Estallido social

Haití vive una nueva jornada de huelga contra inseguridad y crisis de combustible

Las calles de la capital de Haití, Puerto Príncipe, amanecieron semivacías, con negocios cerrados y una baja circulación de vehículos, debido a un cese de actividades contra la inseguridad y la escasez de combustible convocado por diversas uniones sindicales, mientras algunas zonas mostraban rastros de neumáticos incendiados, informó hoy la prensa internacional.

“Preferí quedarme en casa hasta que la situación mejore, además que el Gobierno debe escucharnos. No hay gasolina ni siquiera para una emergencia y los hospitales ya no nos reciben”, expresó Stephanie de unos 30 años, mientras cargaba a su bebé de meses en una de las entradas de Nerette, Pettion Ville, según la agencia de noticias Sputnik.

Por segunda jornada consecutiva las escuelas estaban cerradas, también varias instituciones públicas en un paro para denunciar la escalada violenta que sacude al país.

Organizaciones de derechos humanos revelaron que los secuestros se triplicaron de julio a septiembre, con respecto a los meses precedentes, mientras las bandas armadas controlan actualmente el 40% del territorio de Puerto Príncipe.

El control de los grupos armados limita a su vez el acceso a los combustibles, lo que afecta especialmente al sector sanitario que ya amenazó con cerrar centros de salud, ante la imposibilidad de reabastecer sus reservas.

Además de los hospitales privados, Médicos Sin Fronteras anunció que si la situación persiste deberán reducir sus actividades y restringir los criterios de admisión en los próximos días en el hospital de Trauma y Quemaduras de Tabarre.

Naciones Unidas, por su parte, alertó que la atención de más de 300 niños, 45 embarazadas y 70 pacientes con necesidad de soporte vital se afectará si las instituciones sanitarias no pueden acceder a los combustibles.

En este contexto crítico, las bandas criminales exigieron un pago de casi 500.000 dólares para permitir el acceso a las terminales petroleras, pese a que el Gobierno anunció que estableció un corredor para los camiones cisterna.

Ayer, los empleados de la terminal de Varreaux, en la salida norte de Puerto Príncipe, no pudieron acceder al sitio, por el accionar de las bandas armadas que descargaron armas automáticas en las inmediaciones.

En este contexto, la principal empresa telefónica y de Internet del país, Digicel, confirmó que 300 de sus 1.500 emplazamientos funcionan de manera irregular por la falta de combustible.

La semana pasada, gremios sindicales haitianos advirtieron que pondrían en marcha la Operasyon fèmen peyi (Operación país cerrado) en la que denuncian la inseguridad, escasez de combustible y exigen al Gobierno de Ariel Henry asumir sus responsabilidades y restablecer el clima de paz.

El movimiento está impulsado por el Frente Unido de Transportistas y Trabajadores, la Asociación de Propietarios y Conductores, Movimiento Unificado de Transportistas, la Fuerza Sindical para Salvar a Haití, así como la Coordinación Sindical de Haití y la Brigada Sindical Anticorrupción.

En tanto, el primer ministro, Ariel Henry, reconoció que el país vive un ciclo de violencia, aunque sin hacer referencia a los recientes secuestros que incluyen a un grupo de 17 misioneros de Estados Unidos y Canadá, por los cuales la banda 400 Mawozo pide un rescate de 17 millones de dólares, y se llevaron a cabo ceses de actividades el lunes y martes de la semana pasada.

En relación con este caso, las autoridades casi no se pronunciaron, como tampoco lo hicieron sobre las más de 700 víctimas de ese fenómeno que registró el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos en lo que va del año.

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