OpinónPanorama Económico

Los déficits gemelos, una las verdaderas causas de la alta devaluación del peso

La economía colombiana tiene un problema estructural en su modelo de desarrollo económico, que parte del Consenso de Washington (neoliberalismo)  y  su apertura económica, como muchas otras características de este modelo que son todas nefastas; que se implementaron de manera obtusa y burda por Cesar Gaviria, el presidente de la República ese momento, su ministro de hacienda Rudolf Hommes Rodríguez y su director de Planeación Nacional, Armando Montenegro Trujillo desde 1991.

Acabando con el modelo de industrialización por sustitución de importaciones, si ninguna transición, al hacer esto, eliminaron la industria nacional, el empleo formal, los bienes y servicios de alto valor agregado, volviendo -a partir de ese momento- a la economía colombiana en reprimarización,  es decir, dependiente del sector primario.

Extrayendo commodities (petróleo, carbón,  ferro níquel, entre otros) o cultivando café, plátano, aguacate y otros productos tropicales. Uno de los argumentos que se planteaba para implementar el Consenso de Washington, fue que la economía del país estaba secuestrada por los monopolios industriales, que se habían creado por el modelo industrialización por sustitución de importaciones, porque no se permitía la competencia internacional, las nuevas tecnologías y las industrias nacionales sin competencia desarrollaban bienes de bajo valor agregado  y que no eran competitivos  en el mercado internacional, ni precio ni en calidad y esto afectaba el bienestar de los agentes económicos, porque los monopolios segmentaban la producción y dependiendo de consumidor (marrano), colocaban un precio más alto, segmentaban los precios de los bienes y servicios por categoría o planes, por ejemplo, como  hace  Avianca y diferentes tipos de compañías.

Esto no se acabó, sino por el contrario aumentó exponencialmente desde 1991, porque con la apertura y las privatizaciones no se acabó con los monopolios como se argumentaba; sino que aumentaron los tipos de mercados imperfectos en Colombia en sus diferentes modalidades (monopolio, duopolio, oligopolio, entre otros). Además, acabando con los monopolios naturales públicos, con la privatización de los servicios públicos, que, en vez de mejorar la calidad, se volvieron más ineficientes y corruptos, como la prestación de la salud.

La paradoja que se ha dado en el mundo y en Colombia es que la economía de mercado, con su mínima intervención del gobierno y con un estado menos robusto. Que en teoría generaría un mercado menos imperfecto, como menos externalidades negativas y distorsiones de mercado, que afecten los precios. Pero, ocurrió lo contrario, más externalidades negativas, más distorsiones de mercado, más mercados imperfectos y menor bienestar a la población. Porque las empresas no producen ni se acercan a la competencia perfecta, cuando producen hasta cuando img (ingreso marginal)=cmg (costo marginal), el cambio de este tipo de competencia imperfecta, que se creó en Colombia y en el mundo se produce hasta img >cmg, porque son las empresas quienes imponen los precios, debido a que tienen el poder de mercado para sí, es así como segmentan los precios, como expliqué en párrafos anteriores.

En nuestro país se da una variedad de monopolios antinaturales, oligopolios y duopolios, donde gracias a este poder de mercado gran parte de los ingresos de la economía se los llevan estos grupos empresariales. Donde lo que intentan es que el ingreso marginal ≠ costo marginal para poder producir menos y obtener más ingresos, vía un mayor precio, logrando esto también a través de colusión y fijación de precios, prácticas de manipulación de precios que se han dado en productos como cuadernos, pañales, papel higiénico, servicios públicos, salud y los medicamentos.

La segmentación de precio de los grupos empresariales, se da cuando cada uno maneja diferentes monopolios, como si fueran feudos de la edad media, que se llevan las riquezas del crecimiento económico del país. Se las llevan los grandes oligopolios, como, por ejemplo ,el sector bancario. Está concentrado cerca del 75 %, en promedio, en cuatro grandes actores Bancolombia, Aval, Davivienda y BBVA. En el renglón de las pensiones tiene una concentración de más del 62% en promedio, en dos actores, Porvenir y Protección, las dos hermanas mayores de las cuatro hermanas (ver). Esto también se da en empresas de servicios públicos domiciliarios y en la salud, lo que garantiza que tengan grandes utilidades, lo que hace que los ingresos que produce este crecimiento económico no se dispersen por toda la población, evitando que se genere un desarrollo económico.

A demás de la segmentación de los mercados, siendo ineficiente y sus ganancias se deben a sus estrechos vínculos con el gobierno, a los subsidios que reciben de este, a través de menos tributos, quitándoles los impuestos que el Estado debería invertir en toda la población, mejorando el nivel de vida de esta, por ejemplo, invirtiendo en educación, salud e infraestructura, es a través de los impuestos que el Estado distribuye la riqueza.

Esta aplicación del Consenso de Washington (neoliberalismo), en su característica de apertura o   liberación del comercio exterior, argumentándola con el supuesto o teoría de la ventaja comparativa de David Ricardo, una teoría de Siglo XIX y de Samuelson de mitad de Siglo XX.

