expropiar con compensación las tierras inexplotadas que se utilicen para su uso rentista y las tierras adquiridas con dineros de narcotráfico y corrupción estas sin compensación. El fondo de tierras debe distribuirlas entre campesinos sin tierra, generado una verdadera reforma agraria.

Complementando lo anterior, se deben tener aranceles selectivos que protejan el sector y les permitan a los campesinos tener una curva de experiencia, generar economía de escala en la agricultura, producir en grandes extensiones de tierra, para que los costos por hectárea disminuyan y aumenten los ingresos. De esta manera, se puede invertir en infraestructura fisca necesaria para la región, como carreteras, canales de riego, drenaje, entre otros. Esto permitiría que nuestros campesinos sean más competitivos.

Se hace necesario también que el gobierno invirtiera en más fertilizantes y mejores métodos de producción, un ejemplo para lograr esto:

1) Crear infraestructura física, carreteras (vías: primarias, secundarias y con énfasis en vías terciarias), utilizar las vías fluviales poder recuperar la navegabilidad por el río Magdalena. Convertir este río en la autopista fluvial para el país. Esta propuesta se puede convertir en la creación de un ferri que compre los productos agrícolas y los transporte a los mercados. Si se utiliza el río Magdalena como una autopista fluvial los costos de transporte van a disminuir para los campesinos, así como los tiempos de traslado de productos, lo cual aumenta la competitividad y disminuye los costos. La infraestructura física es esencial para poder sacar los productos y llevarlos a los mercados locales e internacionales, ya que en promedio entre el 30% y 50% de los costos de los productos se deben al transporte.

2) Para aumentar los ingresos de los campesinos y tratar de reducir la pobreza, se deben crear programas para mejorar el suministro de riego y drenajes Para esto hay que apoyar, incentivar y trabajar mancomunadamente con los alcaldes.

3) Incentivar la producción a gran escala o de grandes extensiones, diferentes  modalidades: pequeños agricultores asociados y grandes productores, con  asocio de esta empresa estatal (CORPOICA) de innovación y tecnología agropecuaria para así disminuir las desventajas biológicas y lograr una economía de escala, mayor producción disminuye los costos fijos de producción,  los costos  bajan  y se van repartiendo entre cada unidad producida, los costos  fijos van disminuyendo por hectárea, por lo tanto se puede generar una rentabilidad en el sector.

Se debe dar prioridad a sembrar productos agrícolas temperados como cereales y grano, productos derivados de la ganadería, como lo hace Brasil que se convirtió en el granero del mundo en los últimos años. Actualmente Colombia se concentra en producir y vender productos tropicales que no tienen demanda mundial.

Como se ha explicado en otras columnas, por este medio de comunicación, el motor de la economía colombiana se fundió y la culata se torció, esto lo muestra el Indicador de seguimiento a la economía (ISE) que para abril fue -20,06%, es urgente que haya Q.E relajación cuantitativa y se realice una política monetaria de manera coordinada con la fiscal. Sólo con una política monetaria expansiva que, en la práctica imite algunos resultados de la fiscal, no es suficiente ¿Hasta cuándo la miopía de Duque y su ministro Carrasquilla? Es urgente una estrategia de dinero helicóptero.

Posdata: en mi columna anterior me equivoque en mi percepción de Duque y su Ministro Carrasquilla, realmente no son miopes sino ciegos, apenas las cuatro hermanas se dieron cuenta que el traslado de los cincuentones las perjudica, con su cabildeo poderoso hicieron que el ejecutivo se retrocediera y ahora Duque y Carrasquilla no ven pertinentes hacerlo, como argumenta el viceministro técnico de Minhacienda, con unos argumentos que no soportan ni  un análisis elemental aritmético, como un valor futuro (leer columna anterior), gracias a Dios el legislativo aprobó en segundo debate el proyecto de ley.

Porque no objetaron el Decreto número 558 del 15 de abril, que permitió el traslado de las pensiones de un mínimo de las AFP a Colpensiones, este no lo objetaron las cuatro hermanas porque las beneficiaba, les permitía trasladar las pérdidas y socializar sus pérdidas con la población colombiana (leer aquí).

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