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Política pública protegería patrimonio de indígenas, campesinos y afros

A partir de un escenario que contempla prácticas, rituales, costumbres y herencias transmitidas a los curanderos, un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) ha generado varias propuestas para facilitar el diálogo entre saberes ancestrales y el conocimiento académico y científico.

De estas iniciativas surgió una política pública que ha sido puesta a consideración del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, para proteger los ecosistemas de tales comunidades, a partir de sus conocimientos tradicionales. Para ello, se adelantó un trabajo con 240 familias pertenecientes a grupos campesinos, indígenas y negritudes en Amazonas, Nariño, Orinoquía y Boyacá.

“El Grupo de investigación de saberes implícitos es uno de los frutos de la formulación de esta política, a partir de un inventario que comprende la recuperación de conocimientos tradicionales asociados a la diversidad en cerca de 90.000 hectáreas del territorio nacional”, destaca el profesor Andrés Sicard, quien se encuentra a la cabeza del proyecto.

Una de las principales herramientas para hacer posibles estas dinámicas son los Círculos de la palabra, de tal manera que puedan incertarse dentro de dinámicas propias de las aulas de clase, a través de metodologías de diseño participativo y cocreación en las que los participantes cuentan cómo, dónde y con quién suelen aprender sus distintos saberes.

Técnicas para fabricar pan

Como parte de la convocatoria de extensión solidaria, por ejemplo, se adelantó un proyecto en el que a partir de la experiencia de dos alumnas de Diseño Industrial cuyas familias se dedicaban a labores asociadas con la panificación, se logró establecer qué tecnicas emplean y cuáles de ellas han caído en desuso.

Al rastrear los orígenes de esta vocación hasta el municipio de Santa Sofía, en Boyacá, se encontró que algunas prácticas ya no eran tan frecuentes. Es el caso de los rodillos y bandejas, que han sido remplazadas por máquinas, explica el docente. Al respecto, este producto, además de ser un alimento que se produce con harina, agua, huevos y mantequilla, comienza a traer una serie de recuerdos, memorias, lugares y familiaridades.

Para este caso en particular, el profesor Sicard destaca que en las dos panaderías cobraba especial interés la necesidad de implementar procesos que permitieran optimizar el servicio y la atención al cliente a partir de lo que habitualmente suele hacerse en Santa Sofía.

“Gracias a la recuperación de estos conocimientos, no solo se preserva el patrimonio a través de la práctica, sino que se garantiza su transferencia y la posibilidad de innovar”, puntualiza.

La paz de cada día

Otro de los proyectos sobre los que el profesor Sicard llama la atención es el desarrollado en las poblaciones de Nuquí y Nuquí Arriba, departamento del Chocó, donde comunidades indígenas Embera y afros lograron propiciar nuevas formas de convivencia gracias al rescate de sus tradiciones ancestrales.

“Las disputas por el territorio entre comunidades distintas hizo que el proyecto convocara un festival de la interculturalidad con participación de más de 300 personas”, subraya el docente. En el marco de este evento se propició la construción de una enorme maloka que permitió reactivar el conocimiento de la comunidad.

Resultado del encuentro, tras más de 60 años de enfrentamientos entre miembros de estas dos comunidades, se producía un primer ejercicio de reconciliación y convivencia, a lo largo de una celebración que se prolongó por tres días. Durante este tiempo, las dos comunidades compartieron diversos saberes, ritos y cantos asociados a la lluvia, la siembra y sanaciones, al tiempo que se ofrecían agradecimientos a la Madre Tierra.

Hay muchos territorios que pese a las adversidades han logrado salir adelante, porque la paz no debe ser entendida como la ausencia de conflictos, sino como la posibilidad de estar en armonía con el territorio, concluye el docente.

En su opinión, uno de los retos del posacuerdo será el de que aquellas personas que se vieron forzadas a abandonar sus territorios regresen para aprender a convivir en medio de las múltiples complejidades que plantea el territorio.

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