Que explica, en resumen, que los países se deberían especializar en los productos que fueran más fáciles de producir y más económicos.

Venderlos en el exterior donde, se podría decir, que hay una demanda ilimitada para estos productos y con los recursos obtenidos comprar los productos que no se produce en el país, esto en teoría, aumentaría el bienestar de la población, mostrado un comercio internacional donde todo el mundo gana.

Cuando de manera empírica se ha demostrado:

  • Que la demanda es limitada.
  • Que el comercio internacional es una guerra, donde hay ganadores y perdedores, como se va a demostrar en el presente escrito, Colombia es perdedora.

Con esta teoría, Colombia redujo sus aranceles de 40% en promedio, a un 5%, no se protegió su tejido industrial y este se disminuyó.

Colombia se especializó en producir commodities, como lo explico en párrafos anteriores (petróleo, carbón, frutas tropicales y demás materias primas) que es lo más fácil y barato, con los recursos de esto se compran los otros bienes que no se producen.  Y ocurrió la maldición de los commodities en la economía colombiana.

Se buscaron los beneficios de la ventaja comparativa, desde punto de vista del bienestar, por tener bienes más baratos, con este argumento se firmaron decenas de TLC leoninos para la economía y la industria colombiana con países más industrializados.

Colombia se especializó en productos tropicales, que en el mercado internacional no tienen demanda, además tienen mucha oferta de otros países. Debemos sembrar cereales y cultivos templados, que son los que tienen mayor demanda mundial y con TLC donde la parte agrícola de esos países tengan muchos subsidios, mejor infraestructura, tecnología e i+d que hace la diferencia.

También tiene otra consecuencia, la industria minero -energética es intensiva en capital, es decir, en maquinaria y equipos para la producción, no generan puestos de trabajo y acaban con la industria, que es la mayor generación de trabajo formal, incrementando la informalidad, que comenzó en 1991 con la aplicación del Consenso de Washington que plantea lo siguiente:

“Las empresas necesitan ser eficientes para competir con el mercado internacional, para ello requieren el abaratamiento del costo del uso de la mano de obra, por lo que la reforma al mercado laboral constituye el tercer punto de la propuesta”; se argumenta que hay una excesiva regulación de este mercado, tanto en la contratación, como con el despido en sector formal. Así es como los altos costos de la nómina por causa de las pensiones, cobertura social y sanitaria, han desincentivado la contratación del sector formal.

“Esa reforma se basa en la eliminación de un gran número de requisitos para la contratación y el despido, esto trae como consecuencia el aumento de la forma de contratación temporal y a tiempo parcial, la reducción de las contribuciones sociales obligatorias de la empresa, y el abaratamiento del despido”. Generando la gran informalidad que se tiene hoy en día y nos está afectando gravemente en esta pandemia.

Porque se tiene la idea que la única manera de ser competitivo en el mercado internacional es bajar la renta del factor trabajo y sus condiciones.

Con estos ingresos que generó el petróleo, en vez ahorrar para afrontar crisis futuras, como la de la pandemia, se empezó a realizar muchas reformas fiscales (nos convertimos en una Venezuela), con el objetivo de bajar impuestos (renta, patrimonio y utilidades)  a las empresas y bancos, para que supuestamente inviertan más en el país y generen más empleo, pero la realidad es, como se explicó en el párrafo anterior, que se vuelven utilidades que no se reinvierten.

Aumentando el déficit interno por menor recaudo tributario, esto se financia a través de deuda   pública. Lo que nos tiene con este estrecho margen fiscal actualmente, en estos momentos de necesidad.

Estas reformas tributarias regresivas volvieron a Colombia en un país más desigual, afectando duramente a las clases media y pobre, con una mayor tasa de IVA, violando la Constitución de 1991, en la cual se dictamina que los impuestos deben ser justos y progresivos, que la principal función del gasto público es el cumplimiento de los derechos fundamentales de salud, educación, pensiones y las políticas sociales.

Esta es la verdadera causa de los déficits gemelos (déficit fiscal y corriente), el Sar-Cov-2 provocó una reducción del ahorro, que quebró el primer postulado de las identidades macroeconómicas. La economía se vio abocada a una reducción de la inversión y la producción, que se llevó al sistema por delante. Si bien, el efecto del ahorro ha disminuido, de ninguna manera ha desaparecido. La manifestación más clara se observa en el déficit fiscal, que es de más de 9% en este año. Y con un nivel de endeudamiento de más 60% para el 2021. Un déficit en cuenta corriente que se estima, en promedio, entre un 4,3% a 5% del PIB, estas son las verdaderas causas de la depreciación o devaluación del peso este año. La semana anterior pasó la barrera psicológica de los 4 mil pesos, y esto se nota en las exportaciones colombianas, que crecieron un 39,4 % en mayo con respecto al 2020 y las importaciones aumentaron en un 52% en mayo con respecto al último año.

El desequilibrio interno está asociado al consumo interno artificial, creado por este alto endeudamiento externo de Colombia, de los hogares colombianos y la informalidad laboral con la que se sustenta el supuesto crecimiento económico milagroso del año 2019 y primer trimestre de 2021 en Colombia, que fue de 3.4%y 1,1% respectivamente. Que se evidencia en una diferencia entre el Producto Nacional y el gasto ocasionado por el bajo ahorro. Esto muestran la fragilidad macroeconómica de ese crecimiento económico, que ha tenido a Colombia en los últimos años y que se ha sido conseguido con base a un endeudamiento excesivo externo, lo que permitió un aumento del consumo de bienes importados, causando un desequilibrio tanto externo como interno.

Que la moneda se devalúe entorno a un 60% está provocando que el peso sea la tercera moneda de economías emergentes más devaluada. Es decir, casi todas las divisas están caras en Colombia, para disminuir el déficit en cuenta corriente,  en teoría, disminuiría las importaciones y aumentar las exportaciones. Pero esto no se logra y lo que causa es afectar más el sistema de costos de las empresas nacionales, que deben importar gran parte de la materia prima y de bienes intermedios. Esto no permite que los precios de los productos disminuyan, por lo tanto, no son competitivos en el exterior y hace que aumente el precio de los productos nacionales y extranjeros. Todo esto trae como consecuencia un aumento en la inflación.

El banco emisor a comunicado que entre septiembre y noviembre va disminuir la política monetaria el expansiva, aumentar las tasas de interés de referencia entre 25 y 50 puntos básicos, implementar políticas monetarias de contracción. Ocasionando una contracción de la demanda agregada, más que todo en la inversión, llevando a la economía del país a la crisis que está teniendo actualmente y de demanda que es más grave.

El Sar-Cov-2 transformó la estructura económica colombiana, que pasó de ser economía de demanda, donde la oferta es mayor a la demanda, a pasar a una economía de oferta, donde esto se invierte y donde la demanda es mayor a la oferta.

En donde la producción tiende a ser determinada por la política y el mercado. Este tipo de economía no funciona como recetas de cocinas, propuestas por los libros de texto, eso de incentivar la demanda a través de las políticas fiscales y monetarias convencionales se tornan inefectivas, porque amplían la demanda y no afectan la producción.

La armonización del sistema solo es posible con políticas de oferta, que incrementen el ahorro y la producción en la economía de oferta. Donde la escasez de oferta sea compensada con mayores importaciones de bienes del exterior, para satisfacer la demanda, lo que aumenta el déficit en cuenta corriente y financiando con deuda. Más que todo, endeudamiento externo, lo que provoca los déficits gemelos y la devaluación del peso, esto ocasionando en la economía la brecha del producto, a la diferencia entre el nivel del PIB observado y la estimación del nivel del PIB potencial de una economía; que es la diferencia entre lo que la economía está produciendo y lo que puede llegar a producir, operando a su capacidad máxima , es decir,  en pocas palabras, la producción interna es inferior a la demanda. La actitud pasiva para aumentar la producción da lugar a un ajuste abrupto por la vía de la balanza de pagos, el mercado laboral y el empleo aumentando la tasa de desempleo, está, en promedio en un 14% y la reducción del salario por debajo de la productividad.

El aumento del ahorro se quiere lograr disminuyendo los salarios y los derechos laborales, las ganancias que obtienen los empresarios en vez de reinvertirlas en el país para aumentar la competitividad y el empleo formal, se reparten como utilidades.  Esto es lo quería hacer Carrasquilla con la última reforma o con el impuesto en el que la empresa podría trasladar los precios, como con la reforma de  Restrepo, esto es para aumentar la inversión y las utilidades de estas empresas.

Hay que hacer un cambio en el modelo e industrializar la economía, cambiar el modelo neoliberal de libre mercado, por un modelo exportador industrial, es decir, neo industrialización por sustitución de importaciones. Además, esto va a acabar con la histéresis económica por largo tiempo, el único camino que resolverá el problema principal de la economía, es generar empleos, empleos formales, bien remunerados, es decir, trabajo decente.

Industrializar y generar valor agregado, cambiaria con la precaria estructura productiva del país. En donde el 93 %, en promedio, de las empresas son micro y si se suman las pequeñas y medianas alcanzan el 99% del total, que no generan u ocupan a máximo diez personas.

Es con un modelo que eleva el ahorro y sostenga el salario por encima de la productividad, mediante drásticas reformas estructurales. Que consiste, en la composición del comercio internacional (como se explicó en párrafos anteriores), la concepción monetaria debe ser una política monetaria y fiscal manejada de manera conjunta y que se complemente, a través de una EQ, relajación cuantitativa, las transferencias de las rentas sociales y el atraso laboral con respecto a la productividad, que genere políticas de estímulo, infraestructura y diferenciación, promover la creación de más empresas transformadoras e intensivas en mano de obra agrícolas, manufactureras y de servicios complejos. Lo que se necesita es brindarles a las industrias ventajas específicas de ubicación, infraestructura física (carreteras, puertos, entre otros) servicios públicos, capital humano e i+d. Que hace que las empresas se instalen en los territorios y generen puestos de trabajo formales, porque con estas condiciones en estos territorios se generan utilidades.

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